Desconectado (o “despedido”, en palabras de los repartidores) por no presentar un recibo de su cotización como autónomo. Deliveroo ha echado a uno de los 532 riders que fueron considerados falsos autónomos en el macrojuicio de la Seguridad Social contra la multinacional británica en Madrid. El sindicato UGT, que representó al mensajero en este proceso judicial, pretende recurrir ante los tribunales el caso como un despido improcedente. “Voy a reclamar porque la verdad es que no se merecen que esto quede impune”, afirma el afectado, Carlos (nombre ficticio).
Aunque la Inspección de Trabajo y la justicia en España han estimado en varias ocasiones que los repartidores de Deliveroo deberían ser trabajadores asalariados, como en el caso de los 532 riders de Madrid y los 97 de Valencia, la plataforma sigue manteniendo su modelo de autónomos. La postura pública de Deliveroo, que recurrió ambas resoluciones judiciales, es que no modificará la relación con sus repartidores hasta agotar la vía judicial.
Como consecuencia, los pronunciamientos de los tribunales y la Administración sobre el abuso de falsos autónomos no se ven reflejados todavía en la vida de los repartidores. Es lo que le pasó a Carlos. El 22 de julio, un día antes de que se conociera públicamente la sentencia del macrojuicio de Madrid en el que estaba afectado, desde Deliveroo escribieron un correo electrónico al mensajero para exigirle que les enviara el recibo bancario del pago de la cuota de autónomos de julio a la Seguridad Social.
Un día después, ya con la noticia de la derrota de Deliveroo en el macrojuicio de Madrid, el joven respondió a la empresa por qué le pedían ese comprobante de pago como trabajador autónomo.
La compañía británica respondió al rider al día siguiente –24 de julio– que según una cláusula de su contrato debía estar dado de alta en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomo) y, “cuando Deliveroo se lo solicite, deberá facilitar un justificante del cumplimiento de sus obligaciones fiscales y en materia de Seguridad Social”.
El mensajero denunciará “el despido”
Después de que Carlos no enviara el documento requerido, la multinacional de reparto le comunicó en un correo electrónico el 5 de agosto que daba “por terminado su contrato de prestación de servicios a día de hoy”. Deliveroo lo había desconectado. “Despedido”, defiende Rubén Ranz (UGT), que explica que el sindicato está estudiando el caso para denunciar un “despido improcedente”.
Fuentes de Deliveroo afirman a este medio que “la compañía no va a hacer ningún comentario sobre un caso en particular”.
En opinión de Adrián Todolí, profesor de Derecho del Trabajo en la Universidad de Valencia, el caso podría ser “un despido nulo”, si se demuestra que se trata de una represalia de la empresa a la pretensión del trabajador de ser reconocido como empleado.
En cualquier caso, añade Todolí, si se confirma que el trabajador tenía una relación laboral o no de asalariado (como ya ha concluido una vez la justicia), el despido como mínimo sería improcedente. “Está claro. No pagar la cuota de autónomo no es causa de despido del Estatuto de los Trabajadores”.
Bajo el mando de Deliveroo, pero sin derechos
Carlos explica que en realidad, tras unos tres años como mensajero de Deliveroo, ya no estaba repartiendo con la plataforma porque no le salía a cuenta. “No me daba el dinero, no compensaba. Mi cuota de autónomos era ya de casi 300 euros y tenía que sumar el seguro, el mantenimiento de la bici, el IRPF... Creo que estuve repartiendo hasta marzo o así”, afirma el ex mensajero.
El joven no pidió a Deliveroo extinguir el contrato, pero dejó de conectarse para trabajar y encontró otro trabajo (como asalariado) que le permite cubrir mejor sus gastos. “Dejé entonces de pagar la cuota de autónomos, pero Deliveroo no tiene por qué pedirme que le envíe un recibo si en los juicios le dicen que debería habernos tenido contratados”, añade.
Desde UGT destacan que, aunque las victorias judiciales en las que se concluye que Deliveroo es quien manda y organiza el trabajo de los riders son importantes, la empresa sigue “empeñada en seguir con este modelo y la gente está muy desprotegida”, destaca Rubén Ranz. La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, ha afirmado que el Ejecutivo en funciones baraja la regulación del trabajo en plataformas de manera prioritaria, en caso de que se forme gobierno.
Carlos llama la atención sobre el desamparo posterior a dejar de repartir. Los repartidores de Deliveroo en Alemania asistieron la semana pasada a la salida de la multinacional del país con un anuncio que les dejaba sin trabajo en cuestión de días y con “compensaciones” muy limitadas, en opinión de la plataforma de mensajeros 'Repartidores al límite'. “Tras tres años pagando [a la Seguridad Social] al final no tienes nada. O tienes un dinero ahorrado o estás con el culo al aire y a buscarte otra cosa”, sostiene el exmensajero para el caso de España.
El joven explica además la sensación de “injusticia” que ha vivido dentro del modelo laboral de Deliveroo, sobre todo en dos situaciones. La primera, “cuando tuve peritonitis en 2017 y me quedé colgado”. Se vio obligado a dejar de repartir, sin ningún ingreso. “Aquí, si no trabajas, no ganas. Es así de claro”, cuenta. La segunda, y más dolorosa, cuando falleció repentinamente su madre: “Rogué para que me dieran permiso para ir a verla, para que no me quitaran después horas. Nunca vi esa ayuda que esperaba de ellos”.