Convertir todo el parque inmobiliario español en sostenible costará hasta 350.000 millones
Más de 130 países se han comprometido con la neutralidad de emisiones de gases con efecto invernadero en 2050 y, aunque la COP26 está poniendo en evidencia que potencias como India o China manejan su propio calendario, los Estados de la Unión Europea sí tienen marcado en rojo la mitad de siglo como meta para lograr las cero emisiones.
Un objetivo de rebajar la huella climática que ata el modelo de producción de la industria o del transporte y, también, del parque de vivienda y de oficinas. No solo porque las nuevas edificaciones ya deben tener etiqueta de eficientes, sino porque el parque inmobiliario, además, tiene que renovarse para evitar ser un agujero por donde se escapa energía.
Una transformación sostenible que va a conllevar una millonaria factura, también en España, y que el sector ya está empezando a calcular.
“El parque inmobiliario europeo deberá renovarse durante los próximos 25 años si queremos alcanzar el objetivo de emisiones cero en 2050, tal y como ha establecido la Unión Europea”, señala Alberto Díaz, 'managing director de capital markets' de la consultora inmobiliaria Colliers.
“Si ponemos esto en contexto, la inversión necesaria equivale a destinar durante esos 25 años el mismo volumen anual de inversión que el que registra toda Europa en el sector inmobiliario: unos 300.000 millones al año. Queda por ver quién deberá asumir estos enormes costes de renovación: inversores, propietarios, gobiernos o la sociedad en su conjunto”, indica Díaz.
De esta forma, según los cálculos de esta consultora, la factura para el conjunto de Europa superaría los 7 billones de euros, de aquí a 2050.
¿Qué factura corresponde a España?
Al mercado español le corresponde un porcentaje relativamente pequeño de ese total que, dada la suma, es significativo. “El mercado de inversión inmobiliaria en España supone aproximadamente un 5% del total de la inversión directa en activos inmobiliarios en la región. Si tenemos en cuenta esta cifra, podemos considerar que, al menos, un 5% del total estimado para rehabilitación y sostenibilidad debería acometerse en España en los próximos años, lo que supondría unos 350.000 millones de euros, aproximadamente”, explican a elDiario.es desde la citada firma.
En cuanto al punto de partida en este mercado, la consultora es crítica debido, asegura, a que las rentas que se abonan son inferiores a las de otros países europeos. “El parque de activos en explotación adolece de mayores problemas de sostenibilidad respecto al de los principales países europeos, dado que las rentas de alquiler en España son significativamente menores que en dichos países y, debido a este hecho, la calidad de la construcción de nuevos proyectos no siempre permite rentabilizar los mayores costes de construcción de inmuebles de alta eficiencia y sostenibilidad”, asegura Colliers.
“Los principales objetivos de rehabilitación para cumplir con los objetivos de sostenibilidad y eficiencia energética deberían ser en el parque histórico de viviendas construido hace más de 15 años y una parte importante de los edificios de oficinas de las principales ciudades españolas, con especial incidencia en los ocupados por las administraciones públicas”, argumenta la firma.
¿Qué se está haciendo en España?
Al margen de las sumas que empieza a desglosar el sector inmobiliario, las administraciones públicas también han realizado estimaciones de las inversiones necesarias en rehabilitación energética. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha calculado una inversión parcial, solo en una parte de los inmuebles y de cara a la presente década, dentro de la 'Estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación en España', publicada el pasado año.
En ella, calcula el impacto económico en rehabilitación térmica en algo más de 26.000 millones entre 2020 y 2030. De esa cifra, cerca de 7.100 millones corresponden a ayudas públicas. Y, de estos últimos, 4.760 millones a fondos estatales y otros 2.380 millones a fondos europeos.
Pero ese marco de 26.000 millones no corresponde a todo el parque de inmuebles ni a todo tipo de actuaciones.
Esa memoria económica detalla, por ejemplo, que más de 14.000 millones de euros se dedicarán a actuaciones para mejorar la “envolvente térmica en edificios del sector residencial”, el aislamiento respecto al exterior. Una medida que puede alcanzar más de 1,2 millones de viviendas en 2030, respecto a un parque que, en el conjunto de España, roza los 26 millones de hogares, según los datos que publica el Instituto Nacional de Estadística.
Además, están las actuaciones de instalaciones térmicas dentro de las viviendas, que el Ministerio calcula en más de 384.000 al año, lo que supondría mejorar las instalaciones energéticas de cerca de 3,85 millones de inmuebles, lo que costará más de 11,5 millones de euros.
Una inversión en rehabilitación que ya ha empezado a canalizarse a través de los fondos europeos que va a recibir España dentro del Plan de Recuperación tras la pandemia. De entrada, el plan de rehabilitación y regeneración urbana se lleva 6.820 millones de los fondos aprobados por Bruselas. De los que prácticamente la mitad corresponden a rehabilitación de inmuebles.
Además, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana contempla otros 1.000 millones para nuevos edificios 'ecoeficientes', pero dentro del programa de construcción en vivienda social –el mismo programa que busca hacer accesible el alquiler– y que está obligado a poner en marcha de la mano de comunidades autónomas y ayuntamientos, a razón de 500 millones de euros en 2022 y otros tantos para un año después.
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