Cuba registró un incremento del 25 % en el uso de redes sociales desde 2017, periodo en el que los cubanos pasaron de acceder principalmente a Facebook a preferir también la plataforma de vídeos Youtube, a pesar de que la isla permanece aún hoy entre los países más desconectados del mundo.
Según un informe de Globalstats, una herramienta estadística online sobre acceso a la red, en Cuba el acceso a Facebook cayó del 88 % en septiembre de 2017 al 46,5 % este año, mientras que las conexiones a Youtube crecieron vertiginosamente del 2,46 % al 36,18 % el pasado septiembre.
De acuerdo con este estudio, los cubanos utilizan más Pinterest, una red diseñada para compartir imágenes que sirvan de inspiración creativa, que la popular Twitter, una de las redes más utilizadas en el resto del mundo.
El incremento en las visitas de los cubanos a la plataforma de vídeos Youtube coincide con la mejoría en la velocidad de acceso desde la isla a los productos de Google (entre ellos Youtube y Gmail), tras la firma de un acuerdo entre el gigante tecnológico estadounidense y el Gobierno cubano hace dos años.
Ese acuerdo permitió la instalación en la isla de servidores de almacenamiento que reducen el tiempo de carga de los contenidos de Youtube más demandados.
También han aumentando en número y calidad los “youtubers” cubanos desde que el Gobierno decidió en 2015 abrir cientos de puntos públicos de internet wifi.
En ellos miles de cubanos se asomaron por primera vez al mundo online, a pesar de los altos precios de conexión con respecto a los bajos salarios estatales.
Apenas un año después de la apertura del acceso a la red en 2016, el hoy presidente cubano Miguel Díaz-Canel anunció que Cuba fue el país que más creció ese año en penetración en las redes sociales, con un aumento del 346 %.
La conexión libre, rápida y barata a internet es aún una asignatura pendiente para Cuba (11,1 millones de habitantes), que registra más de 5,9 millones de usuarios de internet, según datos oficiales.
El Gobierno cubano trata de paliar la desconexión con una “política de informatización” para corregir el retraso histórico con respecto al resto del mundo, en el marco de la cual este año autorizó la comercialización de internet en los hogares, antes restringido a algunos profesionales.