Si por definición una noticia es “un dato o una información nuevos, referidos a un asunto o a una persona”, Friedrich Merz, el jefe del principal partido de la oposición en el Bundestag, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), se convertía en eso mismo hace unos días cuando se mostraba abierto a que haya una subida de impuestos para los más ricos en Alemania.
“Que el tipo impositivo máximo esté en un 42% ó en un 45% no es decisivo. Lo importante es aliviar a la clase media”, decía Merz en una de sus más recientes entrevistas. La concedía al dominical Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung,que presentaba en “exclusiva” a un Merz “dispuesto a aceptar un mayor tipo impositivo máximo”.
Actualmente, para los que más ganan en Alemania hay dos tipos impositivos. Es de un 42% para aquellas personas que ganan más de 58.597 euros al año o 117.194 euros anuales, si los dos cónyuges en una pareja cotizan juntos. Hay otro porcentaje, del 45%, para aquellos que ganen por encima de 277.826 euros.
Son porcentajes que se alejan mucho del 53% que recibía el Estado alemán de aquellos que más ganaban en los primeros años en la Cancillería Federal del socialdemócrata Gerhard Schröder.
A los dos años de llegar al poder, ese impuesto comenzó a bajar hasta llegar al 42%. La canciller conservadora Angela Merkel se preocupó de mantenerlo ahí, aunque en su primera legislatura aparecería el 45% para los que más ganan en el grupo considerado más acomodado del país.
Ver ahora a Merz “dispuesto a aceptar un mayor tipo impositivo máximo” es algo que han tardado poco en saludar en el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), la formación de Olaf Scholz. El secretario general del SPD, Kevin Kühnert, confesaba en unas declaraciones recogidas por el diario berlinés Der Tagesspiegel que los socialdemócratas siguen con sumo interés cuanto tienen que decir en materia de fiscalizad los conservadores.
“Seguimos con impaciencia si Merz será capaz ahora de aplicar un cambio de rumbo en su CDU o si esto no ha sido más que otro globo sonda”, sostenía Kühnert, un político joven con, entre otros méritos, haber demostrado ser un estratega político de éxito. Este socialdemócrata berlinés, con solo 34 años, ya es diputado en el Bundestag además de tener uno de los cargos más relevantes de su partido. De tacticismo político sabe Kühnert, y de ahí que su valoración sobre las palabras sobre Merz tenga relevancia.
En Los Verdes, otra formación interesada en subir el impuesto a los que más ganan hasta el 48%, según recogía su programa de las últimas elecciones generales, las palabras de Merz también han debido interesar. Esto es así, pese a que el líder de la CDU dice tener a Los Verdes como “principal rival” en la política germana.
Christian Lindner: “Ese cálculo no cuadra”
En su entrevista, lo que parecía hacer Merz era retomar una idea del también democristiano Jens Spahn, el que fuera ministro de Sanidad de Merkel en lo peor de la pandemia de COVID-19. Él ya lanzó a principios de este año esa idea de mover hacia arriba el 42% al primer grupo de personas que más ganan en Alemania.
De acuerdo con Christian Lindner, el ministro de Hacienda, vicecanciller y líder del partido liberal FDP, las ideas de la CDU no conviene tomárselas en serio. En declaraciones a ElDiario.es, Lindner asegura que “la CDU no sabe de verdad si quiere subir el tipo impositivo máximo; Spahn y Carsten Linnemann [actual secretario general de la CDU] han planteado esa idea de aumentar ese impuesto para así poder aligerar a las clases medias. Pero ese cálculo no cuadra”, respondía Lindner este jueves a este periódico en el marco de un encuentro con la Asociación de la Prensa Extranjera (VAP).
Para que hubiera alivio en la clase media, “habría que subir ese impuesto tanto que no sería económicamente responsable”, abundaba el ministro de Hacienda y líder del FDP. Este partido, de ideología liberal-conservadora, es el “socio natural” de los democristianos alemanes.
Sin embargo, por las palabras de Lindner, la relación ideológica entre FDP y CDU no pasa por buen momento. Algo parecido puede decirse del papel de Lindner y del resto de figuras del FDP en el Ejecutivo que componen socialdemócratas, ecologistas y liberales. Los políticos del FDP suelen sacar pecho de evitar las subidas de impuestos en el país. En lo que respecta a los más ricos, ahora parecen coincidir CDU, SPD y Los Verdes.
Merz difiere del Gobierno en (casi) todo lo demás
Tanto SPD como Los Verdes y el FDP han venido recibiendo de parte de Merz y su CDU muchas críticas en áreas políticas claves para el futuro del país, ya sea el ámbito energético, el de seguridad y defensa o el presupuestario. Por ejemplo, Merz ha criticado el abandono nuclear llevado a cabo por Scholz y compañía este año, un hito en la política alemana que se produjo después de haber dejado funcionando hasta abril las tres centrales que seguían operativas debido a la crisis energética.
En otra muy comentada y reciente entrevista, Merz aludía en el diario Bild, el periódico más leído del país, a las cosas que él haría si pudiera acceder mañana a los mandos de la Cancillería Federal. Entre ellas figuraba “reconectar inmediatamente a la red eléctrica las centrales nucleares desmanteladas”, decía.
También ha criticado el líder conservador esta semana al Gobierno de Scholz por el fondo especial de 100.000 millones de euros para rearmar al Ejército alemán pues, para él, resulta una solución “transitoria”, impropia de una situación geopolítica que desde el año pasado debería haber obligado a “reordenar las prioridades de gasto” del país.
Esta semana, en la que se debatían los presupuestos para 2024, Merz parecía negar la iniciativa diciendo que “el presupuesto federal de 2024 no responde a los retos fundamentales” a los que se enfrenta Alemania. Lindner, por su parte, concluía en Berlín este jueves que es “bueno” para Alemania que “la CDU no esté en el Gobierno”.