La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha asegurado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes que el Gobierno se plantea circunscribir el descuento a los carburantes al ámbito profesional en 2023.
Calviño ha respondido a los numerosas críticas a esta bonificación generalizada para aliviar el daño de la escalada del petróleo en los mercados internacionales. Según ha sugerido, el Ejecutivo tiene que estudiar para el próximo año solo si se dirigiría al sector, para paliar el golpe a sus costes.
Los expertos que vienen cuestionando este descuento aprobado en marzo, en el primer paquete de respuesta a la invasión rusa de Ucrania, es que no se focaliza en los más vulnerables, beneficia más a quienes usan más el coche privado y precisamente fomenta el consumo de carburantes en plena crisis energética.
La vicepresidenta también ha previsto que la inflación se mantendrá cerca del 7% en noviembre y en diciembre, “y que en 2023 continuará la senda descendente”.
“La inflación se ha reducido en un tercio desde el pico de julio”, ha señalado Calviño, quien ha destacado que “la bajada del IPC en España [hasta el 7,3% en octubre según el dato confirmado este martes por el INE] contrasta con la tendencia alcista en el resto de Europa”.
Preocupación por la escalada de los alimentos
“La energía sigue siendo el factor fundamental que explica las subidas de precios”, ha explicado la vicepresidenta. Aunque ha lamentado que los alimentos y los bienes industriales hayan tomado el relevo a la electricidad, el gas o los carburantes, como principales impulsores de la inflación“.
Si la gasolina y el diésel dieron un respiro en septiembre, el mes pasado fueron las caídas del gas y de la luz los principales responsables de la bajada del IPC, exactamente de 1,6 puntos en la tasa interanual.
Principalmente, por el efecto del “mecanismo ibérico”, según inciden en el Ejecutivo, y al no quedar más espacio para almacenar más gas mientras que no llegaba el frío. Sin embargo, subió el indicador en tasa mensual por el rebote de los carburantes y de los alimentos. Estos últimos se dispararon algo más de un 15%.
La relajación del IPC interanual en octubre también se debe a las otras medidas de choque del Gobierno para aliviar el daño de las subidas de precios. “Destacando [en el mismo mercado] la bajada de los impuestos en la factura del gas y de la luz o la reducción de los precios del transporte”, recalca el propio Ministerio de Asuntos Económico. También influye el propio frenazo de la actividad económica en general, tras finalizar la primera temporada turística completa y sin restricciones desde 2019.