La plataforma de transportistas en paro indefinido desde este lunes 14 de noviembre ha suspendido la movilización que, a diferencia de lo ocurrido en marzo, no ha tenido una alta repercusión.
La Plataforma Nacional Defensa Sector del Transporte, única convocante frente al rechazo de las principales patronales y otras organizaciones del sector, asegura que este martes se ha encontrado “con una persecución, acoso y coacciones inconcebibles por parte de distintas autoridades, donde no se está respetando el derecho a paro”, aseguran a través de un comunicado.
En esa línea, afirma que “desde el mismo momento que se realizó la convocatoria de paro, dio comienzo una campaña sin descanso de acoso y derribo por parte de cargadores, asociaciones del comité nacional de transporte, sindicatos gubernamentales, algunos medios de comunicación y una parte concreta política, para intentar desacreditar intencionadamente todo lo posible y lo imposible las movilizaciones anunciadas por Plataforma”.
Una manifestación con escasa repercusión
Este lunes, Plataforma ya había organizado en Madrid una manifestación -abierta a otras organizaciones, por ejemplo, agrarias- que no logró el respaldo de la movilización de marzo y a la que acudieron varios centenares de personas. Una manifestación en la que estuvo presente Solidaridad, el sindicato vinculado a Vox.
En esa manifestación se lanzaron mensajes contra otras organizaciones de transportistas, como Fenadismer o el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC). Este último es el órgano de representación del sector, el que se reúne con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y donde Plataforma no logró representación.
Ahora, la organización encabezada por Manuel Hernández, transportista sin camión ni licencia y afín a Vox, afirma que han recibido “miles las llamadas de compañeros” sobre “desproporcionadas amenazas de sus cargadores para no secundar este paro”.
Además, afirman en su comunicado que “el doble juego de los contratos de trabajo continuado que aparte de no poder denunciar su incumplimiento en precio, les han servido a los cargadores como arma legal para basarse en la obligatoriedad de que sus transportistas les tienen que dar servicio”.
Tanto el lunes como en la mañana del martes, la incidencia del paro ha sido muy reducida, sin impacto en la cadena de suministro. En marzo, solo el sector de los supermercados cifró las pérdidas por el paro en 130 millones de euros diario. En esta ocasión, en la que se han movilizado cerca de 50.000 efectivos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, se han producido algunos actos violentos esporádicos de quema o pinchazo de neumáticos.
Los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, no han secundado la convocatoria de Plataforma, como tampoco lo ha hecho el Comité Nacional del Transporte por Carretera.
El trasfondo que pedía la organización es que haya más controles e inspecciones para evitar que los transportistas trabajen a pérdida, es decir, que cobren por su trabajo por debajo de los costes que soportan.
Un compromiso, de mejorar las inspecciones, al que ya se había comprometido en varias ocasiones el Ministerio de Transportes.
Tras la desconvocatoria del paro, la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha agradecido al conjunto del sector el trabajo durante las últimas horas. Un sector que, asume, “acusa las consecuencias de la guerra, al que hemos puesto millones de recursos públicos”, en referencia a ayudas por valor de 900 millones de euros. Además, ha recalcado que la suspensión del paro da “tranquilidad”, también, a los sectores más ligados al transporte.