Decenas de personas con sus cuerpos pintados se manifestaron hoy frente al edificio del Congreso chileno con el fin de llamar la atención de los legisladores sobre la sustentabilidad de la nueva Ley de Pesca, articulado que desde hace meses se tramita en ese parlamento.
La iniciativa forma parte de una campaña que viene desarrollando Greenpeace con el fin de incorporar elementos que, a juicio de la organización, son fundamentales para que la ley, que entrará en vigencia el 1 de enero de 2013, permita definitivamente detener la sobreexplotación marina.
Según la organización ecologista, los debates en la agenda pública se han centrado en aspectos muy importantes pero no en la sustentabilidad.
La nueva Ley de Pesca, en la que destacan temas como la preservación del ecosistema, el uso obligatorio del sistema de posicionamiento global (GPS, por su sigla en inglés), pago de patentes, pesca de arrastre y cuotas de pesca, debe entrar en vigencia el 1 de enero, de lo contrario el sector quedará sin una norma que regule las capturas.
En los meses en que la ley se ha estado tramitando, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, la iniciativa ha recibido más de 200 indicaciones tanto de parte del Ejecutivo como de los legisladores.
A mitad de año, el sector pesquero estuvo en pie de guerra por la nueva ley, especialmente los pescadores artesanales quienes reclaman de los barcos mercantes altos índices de sobreexplotación.
Cientos de pescadores se manifestaron en el litoral del país, con más de 5.000 kilómetros de costas, contra una normativa apadrinada por el ministro de Economía, Pablo Longueira, que consideran perjudicial.
El Ejecutivo, que cuenta con el apoyo de los industriales, defiende que esta ley es necesaria para dar sostenibilidad al sector ante la sobreexplotación de los recursos, pero los pescadores responsabilizan de ese colapso a las empresas y temen que los cambios consoliden la “privatización” del mar.