Enero ha comenzado con malas noticias para el mercado laboral, como es habitual. El primer mes del año se caracteriza por la destrucción de puestos de trabajo tras la campaña navideña y debido a la tradicional 'cuesta de enero', que resiente el consumo. Sin embargo, este 2020 la pérdida de empleos ha sido mayor que en los pasados años, la más alta desde 2013. A ello ha contribuido la desaceleración de la economía y del mercado laboral, además unos datos especialmente desfavorables en el empleo agrícola, sobre todo debidos a una mala cosecha de la aceituna.
El balance general de enero deja una pérdida de 244.044 afiliados de media en la Seguridad Social respecto a diciembre de 2019. En número de trabajadores, la mayor destrucción de empleo se concentra en dos sectores típicos que reducen mano de obra en esta fecha: el comercio, 43.057 afiliados menos, y la hostelería (-42.987). Estas dos ramas de actividad están directamente afectadas por el fin de muchos contratos eventuales de trabajo de la campaña de Navidad y la reducción del consumo tras estas fiestas.
Tomando como referencia los meses de enero de los años anteriores, en términos porcentuales, se comprueba que la reducción de empleo es generalizada en el primer mes del año. En el caso del comercio y la hostelería, los datos están en la línea de los últimos años, aunque aumentan ligeramente, algunas décimas, este 2020.
Al comercio y la hostelería le siguen en pérdida del número de afiliados las actividades administrativas y servicios auxiliares (-39.752), las actividades sanitarias y servicios sociales (-14.973), y la industria manufacturera (-12.514). Con los datos porcentuales de los últimos meses de enero –que miden la caída de trabajadores respecto a los que están ocupados en cada momento–, se comprueba que la reducción de afiliados ha sido algo más acentuada en las actividades sanitarias respecto al primer mes del año anterior.
Si miramos los datos relativos de pérdida de trabajadores de este mes de enero, según rama de actividad, destacan dos: los transportes y almacenamiento y el empleo agrario. En el primer caso, la afiliación se redujo un -1,14% este inicio de año, mientras que en enero de 2019 el dato era casi de la mitad (-0,52%). El empleo en el Régimen Especial Agrario se contrajo este enero un -1,61%, cuando el año pasado la cifra fue del 0,08%.
Hay que decir que, al contrario del resto de ramas de actividad, los datos del empleo agrario varían mucho en los meses de enero de los distintos años. Como ha recordado este martes el nuevo secretario de Estado de la Seguridad Social, Israel Arroyo, es un área muy susceptible de cambios por factores exógenos, como los meteorológicos y los comerciales.
Los transportes sufren la desaceleración
El responsable de Carretera y Urbanos de UGT, Emilio Cardero, señala los transportes y el almacenamiento como una especie de medidor de la desaceleración económica. “Cuando hay un cierto bajón, donde más se nota es en el abastecimiento de bienes, en la logística que los reparte, en lo que se mueve en las grandes superficies...”, explica.
Por el momento, en el sindicato han apreciado que la desaceleración económica se está plasmando en un menor empuje del empleo en la logística, el almacenamiento y la distribución. “De momento no vemos pérdida de empleos fijos, pero sí que no hay renovaciones”, afirma Cardero. “En el momento que se resiente un poco el consumo interno, se nota. La gente, con las noticias de recesión, duda y espera: no se compra un coche, espera a ver qué pasa, no consume”, resume el sindicalista.
Pese a los malos datos específicos de enero respecto a diciembre, si se atiende a qué ocurre en los últimos doce meses, España sigue creando empleo. Pero, como apuntaba Cardero, el crecimiento del empleo es menor, como también es inferior el empuje de la economía en general.
En enero, el ritmo interanual (enero 2020-enero 2019), fue del 1,83%, por debajo del 2% por primera vez desde 2014.
¿Qué ocurre por ramas de actividad en el último año? En este caso encontramos que casi todos los sectores siguen creando empleo, excepto el sector agrario, las actividades financieras y de seguros (con importantes ERE en el último año en la banca), el empleo del hogar y el de suministro de energía.
Aunque en la mayoría de actividades aún aumenta el empleo, no todas se comportan igual. La de actividades sanitarias y servicios sociales, por ejemplo, registra un importante empuje del número de trabajadores, con un incremento interanual del 6%. En general, a lo largo de 2019 el crecimiento del empleo se está frenando especialmente en la industria, la construcción y el transporte.
La aceituna lastra el empleo agrícola en enero
Además de la desaceleración general de la economía, alimentada por la coyuntura internacional, los datos de empleo de este mes de enero se han visto lastrados por las malas cifras del empleo agrario. El pasado mes el Régimen Especial Agrario perdió 15.317 trabajadores respecto a diciembre, cuando el año pasado aumentó en 1.062 afiliados medios.
El secretario de Estado de la Seguridad Social ha adjudicado los malos registros de este comienzo de año a la mala cosecha de la aceituna, con especial afectación a las provincias de Jaén, Córdoba y Sevilla, así como a los posibles efectos de los aranceles de EEUU sobre la aceituna negra.
Solo entre Jaén, Córdoba y Sevilla suman la pérdida de 11.096 afiliados medios en la agricultura, el 72% del total destruido en el empleo agrícola en este mes.
Fuentes de UPA coinciden en que este año “la cosecha de aceituna ha sido muy mala y al final en lugares como Jaén, la aceituna y el aceite de oliva lo son todo”. Los datos de enero en la Comunidad Valencia tampoco son buenos, una región muy afectada por los temporales Dana y Gloria.
Desde la organización de agricultores explican que “están ahora en campaña de cítricos y por lo que nos comentan no está siendo una campaña fuerte”. El responsable de UGT en Carretera explica que los transportistas están comentando que hay “menos movimiento” en las exportaciones y la distribución de los productos agrícolas de la Comunidad Valenciana.
Joaquín, pequeño agricultor de Baeza (Jaén), explica que ha recogido “un tercio de la cosecha que suelo coger y, como yo, mucha gente que conozco”. El agricultor adjudica la reducción del empleo en la temporada de aceituna a varios factores: “ha habido poca aceituna y la cosecha se ha caído al suelo, porque hubo sol fuerte en septiembre y octubre que la tiró al suelo, el fruto se puso maduro. Así hace falta menos mano de obra para recogerla, se recoge del suelo y punto, el trabajo físico está más en varear la oliva”. En Baeza, “la campaña estaba acabada el 15 de enero, cuando suele terminar a finales de febrero”.
Desde UPA rechazan que los malos datos de empleo en el sector agrícola se deban a la subida del SMI del año pasado, “porque la de este sí que no, aún ni estaba aprobada”. La unión de agricultores subraya que “el problema está en los precios, el campo tiene un problema de falta de rentabilidad”. En ese contexto, la subida del SMI puede incrementar los costes aún más, “pero esto no es por el salario mínimo”.