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Demanda pionera de UGT contra Google por el “despido improcedente” de un youtuber

Imagen de archivo de Youtube en un ordenador.

Laura Olías

22 de noviembre de 2023 15:07 h

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Movimiento pionero en los tribunales para tratar de demostrar la relación laboral entre un creador de contenido y Youtube en España. El sindicato UGT ha anunciado una demanda ante los tribunales contra Google España por lo que consideran el “despido improcedente” de un youtuber, Jotapov, cuando la multinacional le desmonetizó su canal 'Último Bastión'. Es decir, que le retiró los ingresos que venía pagándole por sus vídeos.

La demanda judicial se ha interpuesto contra Google España, como titular de Youtube en nuestro país, y “tras un acto de conciliación sin acuerdo” el juicio se celebrará el próximo 26 de junio del 2024, explica el sindicato en una nota de prensa.

Al igual que ocurrió con la batalla laboral de los riders en España, UGT repite con una acción judicial novedosa para tratar de “laboralizar” esta nueva forma de trabajo a través de plataformas digitales, que el sindicato lleva tiempo analizando.

Se trata de una demanda pionera, el sindicato cree que puede ser la primera de este tipo, porque defiende la existencia de una relación laboral –no meramente comercial o mercantil– entre un creador de contenido y Google (Youtube), algo que la multinacional y sus responsables niegan.

Fuentes de Youtube España responden a elDiario.es que están “profundamente comprometidos con el éxito de los creadores, por eso compartimos la mayoría de los ingresos con ellos”. “Recopilamos muchas opiniones cuando nos reunimos con cientos de creadores cada año. Sin embargo, al contrario de lo que se afirma, no son empleados de YouTube de acuerdo con la naturaleza de la relación”, añaden en la multinacional.

Google le retiró “unilateralmente” los ingresos

Jotapov subió su primer vídeo a Youtube “en 2014”, explica a elDiario.es, y después de muchos años acabó dedicándose “a la profesión a tiempo completo”, subiendo vídeos “de contenido político y humor satírico”, así como de “verificación de noticias”.

Dio el paso de dedicarse a ello profesionalmente cuando los ingresos por sus vídeos superaron su anterior salario, de cocinero, explica a este medio. Subía varios vídeos cada día, “incluidos los fines de semana”, y advierte de que no ha tenido “vacaciones ni nada parecido” dadas las exigencias de un canal de este tipo, de actualidad política.

“Para generar dinero en Youtube tienes que cumplir una serie de requisitos que exige la multinacional”, explica Jotapov, como tener un “mínimo de subscriptores, un número de visualizaciones en horas y cumplir unas políticas sobre comunidad”. Por ejemplo, no tener faltas por insultos o noticias falsas, indica el youtuber, que asegura que cumplía todas ellas cuando Google le desmonetizó “unilateralmente” su canal “en agosto de este año”.

Jotapov recurrió la decisión, a través del procedimiento que habilita la multinacional, destacando que cumplía “con las características que ellos piden”. El youtuber destaca que estas decisiones unilaterales cree que “están tomadas por un bot o un algoritmo, de forma automática, tanto la decisión de desmonetizar como las respuestas a las apelaciones”.

El creador de contenido destaca sus cifras: “Más de 117 millones de visitas en Youtube (total acumulado) y 121.000 suscriptores en Youtube en distintos canales”. Desde que la multinacional desmonetizó el canal Último bastión, este creador de contenido afirma que acumula “más de cinco millones de visitas en vídeos sin monetizar”.   

El joven denuncia que Google no solo le dejó sin nuevos ingresos, sino que la última factura –que la empresa paga de forma mensual a los creadores de contenido– le llegó con el dinero generado y después “otra con el símbolo negativo”, en la que le retiraban este dinero. El youtuber reclamará también esta cantidad a la multinacional.

Consideran que es un trabajador

UGT defiende la relación laboral entre el youtuber y Google porque considera que existen “indicios de dependencia y ajenidad suficientes para determinar la laboralidad en este caso concreto, en el que el creador de contenido regularmente prestaba sus servicios y percibía una remuneración derivada de los ingresos publicitarios, que Google gestiona a través de su canal Youtube”.

Esta demanda “pretende abrir el debate y poner de manifiesto las presiones que sufre este colectivo en el desarrollo de su trabajo, que es su medio de vida, y la necesidad de que estos trabajadores sean reconocidos como empleados de la empresa”, destaca el sindicato dirigido por Pepe Álvarez.

UGT menciona un estudio de Oxford Economics para Youtube España, en el que se recoge el impacto económico de los creadores en la siguiente cita: “Nuestra modelización económica sugiere que el ecosistema creativo de YouTube contribuyó cerca de 313 millones de euros a la economía española en 2020 y respaldó 21.000 puestos de trabajo ocupados equivalentes a tiempo completo”.

Con el precedente de los riders, UGT sostiene que “tiene claro el compromiso de luchar contra los falsos autónomos y la precariedad que intentan imponer estos gigantes de las tecnológicas intentando burlar el derecho laboral”. Por ello, emplazan a que otras personas trabajadoras en situaciones similares “se decidan a demandar a las empresas titulares de redes sociales” para que se reconozcan sus derechos “como personas creadoras de contenido, como editoras, como moderadoras, en definitiva, que todas las personas que trabajan en el mundo digital tengan reconocidos los mismos derechos que el resto de la clase trabajadora”.

Jotapov señala “la extraña paradoja de que Google no aporta ni un euro a las arcas de la Seguridad Social como hace cualquier autónomo, empresa o trabajador” y subraya también que la multinacional factura a los creadores de contenido en España “desde Irlanda”.

“Hay elementos que equiparan nuestra situación con otros falsos autónomos en plataformas digitales”, considera el youtuber, que destaca la labor del abogado del sindicato que lleva su caso, Bernardo García, que logró múltiples condenas que reconocieron la relación laboral en el sector de los riders en España.

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