Los Papeles de Panamá han puesto sobre la mesa un nombre que ocupó titulares hace unos años: BBV Privanza. Los documentos han relacionado a la familia Soria con este sistema de compleja ingeniería con sede en Jersey que utilizó el banco para ofrecer esquemas societarios opacos a sus clientes.
Los testaferros que aparecen en las empresas de Soria son los mismos que utilizaba la filial opaca para proveer a miles de clientes españoles de un sistema de evasión fiscal. El caso, que acabó conociéndose como las cuentas secretas del BBV, saltó tras la fusión de BBV con Argentaria (que dio lugar al actual BBVA) y se saldó con la dimisión de Luis María Ybarra, copresidente de la nueva entidad junto a Francisco González (que provenía de Argentaria), actual presidente de BBVA.
¿Qué fue BBV Privanza y su relación con Jersey?
BBV Privanza era la división de banca privada del banco BBV, con una filial en Jersey. Esta filial comenzó en 1987 a captar clientes a los que les ofrecía “opacidad, flexibilidad y máxima optimización fiscal”, a la hora de organizarles un entramado de sociedades para organizar su patrimonio, según decía el propio manual de la entidad. La filial operaba a través de Canal Trust, que estaba participada al 100% por la filial de Jersey, la encargada de comercializar los productos a sus clientes.
¿Qué eran las cuentas secretas del BBV?
Desde 1987 y hasta el año 2000, el BBV mantuvo una contabilidad oculta a la oficial en varios paraísos fiscales como Jersey, Liechtenstein o las Islas Caimán. Las investigaciones apuntaron que había más de 3.300 millones de pesetas en dinero B repartido en 22 fondos de pensiones secretos que correspondían a 19 miembros del consejo de administración del banco. Toda esta contabilidad no estaba reflejada en las cuentas oficiales de la entidad y fue lo que acabó desatando la investigación primero del Banco de España y posteriormente de la Audiencia Nacional.
¿Cómo salió a la luz la doble contabilidad?
Tras producirse la fusión con Argentaria, esta doble contabilidad salió a la luz y el banco la legalizó en enero de 2001. A causa de la unión de las dos entidades, existía una doble copresidencia con los dos jefes de las anteriores entidades, Emilio Ybarra (de BBV) y Francisco González (de Argentaria). Este último, al enterarse de la existencia de esta contabilidad B, optó por la regularización de las cuentas sacando a la luz su existencia. Con este movimiento se terminó desencadenando una investigación que se saldó con la dimisión de Ybarra y con el caso en los tribunales.
¿Cuándo comenzó a investigarse?
Después de que salieran a la luz las cuentas ocultas, el 15 de marzo de 2002 el Banco de España abrió un expediente disciplinario a la entidad y a varios antiguos altos cargos, entre los que estaba Emilio Ybarra, que ya había dimitido como presidente.
Tras este primer movimiento, entraron en acción los tribunales. A petición del Banco de España, la Audiencia Nacional abrió la vía penal del caso y el juez Baltasar Garzón se hizo cargo de la instrucción. En 2003, un auto dictado por Garzón el juez archivó la causa que pesaba sobre los imputados por los planes de pensiones y mantuvo la instrucción por el falseamiento de las cuentas.
¿Cómo fue el caso en los tribunales?
Tras todo el proceso judicial, el 13 de marzo de 2007 la Audiencia Nacional archiva el caso contra Ybarra y los otros cuatro exconsejeros de BBV. El fiscal había pedido dos años de cárcel para Ybarra por un delito continuado de falseamiento de cuentas anuales, presuntamente cometido al ocultar las denominadas cuentas secretas que la entidad tenía en paraísos fiscales. La petición de pena para Ybarra fue más baja que para el resto por considerar el atenuamiento de la confesión. El 11 mayo de 2007 la Audiencia Nacional ratificó el archivo del caso tras desestimar el recurso presentado por la fiscalía.
¿Hubo multas para la entidad?
Se produce otro proceso respecto a las sanciones impuestas a la entidad. En 2008, el Gobierno, a propuesta de la CNMV, decidió imponer una multa al BBVA por las inexactitudes en la contabilidad relativas a este episodio. El regulador consideraba que en los folletos de las cuentas de BBV antes de la fusión con Argentaria había “datos inexactos, no veraces y con omisión de aspectos relevantes”.
La entidad decidió recurrir ante la Audiencia Nacional. Tras varios recursos en la Audiencia Nacional y el Supremo, en un camino de ida y vuelta de la causa, en junio de 2014 el tribunal ratificó la multa asegurando que BBVA era la continuación del BBV y que Argentaria también debió conocer la existencia de las cuentas secretas. La entidad recurrió ante el Supremo esta decisión.