En agosto de este 2022, el 31% de la electricidad generada en España procedió de dos fuentes renovables, la solar (15%) y la eólica (16%). Una producción verde que aún está lejos de los objetivos que marca la Unión Europea para finales de esta década, que quiere que esta cubra el 45% de la demanda. También está por detrás del volumen de energía que se generó ese mes a través del gas. Este último fue el 33% y resultó clave para que agosto fuese el mes con la electricidad más cara de la historia.
Esta radiografía de cómo se produce la electricidad en España realizada por elDiario.es, a través de los datos que publica Red Eléctrica, permite ver qué fuentes de energía tienen más peso a lo largo del año.
Esa visualización de datos constata que, en los meses de julio y agosto, los ciclos combinados –los que funcionan con gas– son los que tienen más peso en el mix de generación de electricidad. En cambio, en los meses de primavera, principio del verano y otoño, cuando aumenta el viento, hay horas constantes de luz y las temperaturas no son tan extremas –cuando lo son, se reduce la eficiencia de las renovables–, se consigue que estas fuentes sean más esenciales para cubrir la demanda de energía.
Así se percibe si se analizan en conjunto los últimos diez años. Ese análisis global permite ver que, en los meses de marzo, la eólica aporta el 26% de la energía generada. Su capacidad para soportar más de la cuarta parte de la generación eléctrica se reduce en verano, hasta llegar a una media del 15% en agosto. En cambio, en los primeros meses de invierno, la eólica gana aún más peso y, de media, llega a suponer más del 27%.
En esos meses de más frío y menos horas de sol –de noviembre a febrero–, la energía solar ha presentado en los últimos años un peso reducido, quedando por debajo del 6%. De hecho, en diciembre se queda en el entorno del 3,5%. Sin embargo, en los meses de junio y julio, su peso en el mix de generación eléctrica se dispara por encima del 13%.
La relevancia de la solar, como de la eólica, se atenúa de forma constante en agosto, cuando las altas temperaturas y la falta de viento hacen que se tenga que depender más del ciclo combinado y la factura se dispara. En cambio, como ocurre en esta última semana, cuando se atenúa el calor, hay viento y llegan las tormentas, el gas deja de ser esencial para producir luz. Por ello, los precios del mercado mayorista se toman un respiro. Según los datos publicados por el Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE), el precio de la luz –sin incluir el tope al gas– se sitúa este sábado en 61,09 euros, la cifra más baja desde hace un año.
Si se analiza la producción de energía eléctrica hora a hora, la solar está obviamente influenciada por la presencia de sol. En cambio, la eólica es relativamente constante a lo largo de cada jornada, aunque baja ligeramente su peso en el mix a primera hora de la mañana. Como se observa en el siguiente gráfico.
La eólica de noche también funciona, en contra de lo declarado por el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. “En un país como el nuestro, donde hay centenares de noches durante el año calurosas y sin viento, por lo tanto con producción de energía renovable de cero megavatios, es evidente que debemos de tener cuidado con estos saltos al vacío”, aseguró el viernes. Las renovables tienen un elevado peso en el mix, también en días de otoño. Este viernes, por ejemplo, más del 73% de la generación eléctrica fue libre de emisiones de CO2, según los datos que publica REE.
También en la producción hidráulica se perciben diferencias a lo largo del día. En cambio, otras energías, como la nuclear, permanecen constantes en su aportación a lo largo de la jornada, dado que los reactores no pueden apagarse, salvo que haya fallos o cuestiones ligadas al mantenimiento.
Donde sí hay cambios es en el volumen de GWh generados a lo largo de los diferentes días de la semana.
Como se percibe en este último gráfico, la generación en sábado y domingo es inferior a la del resto de días, debido a la menor actividad industrial durante estas jornadas. El volumen cambia, pero el peso de las renovables, de la nuclear o de la hidráulica es prácticamente constante. No es el caso de la electricidad generada por ciclos combinados, que sí reduce su peso en los dos últimos días de la semana.