El crecimiento de los márgenes de las empresas eleva las dudas sobre la política de subida de los tipos de interés del BCE
Las actas de la última reunión del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) recogen la primera ocasión en la que han surgido dudas entre sus miembros [que conforman el principal órgano decisorio de la institución] sobre la agresividad de las subidas de los tipos de interés oficiales para luchar contra la inflación. Una estrategia que busca “enfriar” la economía, y dañar el consumo de las familias o la capacidad de inversión de las empresas. Y que asume el riesgo de provocar una recesión económica y un aumento del desempleo.
El documento, publicado este jueves, narra la discusión sobre la decisión de principios de febrero de elevar el 'precio del dinero' oficial 0,5 puntos, hasta el 3%. El acta relata que “si bien hubo un amplio acuerdo en que era necesario continuar con este endurecimiento de la política monetaria [que arrancó en julio de 2022 desde el 0%], se expresaron reservas sobre la comunicación propuesta de un incremento” de los tipos de interés de referencia de otros 0,5 puntos en la reunión del próximo 16 de marzo.
“Se señaló que las tipos oficiales se estaban acercando a un nivel en el que se necesitaba precaución para garantizar que la política monetaria no se endureciera en exceso”, atestiguan literalmente las actas.
Este mismo jueves, una exclusiva de la agencia de información económica Reuters desveló una de las principales razones que habrían sustentado estas dudas. Los economistas y los miembros del consejo de gobierno del BCE manejan datos internos (que no han hecho públicos) que demuestran que las empresas están sacando provecho de la inflación, mientras que las familias sufren un daño histórico, y doble: por el impacto de las mayores subidas de los precios en 40 años y por el incremento del coste de las hipotecas y del resto de préstamos.
“Los datos recogidos en más de dos docenas de diapositivas presentadas a los 26 miembros del consejo de gobierno [los gobernadores de los bancos centrales de cada país de la eurozona más el comité ejecutivo (Christine Lagarde, Luis de Guindos, Isabel Schnabel y compañía)] reflejan que los márgenes de ganancias de las empresas han aumentado en lugar de reducirse, como cabría esperar cuando los costes [principalmente la energía] aumentan con tanta fuerza”, incide Reuters.
Es decir, las empresas han trasladado de media -sobre todo las grandes y, en concreto, el sector energético, la industria o la banca- el aumento de los costes a los precios de venta, mejorando sus beneficios y cargando la mayor parte del golpe de la inflación sobre los consumidores y los salarios. Esta estrategia realimenta la inflación.
Esta conclusión es muy incómoda para el BCE y eso explicaría que sea interna, como indica Reuters. Es molesta porque una inflación alimentada por los beneficios de las empresas tendería a autocorregirse a medida que las empresas se ven obligadas a competir. De esta forma, reducirían los precios de venta (y con más razones si cae la energía como está ocurriendo actualmente). Así, la crisis de inflación se convierte en “una crisis muy diferente” a la amenaza de una espiral de precios y salarios.
Un riesgo del que, sin embargo, vienen alertando desde la institución hace meses, desde su presidenta Christine Lagarde en la entrevista que concedió al programa de Antena 3 'Espejo Público' este jueves, a su vicepresidente Luis de Guindos en una conferencia en la universidad privada CUNEF, en Madrid, este viernes.
Mejora de los márgenes en España
Pero estas cifras tan incómodas para el BCE son ya muy difíciles de ignorar. En el caso de España, por ejemplo, los beneficios empresariales crecieron un 30% y los salarios apenas un 4%, según las estadísticas de la Agencia Tributaria. Y tanto el Banco de España como muchas otras fuentes destacan una mejora de los márgenes.
“Los datos más recientes de contabilidad nacional [del INE] sugieren que el dinamismo que los márgenes empresariales habían mostrado hasta el tercer trimestre –fundamentalmente para recuperar los niveles pre pandemia– se habría prolongado en el cuarto trimestre de 2022 [en nuestro país], lo que situaría a estos márgenes por encima de los niveles observados a finales de 2019 [de media]”, asegura el Banco de España.
El catedrático de Economía Aplicada de la UCM, Rafael Myro, incide en esta cuestión, también según los datos de contabilidad nacional del INE. “El incremento de los beneficios [de las empresas] explica casi por completo el aumento del deflactor del PIB en 2022 [la inflación interna, que excluye las importaciones, lo que se compra fuera de España]”, explica este experto.
“Tras el año 2020, marcado por la pandemia, en el que aumentaron sensiblemente los costes laborales (salarios), debido sobre todo a la disminución de la productividad del trabajo, al tiempo que se reducían de forma drástica los beneficios empresariales. Éstos comenzaron a recuperarse ya en el último trimestre de 2021, un año en el que los impuestos indirectos se incrementaron considerablemente para recuperar el nivel prepandemia. Pero ha sido en 2022 cuando los beneficios de las empresas han experimentado un aumento decisivo, contribuyendo a acelerar la inflación”, añade.
“Los sectores de actividades extractivas y energía y banca han destacado así mismo por el alza de sus beneficios. Algunos servicios, como los de ocio y hostelería, han experimentado también una recuperación de sus márgenes, pero sufrieron más durante la pandemia”, continúa Rafael Myro.
Buen arranque de 2023 para las empresas
Estas conclusiones coinciden con los últimos datos de los índices adelantados PMI de la industria y de los servicios en nuestro país. Según este indicador, la actividad en los sectores manufactureros creció en febrero por primera vez en ocho meses debido a la resistencia de la demanda, gracias a la fortaleza del mercado laboral, y por la descongestión de las cadenas de suministro del comercio global.
Por su parte, el índice PMI del sector servicios sumó cuatro meses consecutivos al alza marcando expansión de la actividad. Estos indicadores los elabora S&P Global para cada mes en base a encuestas a cerca de 400 empresas de cada ramo.
“Según las empresas encuestadas, el factor principal que respaldó dichos resultados fue un fortalecimiento sostenido de las condiciones de la demanda”, explica Laura Denman, economista de S&P Global Market Intelligence.
“Las tasas de inflación de los precios pagados y de los precios cobrados volvieron a ser históricamente altas en febrero y, aunque más débiles que las máximas de la encuesta registradas en marzo del año pasado, solo han mostrado indicios leves de atenuación. Pese a ello, las empresas mantuvieron una perspectiva muy optimista para la actividad comercial durante los próximos doce meses, y el grado de confianza fue igual que el más fuerte en un año”, concluye este experta.
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