“Se nos critica por hacer y por no hacer, por convocar huelgas y por no convocarlas, por firmar acuerdos y por no firmarlos. Cae lluvia ácida contra el movimiento sindical y tenemos que tener clara nuestra escala de valores”. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha inaugurado hoy el 41º Congreso Confederal de la central, reivindicando la labor de los sindicatos y defendiendo un acercamiento a la sociedad.
El Congreso durará hasta el sábado y será entonces cuando Cándido Méndez será reelegido en su cargo, tras 19 años como líder de la central. Durante el Congreso, UGT no solo elegirá una nueva comisión ejecutiva confederal, también debatirá un cambio en sus estructuras y una reducción del gasto. “El sindicato se reduce por arriba y por enmedio y se ensacha por abajo para acercar el sindicato”, ha dicho Méndez. El objetivo es reducir y simplificar las estructuras para contar con un modelo “más ágil” y con más presencia de los sectores.
El secretario general de UGT ha defendido la labor sindical y el fortalecimiento de la política y las instituciones democráticas frente a un “capitalismo agresivo” que pretende acabar con los derechos sociales. “Desde hace tiempo tenemos que escuchar con virulencia que los sindicatos son un vestigio del pasado. Esas manifestaciones expresan en el fondo un temor porque saben que el movimiento sindical conocemos bien al capitalismo descarnado, nos crearon para defender a los trabajadores frente a él. Los sindicatos hemos contribuido al progreso social como ninguna otra organización”, ha subrayado.
Méndez ha tenido palabras para la autocrítica y ha admitido que los sindicatos deberían haber defendido “aún con más radicalidad” a sus representantes en las empresas y servicios públicos, en referencia sobre todo a los liberados sindicales, una figura que, ha dicho, también ha sido duramente atacada.
Pero también ha mencionado su alejamiento de la ciudadanía y la necesidad de reconectar con la calle. “Nuestros propios afiliados nos han podido percibir con cierta lejanía, no digamos el resto de los trabajadores. En muchos casos no han participado ni conocido de primera mano decisiones trascendentales como el acuerdo de pensiones o los de contención salarial, que tienen como objetivo blindar el sistema público de pensiones y proteger el empleo. Tenemos que abrir más el sindicato, no es el momento de enrocarnos en nosotros mismos”, ha reconocido Méndez, que ha defendido la necesidad de seguir tejiendo redes con la sociedad civil
El líder sindical ha criticado con dureza las políticas de austeridad y los recortes y el desprecio del Gobierno al diálogo social. Méndez ha reivindicado soluciones para los afectados por las preferentes y para las personas afectadas por desahucios. En ese sentido, ha defendido la iniciativa legislativa popular que contempla la dación en pago y ha reclamado que las entidades que han recibido dinero público no lleven a cabo desahucios.“La ILP puede ser una oportunidad perdida para combinar legalidad y legitimidad. Si no se admite, la ley sería legal pero su contenido se percibiría por gran parte de la sociedad como ilegítimo”, ha afirmado. Ha insistido también en que su objetivo prioritario será que se revierta una reforma laboral, “el intento más grave de desmantelar el derecho del trabajo”.
Méndez ha mecionado también el caso de los ERE en Andalucía y ha defendido la honorabildad del sindicato. “Lo que hemos hecho ha sido legal, claro y transparente. Hay abierta un investigación judicial porqur ha habido irregularidades y probablemente delitos. UGT está personada desde el primer momento como acusación particular y somos los máximos interesados en que se esclarezca la trama corrupta, nosotros no tenemos nada que ver y colaboraremos activamente con la justicia”, ha asegurado.
UGT -que celebra su 125 aniversario- cuenta con 1.169.000 personas afiliadas y tiene el 35,6% de la representatividad de los trabajadores ganada en las elecciones sindicales. Tiene 8.000 representantes que participan en la negociación del 70% de los convenios colectivos.Durante los últimos cuatro años, el sindicato ha llevado a cabo 3.500 cursos de formación en los que han participado 62.878 personas, de las que el 23,5% estaban en desempleo.