Competencia aprueba la fusión de Bankia y CaixaBank, que será efectiva el viernes
La nueva CaixaBank supera uno de los últimos trámites administrativos pendientes. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha aprobado este martes la operación por la cual la entidad catalana absorbe a Bankia, convirtiéndose en el mayor banco del país. Aunque el organismo considera que la operación no tiene riesgos para la “competencia efectiva”, incluye una serie de compromisos que debe cumplir CaixaBank respecto a su red de oficinas y cajeros.
Con ello, Bankia vive sus últimos días como entidad independiente. Ambas entidades habían publicado a primera hora de este martes el plan por el cual se hará el intercambio de acciones de la entidad rescatada por nuevos títulos de CaixaBank. Según avanzaban, a la espera del visto bueno que le ha llegado ahora de la CNMC, está previsto que este intercambio se produzca el viernes tras el cierre de la Bolsa, siendo el lunes el primer día en que CaixaBank comience a cotizar como el primer banco de España.
Competencia considera que la operación, que crea “el líder del mercado en servicios bancarios, especialmente en los segmentos minoristas”, no supondrá “una amenaza para la competencia efectiva” en los mercados de banca corporativa, banca de inversión, tarjetas, TPV o seguros y planes de pensiones. “O bien las cuotas de mercado resultantes no son preocupantes o bien la incorporación de Bankia es reducida, por lo que no se produce una modificación relevante de la estructura competitiva de mercado previa a la operación, y existe presión competitiva suficiente en todos ellos”, señala en un comunicado el organismo.
Sin embargo, sí supone una amenaza para “la competencia efectiva en determinados ámbitos del mercado de banca minorista”. La CNMC ha realizado un análisis de todos los códigos postales de España analizando el poder que tendrá la red de oficinas que suman ambas entidades. Se han identificado 86 códigos postales en los que la entidad resultante quedará, bien en una situación de monopolio (la nueva entidad será la única entidad bancaria presente en 21 códigos postales) o en situación de duopolio expuesta a débil presión competitiva, en un radio de 1,5 kilómetros desde la sucursal en otros 65 códigos postales.
Competencia advierte que esta posición de la entidad resultante en esas zonas le otorgaría “un elevado poder de mercado” que podría influir en su comportamiento, “con posibles efectos adversos para los consumidores”. “En particular, se ha identificado un riesgo de exclusión financiera en aquellos lugares donde estén presentes únicamente las partes, debido a la posibilidad de cierre de las oficinas bancarias presentes en dichas zonas tras la fusión. Asimismo, en aquellos entornos en los que no existe una suficiente presión competitiva por parte de terceros operadores, podría producirse un empeoramiento en las condiciones comerciales para los actuales clientes de Bankia”, subraya la CNMC.
Es por ello que la CNMC ha exigido a CaixaBank que adquiera una serie de compromisos como resultado de la fusión “a la vista de los problemas de competencia identificados”. Estos acuerdos incluyen que CaixaBank no podrá abandonar, salvo que lo autorice Competencia, aquellas localidades donde no haya ninguna oficina competidora, con el fin de evitar la exclusión financiera. Allí donde CaixaBank tenga posición de monopolio, deberá mantener las condiciones de los productos que tengan los clientes de Bankia durante los próximos tres años. En ninguno de los 86 códigos postales considerados “problemáticos” por la CNMC CaixaBank podrá cobrar comisiones a los clientes procedentes de Bankia por realizar operaciones en ventanilla durante tres años.
Además, CaixaBank deberá remitirse a todos los clientes de Bankia comunicando los posibles cambios en sus productos que pudieran afectarles, ya sean referentes a comisiones o si un producto en CaixaBank es mejor que el que tenían aquellos procedentes de la entidad rescatada. Deberá dar un plazo de dos meses a todos estos clientes para que tomen la decisión de aceptar estas condiciones o cambiar de entidad bancaria.
Por último, CaixaBank deberá seguir permitiendo que los clientes de ING puedan seguir utilizando los cajeros procedentes de la red de Bankia con las mismas condiciones que los actuales durante un año y medio y, en caso de que se cierre uno de esos cajeros, dar la capacidad de usar uno de CaixaBank más cercano, que deberán estar debidamente señalizados.
1