Campofrío lleva dos años consecutivos adornando su Navidad con anuncios que tiran de orgullo patrio e para recordar que España cuenta en su haber con siete premios Nobel, otros siete Oscar; que lidera la donación de órganos o ha sido capaz de exportar “a los chinos” el tren de alta velocidad.
En el de este año, presume de todas cosas buenas que tiene España frente a otros países y reivindica el orgullo de las cosas hechas 'aquí'. “Que nada ni nadie nos quite nuestra manera de disfrutar de la vida”, asegura Campofrío al final de sus dos spots.
Sin embargo, un repaso por su accionariado pone de relieve que la firma cárnica está desde hace años en manos de un grupo estadounidense: Smithfield Foods, el mayor productor de carne de cerdo del mundo. Multinacional que, para rizar el rizo, acaba de pasar a manos chinas, en concreto, de uno de los principales gigantes de la industria cárnica de Asia: Shuanghui.
Actualmente, Smithfield posee casi el 37% del accionariado de Campofrío, pero Shuanghui ha anunciado que en los próximos meses se desprenderá de un 7% de sus títulos con el objetivo de evitar lanzar una oferta de compra por el 100% de los títulos (es uno de los requisitos que marca la Ley de Opas para todos aquellos que se hagan con más del 30% del accionariado de una compañía y quieran participar activamente en su gestión). Aún está por saber en qué manera influirá Shuanghui en la gestión del grupo cárnico de origen español.
No es la única empresa interesada en controlar Campofrío. También está bien situada la empresa mexicana Sigma, que ya tiene un 35% de la empresa y que está interesada en controlar el 100% mediante una OPA. El presidente, Pedro Ballvé, se ha reservado un 8,9% de la empresa.
eldiario.es ha publicado una serie de reportajes en los que analiza caso por caso la situación de esas empresas con marcas ancladas firmemente a la cesta de la compra, pero que capean el temporal con mejor o peor acierto.