La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha anunciado este jueves que ha abierto un expediente sancionador a la filial española de Deutsche Bank. El supervisor del mercado de valores investiga el servicio de asesoramiento que dio el banco a empresas españolas para la venta de derivados sobre divisas y que puede ser constitutiva de dos infracciones “muy graves”. El caso ya provocó una investigación interna realizada por parte del propio grupo alemán.
En concreto, el supervisor analiza el procedimiento de venta de productos de “elevada complejidad y riesgo”, conocidos como Target Profit Forwards y Pivot TPF, entre 2018 y 2021 a clientes españoles. Se trataba de la contratación de seguros que, a priori, buscaban proteger a empresas españolas que operaban con divisas frente a la evolución de los tipos de cambio pero que, en la práctica, provocaron importantes sobrecostes.
La CNMV señala que la apertura de este expediente no “prejuzga” la existencia de estas prácticas. Si bien, reconoce que podrían ser infracciones de la ley del mercado de valores. En concreto, apunta a un posible incumplimiento “no meramente ocasional o aislado” de la obligación de diligencia y transparencia que recoge la norma en cuanto a los deberes de información que tiene con sus clientes.
El supervisor ya ha informado a la empresa de la apertura de este expediente, que fue acordado por su dirección a mediados del mes pasado. La CNMV apunta a que este expediente está abierto sobre hechos “que también determinaron investigaciones internas llevadas a cabo por el Grupo Deutsche Bank”. Así, enfatiza que “se han detectado” posibles incumplimientos de la normativa en la venta de estos derivados a clientes españoles.
El caso tiene un largo recorrido y ya surgieron hace dos años informaciones que llegaron a la prensa y que motivaron la apertura de casos judiciales por parte de los afectados y de la citada investigación interna. “ Es especialmente importante recordar que las entidades que comercialicen o asesoren sobre instrumentos financieros, deben informar de manera equilibrada, clara, imparcial y no engañosa a los inversores sobre las características, funcionamiento, riesgos y costes asociados a dichos productos, especialmente cuando son altamente complejos”, recuerda la CNMV en un comunicado.
Además, añaden que se debe actuar siempre “en el mejor interés de los clientes”, asesorando sobre productos que se adecúen a sus necesidades, sus objetivos y, especialmente, a su perfil de riesgo.