“Hace falta una aproximación holística”. Así ha confirmado la ministra de Economía, Nadia Calviño, a la salida del Ecofin en Luxemburgo que el Gobierno no está a favor de vincular las pensiones sólo al IPC por ley.
“Sobre el asunto concreto de las pensiones”, ha afirmado Calviño en una rueda de prensa, “yo siempre he dicho y es la posición del Gobierno, que se trata de un asunto en el que no podemos fijarnos solo en un parámetro, como por ejemplo la actualización de las pensiones al IPC”.
Estas declaraciones de la ministra de Economía sobre la postura del Gobierno acerca de la revalorización de las pensiones son las más claras hasta el momento. El PSOE en la oposición defendió derogar la reforma de las pensiones de Mariano Rajoy, aprobada en solitario en 2013, y volver a vincular las pensiones a los precios.
Ya desde Moncloa, la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, ha apostado por “mantener el poder adquisitivo” de los pensionistas, pero en varias ocasiones no ha concretado su apoyo explícito a retornar a la indexación de las pensiones solo al IPC e incluso se ha abierto a que suban anualmente por debajo de los precios en épocas de crisis.
Nadia Calviño ha afirmado este martes que “es necesario analizar la sostenibilidad teniendo en cuenta otras variables. Esa aproximación holística o más amplia es la que tiene el Pacto de Toledo, con una aproximación de sostenibilidad a medio y largo plazo para garantizar pensiones dignas no sólo ahora, sino a 20 o 40 años, y ese es el objetivo del Gobierno”.
En una línea parecida, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, abundó el pasado miércoles en esta idea: que además de los precios se tenga en cuenta la situación económica en la subida anual de las pensiones. La indexación “probablemente nos da siempre a largo plazo unos efectos perversos”, afirmó Granado.
El responsable de la Seguridad Social apostó por crear en la reforma legal de las pensiones un “indicador permanente”, con “un suficiente acuerdo en el Parlamento y en la mesa del diálogo social” que tenga en cuenta los precios, pero también otras variables como la evolución de la economía y de las cotizaciones a la Seguridad Social.
El secretario de Estado reiteró que el Ejecutivo va a garantizar la subida de las pensiones de este 2018 y del próximo año según el IPC real, un compromiso al que llegaron con Unidos Podemos en la negociación de la política presupuestaria del Gobierno. De este modo, si la inflación queda por encima del 1,6% al concluir el año, el Ejecutivo compensará la diferencia a los pensionistas con una paga extra que aún debe concretarse.
Bruselas apoya la reforma de 2013
“La Comisión Europea evalúa regularmente la situación económica y social de los Estados miembros, publica informes nacionales y propone recomendaciones específicas por países a lo largo del ciclo del semestre europeo. Por lo tanto, nuestros puntos de vista, incluidos los de la reforma de pensiones española de 2013, son bien conocidos”, afirmó un portavoz de la Comisión a eldiario.es.
¿Y cuáles son sus puntos de vista? Que se quede la ley más o menos como está. En el último informe de la Comisión sobre la economía española, publicado escasos días antes de que Pedro Sánchez ganara la moción de censura contra Mariano Rajoy, se afirma: “El sistema de pensiones español desempeña un importante papel en el mantenimiento de la calidad de vida de la gente mayor, que afrontan un riesgo menor de pobreza que las generaciones más jóvenes. En comparación con los salarios, las pensiones españolas se encuentran entre las más altas de la UE. Las proyecciones para 2018 indican que las reformas de 2011 y 2013 ayudaron a asegurar la sostenibilidad y adecuación relativa de las pensiones a largo plazo”.