La crisis de los refugiados ha aterrizado en los despachos nobles y en los foros de discusión de los principales empresarios del mundo. El tema es una de las banderas del Foro de Davos que ha situado la crisis migratoria entre los principales temas a debatir en la cumbre que arranca hoy. Así, las migraciones involuntarias, un fenómeno que ya es una realidad, ocupan el segundo puesto en preocupación de los líderes para mantener la estabilidad política, solo por detrás del cambio climático. Para los expertos del Foro Económico Mundial, la crisis de refugiados es solo una de las perspectivas de un problema global y de efectos inmediatos, que exige soluciones a la altura de las circunstancias para dejar de ser un gran riesgo para las economías.
Recogiendo el guante, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también ha lanzado un informe específico que se publica íntegramente este miércoles y que analiza el impacto y posibles consecuencias, tanto positivas como negativas, de las migraciones involuntarias en la Unión Europea. El documento señala una serie de desafíos a los que se enfrenta el continente europeo para superar la crisis de los refugiados y que acotan el debate pero también le imprimen una dosis de realmismo económico.
Empleo
Dar una salida laboral a los refugiados que consiguen cruzar las fronteras europeas es el desafío prioritario de los países de acogida, que a su vez se excusan en este factor para rechazar solicitudes de asilo. Es el caso de España, que a través del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, comparó la llegada de refugiados con una gotera. Según el FMI, los refugiados tardan hasta dos años en obtener los permisos reglamentarios para poder trabajar legalmente. Y una vez son capaces de incorporarse al mercado laboral, tienen una mayor tasa de desempleo que los nativos (un 15% más) que, según el Fondo, será del 12% en 2020.
Una de las soluciones que plantea el organismo supranacional es incentivar a las empresas para la contratación de población inmigrante. En el pasado, medidas como esta realizadas por ejemplo en Dinamarca permitieron a los beneficiados encontrar trabajo entre 12 y 24 semanas antes de lo habitual. Además, en general los inmigrantes tienden a copar empleos con peores salarios, lo que permite que las empresas vean atractiva la contratación de colectivos como los refugiados.
Gasto público
A corto plazo, el FMI estima cuál sería el impacto de la acogida de refugiados en los países de la Unión Europea. Tomando como referencia el Producto Interior Bruto de 2014, el gasto público aumentaría un 0,05% en 2015 y un 0,1% en 2016. El informe advierte, no obstante, que esta previsión no es objetiva, ya que es imposible calcular el número de solicitantes de asilo que pedirán cobijo en Europa.
Hay países que están cargando más con el peso de los refugiados ante el incumplimiento de las cuotas asignadas por parte de otros gobiernos, como España, cuyas últimas cifras hablan de la aceptación de 18 solicitudes de asilo de entre las 16.000 que se comprometió a aceptar. En el otro lado de la balanza están los más más proclives a aceptar refugiados, para los que el impacto en el gasto (en porcentaje del PIB) será mayor. Es el caso de Austria (0,08%-0,23%), Finlandia (0,04%-0,28%), Suecia (0,2%-0,7%) o Alemania (0,12%-0,27%).
Impuestos
Respecto al gasto público, el FMI también calcula el impacto de la acogida de los refugiados en los impuestos. En este coste, que incluye todo el sustento de los migrantes hasta el momento en que empiezan a trabajar, el organismo calcula que tendrá un impacto del 0,1% al año entre 2015 y 2017, aunque considera que esa recaudación no vendrá de nuevos impuestos, sino que se compensará el recorte en otros gastos.
El posible impacto negativo en los impuestos de la crisis de refugiados en la UE podría derivar, según el informe, de una mala gestión de los recursos, un fuerte aumento de la tasa de desempleo o una bajada de salarios. Pero el FMI pone como buen ejemplo lo ocurrido en España a principios de los 2000, cuando la llegada de inmigrantes influyó positivamente en el sector servicios y en la inserción laboral de las mujeres.
Cambios en la población
El lógico crecimiento de la población tras la llegada de la ola de refugiados, especialmente durante el pasado verano, es la consecuencia más visible de este fenómeno. Según el FMI, la población total de la UE crecerá un 0,15% en el periodo 2015-2017. El documento subraya que el impacto demográfico de esta crisis es muy superior a la de otras que obligaron a millones de personas a abandonar sus lugares de origen para huir de conflictos, como ocurrió tras la Caída del Muro de Berlín o con los refugiados provenientes de la antigua Yugoslavia.
Muchos refugiados son gente joven, lo cual según el informe tendrá implicaciones positivas para la población europea. El impacto más destacado se dará en la media de edad de los europeos, que arrastra décadas de bajas tasas de natalidad y de aumento en la longevidad, lo que acentúa el envejecimiento de la población comunitaria. El documento recuerda que, según Eurostat, de no ser por la inmigración el número de personas por encima de los 65 años en la UE se dispararía, lo que radicaría en graves problemas para mantener los sistemas públicos de pensiones.
Viviendas
Uno de los mayores retos que supone la llegada de refugiados está en ofrecerles una vivienda digna, lo que pone a prueba al mercado inmobiliario y la voluntad de los gobiernos por facilitar su integración en la sociedad. El aumento de los precios de la vivienda en Europa, especialmente en las zonas donde a priori puede ser más fácil encontrar un trabajo, hace difícil que los refugiados se puedan permitir un hogar en estos lugares.
Para corregir esta situación, el FMI recomienda políticas como la construcción de nuevas viviendas a precios razonables, la subvención de parte del precio de vivienda para inmigrantes y refugiados y la apuesta por vivienda social que facilite el acceso a quienes más lo necesitan. Alemania, por ejemplo, ha aumentado el presupuesto para vivienda social e incentivado la construcción de viviendas para alquiler o venta a precios razonables. Sin embargo, el organismo advierte de que el reto es mayor en los países en los que la vivienda es más cara, como Suecia.
Integración
Una correcta integración de los refugiados desde su llegada es un elemento clave para entrar al mercado laboral de la mejor manera posible. Según la institución dirigida por Christine Lagarde, esta ola de inmigración tiene en general un mayor nivel educativo que las anteriores. Un ejemplo son los solicitantes de asilo sirios que llegaron a Alemania entre 2013 y 2014: el 21% poseía un título universitario, cuando en la población nativa ese porcentaje es del 23%. Para el FMI, tener un conocimiento de los refugiados sobre edad, idiomas, la educación completada y ocupación acelera el proceso de integración y ayuda a diseñar programas más específicos que redunden en una gestión más eficiente del presupuesto.
Acceso a servicios financieros
Poder guardar dinero de manera segura en una entidad bancaria o tener acceso a un crédito es algo indispensable en la sociedad actual. En el caso de los inmigrantes, facilitarlo pasa a ser un modo más de integración en la sociedad. Impedirlo empeora sus condiciones de vida y les condena a la miseria, tal y como explicaba Peter Walker en un reciente artículo en The Guardian. Las duras exigencias para abrir una cuenta, que muchas veces son un requisito sine qua non para optar a ayudas de la Administración, aboca a los refugiados a malvivir.
Para el FMI, acceder a servicios financieros ayuda a los inmigrantes a ser capaces de manejar riesgos, ahorrar dinero e incluso poner en marcha un negocio. Precisamente para ello son necesarios los créditos. En el caso de los microcréditos, en Europa el 18% va destinado a inmigrantes y minorías étnicas y en países como Bélgica y Reino Unido se complementan con servicios como el asesoramiento para la elaboración de un plan de negocio para emprendedores.