El multimillonario y empresario del juego Manuel Lao sigue elevando su apuesta para diversificar su fortuna tras vender en 2018 por 2.000 millones de euros (deuda incluida) el grupo Cirsa al fondo Blackstone. Tras el ladrillo o las concesiones de agua, ahora le ha tocado el turno a los puertos.
El fondo español de infraestructuras Serena, uno de los vehículos por los que ha apostado Lao junto a otros inversores en los últimos años, acaba de sumar a su cartera TXL, plataforma de transporte intermodal (marítimo, ferroviario y fluvial) en el puerto de Le Havre (Francia), en su primera inversión en el país vecino.
La operación, explica a elDiario.es el socio fundador de Serena, Joaquín Camacho, se cerró a finales del año pasado por un importe que declina precisar porque es “confidencial”, dice al teléfono.
Según explica Serena en su web, “TXL es una plataforma de transporte estandarizada encargada de alquilar contenedores intermodales a nivel mundial y revenderlos para otros usos al final de su vida útil en alta mar (15 años en promedio). Actualmente posee aproximadamente 17.500 unidades equivalentes a veinte pies (TEU) y ofrece sus servicios de arrendamiento a más de 1.000 clientes, incluidas las compañías navieras más grandes de Europa”.
El socio operativo de Serena en Le Havre es el grupo francés Touax Group, “que es el arrendador número uno en Europa y actualmente opera una flota de 400.000 TEU de contenedores”.
Este grupo, con 170 años de trayectoria, cotiza en Euronext (París) y se dedica al alquiler, venta y gestión técnica y financiera de equipos de transporte sostenibles. “Gestionamos 1.300 millones de euros en activos tangibles (vagones de mercancías, barcazas fluviales y contenedores) a nivel internacional por cuenta propia y por cuenta de inversores”, dicen en su web.
Según el fondo español, “la adquisición representa una oportunidad estratégica para que Serena posea una plataforma de transporte intermodal con una cartera de clientes sólida y diversa, caracterizada por contratos a largo plazo y tasas de renovación muy altas, lo que garantiza un flujo de efectivo estable y resiliente. La inversión está totalmente alineada con el compromiso de Serena de generar impactos positivos a través del desarrollo de infraestructura, dadas las distinguidas credenciales de sostenibilidad de este tipo de transporte”.
Serena ha captado hasta ahora dinero de 45 inversores, según explica su socio fundador, entre los que Lao “no es el principal”. Como suele ser habitual en este sector, vehicula sus inversiones a través de un entramado de empresas en Luxemburgo.
El fondo, en cuyas decisiones no influye el magnate del juego, fue impulsado en 2020 por Camacho, ex directivo de Sacyr, junto al banco de inversión Key Capital, del que ha sido accionista hasta hace unos meses Borja Prado, expresidente de Endesa y Mediaset. Key Capital, liderado por el banquero franco-argelino Anas Laghari y el francés Alex Matitia, y que está detrás de proyectos como la Superliga del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ya no está vinculado a Serena, según confirma su socio fundador.
Sí permanece vinculado a la gestora como accionista el holding de Manuel Lao, Nortia Capital, que no comenta este asunto. Nortia se convirtió en socio de este fondo en 2020, cuando fue lanzado bajo el nombre de KC Impact con el objetivo de levantar 200 millones de euros para destinarlos a inversiones sostenibles en un horizonte inicial de diez años en España, Norteamérica y Latinoamérica.
Hace un par de años, el fondo (en el que hay varios ingenieros de caminos) cambió su nombre a su actual denominación de Serena, en un guiño a la presa de La Serena, la segunda mayor bolsa de agua de la Península Ibérica y la tercera de Europa, cercana a la localidad natal de su socio fundador, Villanueva de la Serena.
Su primera apuesta fue precisamente el agua, con la toma de una participación minoritaria, junto a Sacyr, en varias concesiones en Chile a Semcorp, brazo industrial del Gobierno de Singapur. En la propia Sacyr, una de las principales constructoras de España, Manuel Lao es uno de los mayores accionistas desde finales de 2021. Actualmente tiene un paquete del 5,1%.
También a finales de 2021, la gestora promovida por Lao compró a OHLA (la antigua constructora de la familia Villar Mir) el 65% de Aguas de Navarra, en una operación que valoró el 100% de esta empresa (deuda incluida) en 140 millones. Posteriormente cedió un 15% al grupo Aguas de Barcelona (Agbar), filial de Veolia (antigua Suez), de forma que ambas se reparten al 50% la concesionaria de la construcción y explotación de las infraestructuras de interés general de la 1ª Fase de la Zona Regable del Canal de Navarra y de su Ampliación.
Lo hacen mediante un modelo de concesión a largo plazo que el socio fundador de Serena describía en una entrevista en El Mundo en 2022 como “dos inversiones que tienen bajo riesgo demanda, debido al canon por disponibilidad de una Administración Pública robusta como es el Gobierno de Navarra”.
El modelo ha sido criticado por la Cámara de Comptos de Navarra en un reciente informe en el que subraya que desde que se adjudicó el primer contrato en 2006, “se han aprobado hasta ahora cinco reequilibrios del contrato de concesión de la ampliación de la primera fase. Eso ha originado la revisión y actualización del plan económico financiero. Su efecto ha supuesto incrementar casi un 50% las tarifas ofertadas”.
“La complejidad técnica de estos contratos hace necesaria una especial preparación y licitación de los mismos y su posterior control por parte de la Administración. El modelo financiero, que forma parte del contrato concesional y que sirve de base para la actualización del PEF [Plan Económico Financiero] con los reequilibrios, es muy complejo y ha sido necesario formalizar contratos de asistencia técnica para el asesoramiento en el área económico financiera”, añadía el informe.
Ya en 2022, Serena compró a Agbar, su socio en Canal de Navarra, parte de la cartera de clientes que tenía la filial de la antigua Suez para el mantenimiento del agua del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) a través de Smartconta. Actualmente esta empresa proporciona servicios de medición de consumo de agua a un millón de clientes, según la web del fondo.
En 2023, la gestora desembarcó en el capital del operador de fibra noruego Altifiber, un desarrollador, propietario y operador integrado que proporciona contenido a través de Internet y televisión. También ha sondeado la entrada junto con la empresa pública española Renfe en el mercado ferroviario británico como uno de los socios estratégicos de Grand Union Trains (GUT), para desarrollar un nuevo servicio comercial entre Londres y Carmathen (Gales del Sur). Este proyecto parece haber quedado aparcado.
Una más
Serena es solo una de las inversiones de Lao tras vender Cirsa, la mayor empresa en España de un sector, el juego, del que el empresario almeriense, muy vinculado a Catalunya, no se ha apartado del todo, ya que Nortia conserva los activos de juego del grupo que fundó en Argentina: varios casinos flotantes que quedaron al margen de la venta a Blackstone.
Lao, que el año pasado fichó a Juan Antonio Alcaraz, ex director general de CaixaBank, para dirigir Nortia, es una de las personas más ricas de España. Forbes le ha situado entre las 50 mayores fortunas del país. Actualmente le coloca en el puesto 2.405 de personas más ricas del mundo. El último ranking de El Mundo le situaba en la posición 53 en España, con un patrimonio estimado de más de 1.000 millones. El empresario de 79 años, que figuraba en la primera Lista Falciani de supuestos evasores fiscales, apareció en 2017 en Los Papeles de Panamá con una sociedad offshore en Islas Vírgenes Británicas y tres fundaciones que se cerraron en 2011.
Una de sus principales apuestas ha sido el ladrillo. Es propietario de varios hoteles y desarrollos urbanísticos y es el segundo accionista de Merlin Properties. En la mayor inmobiliaria del Ibex entró en lo peor de la pandemia, convirtiéndose en una de las grandes fortunas que aprovecharon la debacle bursátil de aquellos días de 2020. Actualmente Nortia atesora un 6,3% de Merlin valorado en unos 300 millones. La propia Cirsa tiene su sede en un edificio en Terrassa alquilado a Nortia, el holding de su antiguo dueño.
“Hay mañanas que al despertar repaso mentalmente momentos de mi vida y sonrío porque me cuesta creer cómo he llegado hasta aquí”, dijo Lao en 2017, en su discurso de investidura como doctor honoris causa en la Universidad Católica de Murcia.
Fue en un acto amenizado por el cantante Pitingo en el que citó a Napoleón o Martin Luther King ante la atenta mirada del entonces presidente de ese centro privado, José Luis Mendoza, fallecido hace un año y conocido por afirmar en 2020 que el coronavirus era una conspiración de Satanás, Bill Gates y George Soros para controlar a la humanidad con un chip.
En la UCAM, Manuel Lao es, según la fundación que lleva su nombre, “Director y Catedrático extraordinario de la Cátedra Internacional de Emprendimiento y Empleo”. Esa fundación define al magnate del juego como “uno de los empresarios españoles más carismáticos y relevantes del siglo XX”.
Así le describía en 2020 el presidente de Merlin, Ismael Clemente, en una entrevista en elDiario.es: “Es una persona hecha a sí misma desde la absoluta nada, que construyó un imperio en el mundo del juego y que lo vendió y que por tanto ahora mismo está sentado encima de una pila de caja y en estos momentos está pensando ya en la preservación de ese dinero de cara a las generaciones futuras de su familia”.
Y lo cierto es que desde que materializó esa pila de millones, su holding de inversiones ha estado muy activo. Hace unos días se anunció la entrada de Nortia en MyInvestor, el neobanco respaldado por Andbank, AXA, El Corte Inglés y varios ‘family office’, liderando una ronda de financiación de 45 millones. En 2023 Nortia compró un 15% de la firma de asesoramiento financiero Arcano. También fue accionista de la inmobiliaria cotizada Healthcare, especializada en residencias de ancianos, con un 20% que acabó vendiendo en 2022.
Entre sus inversiones también se cuentan la panificadora británica Gail´s Bakery, la biotecnológica estadounidense The Every Company, el edificio de Casa Seat en Barcelona o restaurantes como el Rías de Galicia de la capital catalana, cuyo propietario, Grupo Iglesias, adquirió en 2021, rescatándolo de la crítica situación provocada por la COVID-19.
Como muchos otros ricos españoles, Lao también ha realizado inversiones en energías renovables a través del fondo Q-Energy. Y tiene presencia en el agroalimentario a través de la firma olivarera y aceitera Dehesa El Molinillo.