China reiteró hoy su firme oposición a nuevas restricciones comerciales y advirtió de que tomará “todas las medidas necesarias” si finalmente el presidente estadounidense Donald Trump aprueba nuevos aranceles y sanciones contra el país asiático.
Se espera que este jueves Trump anuncie aranceles y multas de hasta 50.000 millones de dólares contra China para contrarrestar el déficit comercial con el gigante asiático, lo que se sumará a los polémicos aranceles globales al aluminio y al acero.
“China ha mostrado su posición varias veces, estamos contundentemente en contra del comportamiento unilateral y proteccionista de EEUU”, señaló hoy en un comunicado el Ministerio de Comercio chino, que advirtió de que tomará “todas las medidas necesarias” para no salir perjudicado.
Destacó que el rechazo a las restricciones al comercio internacional también se vive en EEUU, donde 45 asociaciones comerciales estadounidenses ya han mostrado su oposición a estas medidas.
“Esperamos que EEUU pueda ver claramente que las relaciones comerciales y económicas entre China y EEUU son de beneficio mutuo y no tenga comportamientos que perjudiquen a otros ni a sí mismo”, añadió el comunicado ministerial.
La portavoz del Ministerio de Exteriores chino Hua Chunying explicó hoy en rueda de prensa que ambas partes han abordado estas tensiones comerciales en diferentes ocasiones para encontrar una solución sobre la base del respeto mutuo.
Sin embargo, recordó que “en el comercio, la reciprocidad absoluta es imposible”, y criticó la contradicción de la administración de Trump, que a la vez que pide a China que compre productos estadounidenses rechaza que el país asiático compre lo que quiere.
La firma de nuevos aranceles a unas cien categorías de productos importados, desde zapatos y ropa a aparatos electrónicos, está prevista para las 12:30 hora local (16:30 GMT) en un salón de la Casa Blanca, según informó The New York Times.
De confirmarse las nuevas cargas, estas serán las restricciones comerciales más duras impuestas por Trump a otro país e irán más allá de los polémicos aranceles globales al aluminio y al acero -que también afectan a Pekín-, que se calculan en 33.000 millones de dólares.
La tensión entre las dos economías mundiales no para de incrementarse, y ayer funcionarios de la Casa Blanca acusaron en una conferencia de prensa telefónica a Pekín de violar los compromisos que adquirió en su ingreso a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001.
Afirmaron, además, tener “pruebas muy sólidas” de que China hace uso de sus restricciones sobre la propiedad para obtener transferencias de tecnología de las empresas estadounidenses.