Las tarjetas 'black' como cambalache de indemnizaciones con dinero público. Así aparece el plástico opaco de Caja Madrid en un nuevo correo electrónico incorporado a la investigación judicial. En el mensaje, un directivo próximo a jubilarse propone que se le compense con el uso de “la tarjeta visa personal”, a pesar de que ya no va a prestar servicios en la cúpula de la entidad.
La Fiscalía Anticorrupción ha presentado un escrito en el que pide al juez Fernando Andreu que incorpore una veintena de correos electrónicos intercambiados entre miembros de la cúpula de Caja Madrid. Entre ellos figuran varios en los que participa Miguel Blesa y que también aparecían en los incautados por el juez Elpidio Silva en su investigación al banquero. En este apartado se encuentra el mensaje que publicó eldiario.es en diciembre de 2013 y que desveló la existencia de las tarjetas 'black'.
Otros en los que no aparece Blesa como remitente ni destinatario fueron puestos por Bankia a disposición de PricewaterhouseCoopers el pasado año. La consultora elaboró un informe forensic para el FROB, que a su vez remitió a la Fiscalía el 30 de diciembre de 2014. Una vez analizado, los fiscales Alejandro Luzón y Luis Rodríguez Sol consideran que los correos son relevantes para la causa de las tarjetas 'black' y piden a Andreu que los incorpore a la causa.
Ramón Rodríguez Vilches era director de Riesgos en Caja Madrid. El 4 de febrero de 2011, el director de Recursos Humanos, Federico Navarro Cuesta, escribe a Vilches para informarle de que el importe de su prejubilación es de 1,8 millones de euros en los conceptos de “indemnización, convenio especial y aportación al plan de pensiones”. “El lunes hablamos y vemos qué podemos hacer (préstamo, vehículo...). Un abrazo”, se despide.
Ocho días más tarde, supuestamente después de hablar en persona, el interesado contesta, poniendo en copia al director general de la entidad, Ildefonso Sánchez Barcoj. “He reflexionado sobre la propuesta de baja remunerada hasta junio para percibir el 50% de la retribución variable de este año, moralmente creo que no me voy a sentir bien con esta opción, por ello os pido que la descartemos”, comienza su correo.
Y continúa: “A cambio podría tener la tarjeta visa personal, límite anual de 46.000 euros, durante 12 meses a contar desde mi salida, el impacto económico es menor que la opción anterior, pero moralmente me parece mejor opción, que junto al coche y la cancelación de los dos préstamos que tengo (pendiente 196.315 euros, uno de ellos con garantía de seguro de vida, 20.475 euros, y el otro con garantía hipotecaria por 175.839 euros), sería el conjunto de compensaciones”.
La investigación ha puesto de manifiesto que un total de 28 consejeros de Caja Madrid siguieron utilizando sus tarjetas 'black' hasta ocho meses después de salir de la entidad. Sin embargo, el último gasto que consta de Rodríguez Vilches es del 27 de febrero de 2011, apenas unos días después del intercambio de correos mencionados.
La documentación incorporada a la causa cifra en un total de 99.899,36 euros los 465 pagos que Rodríguez Vilches hizo con su tarjeta 'black' desde que la obtuvo en 2008. Rodríguez Vilches pasó la tarjeta en restaurantes, pagó billetes de avión, compró en El Corte Inglés, fue al supermercado e incluso se acercó once veces al cajero para retirar dinero en efectivo.
Rato, Blesa y Sánchez Barcoj
Por el momento están imputados en la pieza separada del caso Bankia que investiga las tarjetas opacas Miguel Blesa, Rodrigo Rato y Sánchez Barcoj. La acusación popular, que ejerce UPyD, ha solicitado al juez Fernando Andreu que cite como imputados a otros 81 miembros de la cúpula que utilizaron esas tarjetas, una remuneración que ni la entidad ni ellos declaraban a Hacienda.
En el mismo escrito donde los fiscales piden la incorporación de los correos, Luzón y Martínez Sol informan de que han presentado denuncia ante el Juzgado Decano de Madrid por el grueso de los gastos realizados con las tarjetas 'black'.
Argumentan que se produjeron en un periodo de tiempo y en una entidad distinta a la investigada en la Audiencia Nacional. En este tribunal, Andreu investiga la fusión de las siete cajas, el deterioro patrimonial de Bankia y su salida a bolsa. Los fiscales creen que un juzgado de Madrid debe hacerse con la investigación de las tarjetas 'black' en la época de Caja Madrid (14,8 millones). El resto, hasta completar los 15,2 millones de euros que se esfumaron en alcohol, viajes y comidas, debería seguir siendo investigado en la Audiencia Nacional por haberse producido los gastos ya en época de Bankia, según el criterio fiscal.