Qué se está planeando en Puerto del Rosario

En la web de La Moncloa podemos leer que el pasado 22 de octubre “el Consejo de Ministros ha autorizado licitar por 44 millones de euros la construcción de un dique-muelle comercial en el puerto de Puerto del Rosario, en la isla de Fuerteventura”.

“Los trabajos contemplan la ejecución de una nueva estructura exterior que dará continuidad al muelle comercial, mediante dos formaciones alineadas: la primera de ellas tiene una sección en talud y su objetivo fundamental es conectar las instalaciones actuales con la segunda formación de la obra, de 375 metros de longitud y sección vertical, solución técnica que permitirá el atraque de buques en su cara interior”.

“Se consigue así mejorar las condiciones de abrigo en la parte sur del puerto y generar una nueva línea de atraque, que se destinará en primer término a la descarga de combustible. De esta forma, se independizan este tipo de descargas, que necesitan de mayor seguridad, hacia una zona más alejada del resto de actividades que se realizan en el puerto, abriendo además la posibilidad de ser utilizada por otro tipo de tráfico que opera en la instalación, ampliando consiguientemente su capacidad global”.

Esta información, que en principio podría parecer inocua, presente una serie de interrogantes al albur de otras cuestiones que han ido sucediendo en fechas cercanas.

En primer lugar, tenemos que recientemente se ha cerrado la lista de ofertas admitidas y excluidas del proceso de concurrencia competitiva, por el cual Canarias en general, y Fuerteventura en particular, iba a ser dotada de potencia adicional en la generación térmica, concretamente en la isla majorera esa potencia adicional asciende a la cantidad de 65 MW.

En segundo lugar y debido a la declaración de emergencia energética, el Gobierno de Canarias convocó con carácter de urgencia un proceso para cubrir con grupos de emergencia algunas islas del archipiélago. Concretamente en Fuerteventura las necesidades argumentadas eran de 50 MW.

En tercer lugar, dadas las características de los 115 MW (casi el 50% de la potencia instalada en la isla) requeridos en total, todo parece apuntar que el combustible que van a utilizar será el gas natural, que será transportado a la isla mediante buques metaneros en forma de gas natural licuado.

En cuarto lugar, el Gobierno de Canarias ha desestimado la ubicación de estos grupos ofertado por la corporación local en la zona de Los Llanos Pelados, por lo que la ubicación en la zona de la Central de Salinas cobra más fuerza que nunca.

En quinto lugar, si bien es cierto que Endesa tiene limitada su participación porque sobrepasa con creces el límite legal del 40%, no es menos cierto que en caso de no haber ofertas de otros operadores Endesa puede optar a hacerse con la potencia adicional. En este sentido cabe recordar que la presentación de solicitudes se amplió en un mes más y todo parece indicar que por la falta de ofertantes.

En sexto lugar, suponiendo que la ubicación final de esos grupos sea las Salinas y que el combustible fuera gas natural, la solución técnica más sencilla (que no la más conveniente) sería atracar los metaneros en el muelle de Puerto del Rosario y mediante algún tipo de canalización hacer llegar el combustible a la zona de generación.

En séptimo lugar, durante 2022 y 2023 se han estado llevando a cabo unas obras supuestamente de alcantarillado que curiosamente coinciden, en su recorrido, desde el puerto hasta las inmediaciones de la central. Estas obras, fuertemente contestadas por la población, estuvieron rodeadas de un secretismo y especulaciones más allá de lo usual.

Tanto la información inicial como el resto de puntos están totalmente contrastadas, lo que es simplemente una conjetura es la posible relación que pueda haber entre una y las otras, pero a priori todo parece encajar de una manera matemática. Si esto fuera así, la población de Puerto del Rosario debería tener todo el derecho del mundo a conocerla de primera mano de boca de sus representantes políticos en las distintas administraciones para poder expresar su opinión al respecto. Si la decisión que se  está tomando es alargar indefinidamente la vida de la central de Las Salinas, esto requiere la aprobación de la población afectada.