En Airbnb puedes encontrar casi 190.000 pisos y casas enteras en toda España para pasar tus vacaciones o permitirte una escapada. Esta oferta de viviendas de alquiler vacacional no se distribuye de manera uniforme en todas las ciudades... ni tampoco en todos los barrios. La masificación de Airbnb se ha concentrado principalmente en los centros históricos de las grandes ciudades, según el análisis de los datos de DataHippo realizado por eldiario.es.
Barcelona, Madrid, Valencia y Sevilla y Málaga son las cinco ciudades con más anuncios de Airbnb en España. Sin embargo, la presión que ejercen estos alojamientos de alquiler vacacional varía según la zona en la que te encuentres. En algunas manzanas de barrios como Sol (Madrid), Eixample (Barcelona), Santa Cruz (Sevilla), Ciutat Vella (Valencia) o Albaicín, los alojamientos publicados en Airbnb ya representan el 20% de las viviendas de la zona.
“Que el 20% de los pisos de un barrio sean turísticos ya lo convierte en un parque de atracciones”, asegura Javier Gil, investigador de la UNED, que critica el impacto que tiene expulsar a personas residentes y que sean sustituidas por turistas. “Al final, el centro de las ciudades se transforma para satisfacer las necesidades de las personas flotantes, que no viven en la zona”, explica.
Este es el resultado del análisis de los datos publicados por el proyecto colaborativo DataHippo, que se encarga de extraer y publicar de la oferta de plataformas como Airbnb o Homeaway. Para contextualizar la presión turística de cada barrio frente a la oferta de viviendas, este medio ha comparado el número de anuncios de casas o apartamentos enteros en la plataforma (cerca de 190.000 en toda España) con el número de viviendas existentes en cada sección censal, según los datos del Censo de Población y Viviendas de 2011. Ver metodología.
¿Cuántos alojamientos completos de tu barrio están anunciados en Airbnb? ¿Y cuánto suponen frente al total de viviendas de tu manzana?
Expertos, colectivos vecinales y administraciones públicas ya relacionan esta alta concentración de viviendas destinadas al alquiler vacacional con una subida del precio del alquiler. “Airbnb crea un efecto dominó, barrios periféricos con viviendas de mala calidad ven cómo les incrementan los precios porque van a acoger a esta clase media pauperizada que ha sido expulsada del centro”, afirma Mijo Miquel, profesora en la Universidad Politécnica de Valencia.
Una tesis con la que no está de acuerdo la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), que recientemente afirmó en un informe sobre viviendas turísticas que “no existe evidencia empírica” de la influencia de este fenómeno sobre el precio del alquiler en las ciudades españolas.
Pero, ¿entonces no existe manera de medir empíricamente cuál es la influencia de Airbnb sobre el precio de los alquileres en España? Es una tarea complicada. Por un lado, no existen datos oficiales del precio del alquiler ni de la oferta existente en la plataforma de alquiler vacacional.
Los únicos datos disponibles sobre el alquiler son de portales como Idealista o Fotocasa, con intereses en el sector, y para conocer los anuncios que existen en Airbnb hay que acudir a páginas como Inside Airbnb o DataHippo, que extraen los datos directamente de la web. Una ausencia que influye en la regulación de esta actividad, según los investigadores Mar Santamaría y Pablo Martínez, del despacho de arquitectura y urbanismo 300.000 Km/s: “Si no tengo un informe de cuántos vecinos no pueden dormir por culpa del ruido, no puedo regular”, explican.
Esto no significa que no se hayan realizado estudios sobre esta relación en España y en otras ciudades del mundo. “Hay bastante estudios académicos que reconocen cierta incidencia sobre el precio, incluso los que citan los defensores del alquiler vacacional le atribuyen un 4% de subida a Airbnb”, afirma Álvaro Ardura, profesor de urbanismo en la Politécnica de Madrid.
Si comparamos la subida del alquiler de las principales ciudades españolas entre 2015 y 2018, recogida en los datos existentes publicados por Idealista, con el número de anuncios de Airbnb por cada 10.000 habitantes, la tendencia es clara: los alquileres suben más en las ciudades con mayor presencia de la plataforma de alquiler vacacional.
Analizamos cómo la presencia de Airbnb coloniza los centros históricos de seis grandes ciudades españolas. Haz click en alguna de los siguientes municipios para leer cada apartado.
Madrid: de Lavapiés a Usera
Madrid: de Lavapiés a UseraEn la capital, 10.247 alojamientos enteros se ofertan en Airbnb. Una cifra que parece minúscula en comparación con las 1,5 millones de viviendas con los que cuenta el municipio, según los datos del Censo de 2011. Sin embargo, esta oferta se concentra principalmente en el centro de la ciudad. Alrededor de la emblemática Puerta del Sol, puede suponer hasta el 20% de las viviendas existentes.
Por ejemplo, una investigación de El Mundo reveló que barrios como Lavapiés se estaban vaciando por culpa de la gentrificación y la turistificación. Desde 2015, el precio del alquiler en Madrid ha subido un 37%. Una subida que ha afectado al distrito Centro pero también a otros como Puente de Vallecas o Carabanchel, que han recibido gran parte de esa población desplazada del núcleo de la ciudad.
Esta concentración de viviendas de alquiler vacacional en los alrededores de Gran Vía también se ha extendido a los barrios colindantes, como Malasaña, Chueca, La Latina o Lavapiés. En algunas de sus manzanas, la presencia de Airbnb ya supone el 10% y hasta el 15% de las viviendas de la zona.
Málaga: un “boom turístico institucionalizado”
Málaga: un “boom turístico institucionalizado”#SalvemosLaMundial. Con esta campaña, los vecinos del centro histórico de Málaga luchan por evitar que La Mundial, un histórico palacete del siglo XIX, acabe convertido en un hotel de diez plantas. La emblemática edificación decimonónica, obra del mismo diseñador de la calle Larios, está situada en pleno centro histórico, donde la concentración de apartamentos turísticos de Airbnb roza el 28%.
Antón Ozomek, geógrafo y consultor de geomarketing, asegura que en la almendra histórica de la ciudad los precios están subiendo y se está produciendo un efecto dominó hacia la periferia. Los datos de Idealista revelan que en Málaga, entre 2015 y 2018, los precios se han disparado un 40%.
Alejandro Villén, miembro de la Asociación Vecinos Centro de Málaga confiesa que están “derrotados”. “Tenemos tres frentes abiertos: ruido, ocupación de la vía pública y viviendas turísticas. Los tres están relacionados porque es una cuestión de modelo turístico”, explica. “Aquí ha habido un boom turístico muy institucionalizado, por el Ayuntamiento y por la Junta de Andalucía, y con el argumento de la recuperación económica se les ha ido de las manos. Y no todo vale”, denuncia.
Las Palmas de G.C.: “el destierro de la vecina”
Las Palmas de G.C.: “el destierro de la vecina”“Su casa es ahora una vivienda vacacional que se gestiona a través de empresas como Airbnb. Echaremos de menos a esa vecina conocida y cercana. Descanse en paz”. Este es el modelo de esquela con la que el colectivo “Un barrio para vivir” protesta por la desaparición de la vecina, la ferretería o la tendera en la ciudad de Las Palmas, ante la turistificación de algunos de sus barrios más emblemáticos.
El precio del alquiler en Las Palmas subió un 48% entre 2015 y 2018. Es la ciudad española en la que más subió, según los datos de Idealista. En ese periodo la presencia de Airbnb alcanzó los más de 2.000 anuncios activos en la ciudad en 2018. La mayoría localizados en el histórico barrio de Vegueta, de la época precolonial, y la zona del paseo marítimo de playa de Las Canteras.
Valencia: cuando el centro se pone de moda
Valencia: cuando el centro se pone de modaAunque en menor medida que otras capitales de provincia, Valencia tampoco escapa a la turistificación de su centro histórico. En el barrio de El Mercat, perteneciente al distrito de Ciutat Vella, la concentración de alojamientos de Airbnb sobre el total de las viviendas censadas roza el 16%.
“No estamos como en Barcelona o en Mallorca, pero al ritmo al que vamos acabaremos sufriendo el mismo problema”, asegura Mijo Miquel, profesora en la Universitat Politècnica de València y experta en entorno urbano y gestión cultural.
En tan sólo tres años, de 2015 a 2018, el precio del alquiler subió en Valencia un 39,5%, uno de los incrementos más elevados de todo el país. “Cuando un barrio o una ciudad comienzan a ponerse de moda, llegan los ‘pelotazos’ asociados a esa moda”, critica Miquel. “Aquí hemos tenido la Copa de América, la visita del Papa, la Fórmula 1… grandes eventos elitistas destinados a un determinado tipo de población que genera, a su vez, un determinado perfil turístico”, cuenta la experta.
Granada: Airbnb con mil años de historia
Granada: Airbnb con mil años de historiaEl barrio del Albaicín de Granada, con más de mil años de historia, tiene la catalogación de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, pero ni eso le ha servido para salvarse del turismo masivo y los procesos de gentrificación y turistificación que lleva aparejados. Procesos agravados por modelos de negocio como Airbnb. En el corazón de Granada, la cifra de viviendas completas gestionada por la plataforma roza el 18% del total.
La calle de Elvira, donde viven las manolas, que retrataba Federico García Lorca, forma ahora parte de “un barrio de desconocidos”: “Las calles están vacías, y los fines de semana se llenan de turistas haciendo ruido con las maletas por las calles empedradas”, cuenta Lola Boloix, presidenta de la Asociación Bajo Albaicín.
La pérdida de identidad del barrio y la proliferación de alojamientos de Airbnb, denuncia la presidenta de la Asociación y vecina del Albaicín, ocurre con la permisividad de las administraciones: “Tenemos las calles invadidas, pero los políticos están tranquilos porque ‘el turismo da dinero’. Pero sólo crea riqueza para los propietarios de los alojamientos, no para los chavales camareros que están dados de alta ocho horas y trabajando doce porque no hay otra cosa”.
Barcelona: una década contra la turistificación
Barcelona: una década contra la turistificaciónUno de los paradigmas de la gentrificación y la turistificación en España lo constituye el Barrio Gótico de Barcelona. En esa zona, la concentración de viviendas de Airbnb con respecto al total de viviendas registradas en el censo llega a superar el 7%. En el barrio vecino, el céntrico distrito del Eixample, esta cifra se dispara hasta el 33%: de 710 viviendas en una de sus secciones censales, 243 son de Airbnb.
“Aquí llevamos padeciendo el problema del turismo masivo desde antes de la aparición de Airbnb. Para entonces nuestro barrio ya estaba muy turistificado, hemos visto todo el proceso”, explica Martí Cusó, activista y miembro de Resistim al Gòtic. Daniel Pardo, miembro de Assemblea de Barris per un Turisme Sostenible (ABTS), subraya que Barcelona fue “la primera donde se dieron procesos de lucha y crítica contra la gentrificación, hace más de diez años”.
“La Directiva Bolkestein trasladada a Cataluña a través de la aplicación de la Ley de Ómnibus blindó el centro histórico, pero dejó desprotegidos al resto de barrios”, explica Pardo. Como consecuencia, la concesión de licencias para apartamentos turísticos se disparó en barrios colindantes, como Poble Sec, donde el precio del alquiler ha aumentado un 36,2% desde 2015.