La Comisión Europea ha propuesto crear un impuesto del 3% sobre la facturación de las multinacionales digitales de manera temporal hasta que se apruebe una reforma más amplia del impuesto de sociedades. Se aplicaría sobre la facturación de aquellas empresas que superen los 750 millones de euros a nivel global y los 50 millones en Europa.
Esta propuesta responde a la demanda de algunos países como Francia, España, Alemania e Italia, de crear un impuesto temporal que cubra las principales actividades digitales que actualmente no están gravadas en la Unión Europea.
Esta medida ayudaría a evitar que los países de la UE aprueben por su cuenta medidas unilaterales que puedan crear un “mosaico” de respuestas nacionales. Esta tasa temporal gravaría los ingresos generados por actividades en las que los usuarios juegan un papel importante en la creación de valor, como la venta online de espacios publicitarios o la interacción entre usuarios que facilita la venta de bienes y servicios, actividades difíciles de “capturar” por las reglas fiscales actuales.
Europa también propone revisar las reglas del impuesto de sociedades para que las compañías digitales paguen impuestos en el Estado miembro en el que tenga una “interacción significativa” con sus usuarios. Se contempla que esta sea la opción para aplicar a largo plazo.
Pierre Moscovici, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, ha reconocido que las reglas tributarias actuales “no están diseñadas” para cubrir a aquellas empresas globales que no tienen presencia física. “Estamos ante un nuevo escenario de crecimiento económico que están protagonizando los negocios digitales”, destaca.
Este nuevo sistema, según Europa, garantiza un “vínculo real” entre el lugar donde se generan los beneficios digitales y el lugar donde son gravados. Esta medida puede ser integrada en la base imponible común y consolidada con el impuesto de sociedades, cuya propuesta todavía está siendo negociada por los socios comunitarios.