El centro de tenis de Rafael Nadal en Manacor: ¿un ejemplo de “urbanismo a la carta”?

Rafa Nadal Sports Centre. Es el centro de tenis que Rafael Nadal regenta en Manacor y que está en el punto de mira por una enmienda que está tramitando el Parlament balear, la cual permitirá su ampliación y dar uso turístico a las instalaciones. Los partidos de izquierdas –menos el PSOE– y los ecologistas creen que esta táctica supone una defensa de los intereses particulares de una de las familias más conocidas de la isla. Un ejemplo de “urbanismo a la carta”, aseguran estos colectivos.

La ampliación del centro y su uso turístico sería posible gracias a una enmienda que ha presentado el PP en la Ley de Vivienda autonómica, pensada, por ejemplo, para ofrecer soluciones habitacionales a personas con pocos recursos. Con ella, el tenista podrá desarrollar una actividad turística en un centro deportivo. La Conselleria de Territori, bajo la dirección del socialista Marc Pons, se encargó de la redacción final de esta enmienda, según informó en primer lugar Última Hora y acreditó IB3. eldiario.es se ha puesto en contacto con el centro de Nadal, pero no ha recibido respuesta.

El centro, construido gracias una ley aprobada de urgencia durante la legislatura de José Ramón Bauzá (PP), fue declarado de interés general por su “indiscutible relevancia para el desarrollo económico y social”. Así, quedó justificada “la idoneidad de los terrenos que se deberán transformar urbanísticamente para acoger el centro”, según la Ley 5/2012, de 23 de mayo, de medidas urbanísticas para la ejecución del Centro Internacional de Tenis Rafael Nadal.

“Es urbanismo a la carta”

Ahora, la familia Nadal quiere cambiar su proyecto. Més per Menorca, Més per Mallorca y Podem critican que se quiera tramitar la modificación a través de una enmienda –que fue incorporada a la Ley de Vivienda en ponencia gracias a la abstención del PI y los votos favorables del PSIB, del PP y de C's. También lamentan que la enmienda afecte a la Ley de Vivienda: “La normativa queda un poco tocada”, comenta Joana Aina Campomar (Més per Mallorca). “Están retrasando la ley y desvirtuando su espíritu”, añade Nel Martí (Més per Menorca).

Asimismo, los grupos contrarios a la enmienda creen que el PP y el PSIB-PSOE han intentado ocultarla, si bien tienen posturas diferentes sobre cómo abordar la modificación del centro: mediante una ley específica o a través de una enmienda en otra ley. Así lo argumenta Alberto Jarabo (Podemos): “Si se quería modificar la ley que permitió la construcción del centro de Nadal se tendría que haber hecho un proceso de modificación único para esa ley. Se ha intentado incorporar la enmienda a cualquier sitio con tal de que quedase desapercibida”.

Los tres partidos también creen que es un caso de “urbanismo a la carta”: “En la ley de creación del centro se vendió que éste tenía interés público, pero esta vez estamos ante una ampliación que prevé usos turísticos. Es una muestra de que es una actividad privada. Cuando actúas como una empresa, tienes que tener las mismas ventajas e inconvenientes que los demás. No se puede utilizar una ley para favorecer un negocio privado”, comenta Joana Aina Campomar.

“Estamos en contra de cualquier medida que suponga urbanismo a la carta, todos los ciudadanos tienen que ser iguales ante la ley y cumplir las mismas normas urbanísticas”, comenta Nel Martí. “Es una modificación urbanística hecha ad hoc para la familia Nadal”, añade Alberto Jarabo.

“El centro Nadal es único en el mundo”

Mientras, el PP y el PSIB-PSOE defienden la tramitación de la enmienda. Marga Prohens, portavoz parlamentaria de los populares, cree que el centro deportivo es “único en el mundo” y que los baleares son unos “privilegiados”. También defiende la necesidad de la enmienda para dar al Ayuntamiento de Manacor las competencias urbanísticas sobre el centro deportivo, las cuales nunca tuvo.

Respecto a la inclusión de la enmienda en la Ley de Vivienda, sostiene que “es habitual que cuando haya una ley en curso se presenten enmiendas para solucionar problemas puntuales”. “La enmienda fue aprobada en ponencia y está incorporada al texto de la ley”, comenta, si bien todavía puede sufrir modificaciones a través de las transacciones que hagan los grupos parlamentarios, que este miércoles abordarán de nuevo la ley.

El portavoz parlamentario del PSIB-PSOE, Andreu Alcover, recalca que con la enmienda “no se amplía la parte turística de la instalación”, sino que, al contrario, se reducen un poco las plazas de alojamiento. También defiende que la enmienda es necesaria para ceder las competencias a Manacor porque es “un disparate” que cualquier modificación del centro necesite una pasar por el Parlament. Por último, dice que “en absoluto” la familia Nadal podrá construir un nuevo hotel.

En la misma línea, la Conselleria de Territori apunta a eldiario.es que, en relación al número de plazas que se podrán comercializar turísticamente, no se tratan de plazas nuevas, sino que forman parte de las incluidas en una residencia de estudiantes que ya existe. Recalcan que no supone una ampliación de la edificación ni un incremento de plazas. Asimismo, aclaran que han intervenido en la redacción de la enmienda para que ésta se ajustara a la normativa.

En suelo rústico: más barato, menos edificable

Por su parte, el presidente del grupo ecologista GOB Mallorca, Amadeu Corbera, también cree que la enmienda es un caso de urbanismo a la carta: “Es hacer una ley a posta para beneficiar a un promotor privado en concreto, en este caso, a la familia Nadal, poderosa y con capacidad de influencia política en la isla”.

Corbera explica que el centro deportivo fue construido en suelo rústico, sin ningún tipo de servicio y en contra del criterio del Consell de Mallorca. Para él, supuso “enmascarar un uso turístico detrás de uno deportivo”. “Es escandaloso, implica transformar un suelo rústico sin ningún servicio ni urbanización en un negocio turístico-deportivo”, añade.

El presidente del GOB Mallorca también incide en la diferencia de precios entre tipos de suelo: “El suelo rústico es más barato porque no tiene servicios (por ejemplo, de alcantarillado) y sobre él apenas se puede construir. Mientras, el suelo urbano o urbanizable es más caro porque permite construir más y, por tanto, hacer negocio. Por ejemplo, a través de un hotel”.

Para él, la familia Nadal ha conseguido hacer un “buen negocio”: “Ellos compran muchos metros cuadrados de suelo rústico y, por tanto, más baratos. Por unas vías irregulares, se saltan las normas urbanísticas generales, hechas a posta para ellos, y consiguen crear un gran complejo deportivo que, además, ahora tendrá usos turísticos gracias al hotel”.

Aun así, aclara que “es correcto que el centro esté en suelo rústico y no en urbanizable o urbano” y que el “problema” fundamental no es el tipo de suelo, sino que en una construcción deportiva concebida como un espacio de interés general “se haga negocio turístico gracias a un hotel, que es lo que da dinero en Mallorca”.