La quiebra de Thomas Cook este verano desató diversas predicciones catastrofistas sobre el roto que le hacía al turismo español, especialmente al del archipiélago canario. El turoperador inglés era uno de los principales proveedores de visitantes en las islas y, sin él, tanto los hoteles que le vendían habitaciones como los que recibían a sus pasajeros de avión quedaban expuestos a un panorama en apariencia desolador. El Gobierno en funciones aprobó una línea de 200 millones de euros en créditos ICO para empresas turísticas de Canarias y Baleares y 15 millones y 8 millones, respectivamente, de subvención directa a ambos destinos.
Cuatro meses después, empresarios y políticos le quitan hierro. Y los datos les dan la razón: en el cuarto trimestre de 2019 los ingresos de los hoteles subieron respecto al año anterior, de 823 a 849 millones según datos del instituto canario de estadística. Aunque en el cuadro de mandos que maneja el Gobierno canario hay muchos números en rojo —empezando por la llegada de turistas—, los últimos indicadores de alojamiento hotelero son positivos. Destaca el mejor de todos, el más utilizado en el sector para medir si un hotel va bien o mal: el ingreso por habitación disponible (en inglés, revPAR, revenue per average room), que en diciembre subió un 5,1% respecto a 2018.
“La caída de Thomas Cook fue un tremendo golpe”, señala Jorge Marichal, presidente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, Ashotel. “Pero a medida que pasaba el invierno se recuperó la conectividad, sobre todo gracias al aguante de la filial nórdica del turoperador y su adquisición por un gigante empresarial. Yo atribuyo la subida de ingresos a la generación de valor añadido: se ha invertido mucho en renovar hoteles y muchos 2 y 3 estrellas se han convertido en 4 estrellas. Eso aumenta el ingreso por habitación disponible y hace que el gasto en destino sea mayor. Es totalmente plausible”.
Los datos del ingreso por habitación disponible del gráfico anterior, que comparan los principales destinos turísticos de España y su evolución desde 2008, muestran cómo Canarias lleva años distanciándose del resto en su temporada alta, de diciembre a marzo. El dato de diciembre de 2019 es, por ejemplo, de 83 euros frente a los 64 de Madrid. Eso significa que, de media, los hoteles ingresaron esa cantidad por cada una de sus habitaciones, independientemente de si las llenaron o no. Esta métrica es la más utilizada para medir la rentabilidad porque tiene en cuenta todas las habitaciones de un hotel (que tienen una serie de gastos fijos) y no solo las que se venden.
Si un hotel tiene 30 habitaciones pero un día solo vende una a 3.000 euros, el ingreso por habitación disponible ese día será de 100 euros. Es como si las hubiera vendido todas a ese precio. Por tanto, que haya menos ocupación no es tan malo para el negocio.
“El impacto no ha sido tan terrible y creo que es por la resiliencia del sector hotelero. Ante adversidades, tienen la capacidad de acogerse a nuevos modelos”, dice Bruno Halle, socio director de Hospitality en la consultora Cushman & Wakefield. “Los hoteleros tenían un cupo destinado a Thomas Cook y cuando se vieron huérfanos supieron buscar otros operadores. Probablemente no han subido los precios, sino que han cambiado de canal: si en vez de vender habitaciones en paquetes las vendes individualmente, eliminas intermediarios, comisiones y te llevas más”. Una habitación vendida por teléfono deja más margen al hotel que una vendida en un paquete turístico, donde comisiona el turoperador, la aerolínea, el transportista...
Los datos de tarifa media diaria sí muestran pequeños incrementos interanuales (del 4% en diciembre, a 103 euros de media la habitación), pero los consultados coinciden en que lo que ha mejorado es el canal. Y eso que algunos no terminan de estar de acuerdo con los datos. “No lo acabo de compartir. No es lo que estamos viendo a nivel general”, dice Juan Francisco Hernández, director comercial en Canarias de Barceló. “En diciembre han llegado un 4% menos de turistas extranjeros. Sí es posible que parte de la demanda que venía a través del canal turoperación con Thomas Cook se haya desplazado con una OTA [agencia de viajes online] canal algo más rentable para los hoteles”.
Por islas, la rentabilidad ha aumentado en Gran Canaria, Lanzarote, La Palma y El Hierro hasta noviembre de 2019. Fuerteventura es una de las grandes tocadas en todos los sentidos —ocupación y rentabilidad— pero en Gran Canaria, que “se ha pegado una torta por la caída del turismo alemán”, según el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), José María Mañaricua— el ingreso medio por habitación ha subido en los últimos tres meses del año, tras la caída del coloso.
Menos turistas pero más rentables
España cerró 2019 con un nuevo récord de llegada de turistas internacionales: 83,7 millones. En Canarias este dato no fue tan boyante porque entraron 13 millones de extranjeros, una caída del 4% respecto al año anterior. La quiebra de Thomas Cook fue solo uno de muchos factores, ni siquiera tan profundo como la recuperación de destinos como Turquía y Egipto, que hizo a los hoteles baleares tirar precios para no perder ocupación.
“Alemania es el mercado que más ha bajado en Canarias este año y el que más explica el descenso de turistas. Turquía creció en 2,5 millones de visitantes, en gran medida por los alemanes. Es un destino más económico. Y Egipto se ha abaratado y las autoridades británicas han levantado la recomendación de no volar allí”, indica Sergio Moreno, viceconsejero de turismo del Gobierno canario. “Eso ha disminuido las plazas a Canarias. Dentro de este reajuste, la estrategia ha sido fidelizar a clientes de mayor poder adquisitivo”.
El Gobierno canario se felicita por los no tan malos resultados pese al “entorno sumamente negativo”, que también incluye la quiebra de Germania, y por su reacción y acciones promocionales ante la crisis de Thomas Cook. El presidente de la FEHT considera que esos 15 millones de subvención directa que el Gobierno le dio a las islas fueron “decisivos” y no tanto los 200 del ICO para hoteleros como él.
Mañaricua es otro de los hoteleros que no comparte los datos oficiales de rentabilidad. “¿Tú crees que con medio millón de turistas menos los hoteleros pueden hacer más producción que el año anterior?”, dice. “Sí, siempre y cuando proporcionalmente suba más la tarifa que lo que caiga el número de turistas. ¿Y crees que cayendo la demanda se puede subir el precio? No. Cuando cae la ocupación, los hoteleros lanzan ofertas. Mi compañía, Gloria, ha caído en beneficios. Los hoteleros nos partimos de risa cuando vemos esos datos. ¡Es imposible!”.
La gráfica muestra que, efectivamente, la ocupación ha descendido en 2019 respecto a 2018, pero que en algunos casos la tendencia venía de todo el año y no solo se dio tras la quiebra de Thomas Cook . El hotelero recuerda también que, “para ser justos, venimos de beneficios históricos. 2018 fue el año con más beneficios de la historia”.
En su opinión, el efecto Thomas Cook en Gran Canaria ha sido residual —“solo perdimos 13.000 asientos de vuelo y recuperamos 5.000”— y lo grave llegará el próximo año con la caída de plazas en vuelos regulares, que el Patronato de Turismo fija en un 12% menos. Y hay un problema añadido: aunque la llegada de turistas españoles (peninsulares) ha aumentado un 14% respecto al año pasado hasta cerca de los dos millones, el dato está lejos del récord de 2007, cuando fueron 2,7. La crisis hizo mella en el bolsillo de los españoles, que dejaron de ir tanto de vacaciones a Canarias, y la recuperación no ha devuelto las cifras de entonces.
“A los políticos se les llena la boca con la llegada de peninsulares este año, aunque es relativo. Ahora que hemos perdido camas extranjeras, tendríamos que compensarlas con nacionales. Pero los billetes de avión son tan caros que no pueden venir”.
Respecto a cómo evolucionará el mercado en 2020, el empresario concluye que “en Gran Canaria temíamos la caída del turoperador escandinavo, se salvó y pasamos de la catástrofe a la normalidad. Pero con Reino Unido hemos perdido un montón de plazas con Ryanair (35% menos de vuelos previstos en verano de 2020). Ahí con Brexit o sin Brexit saldremos perdiendo. El palo viene ahora, no el año pasado”.