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Los trabajadores de Air Berlin en Mallorca quedan abandonados por la compañía

Aldo Mas

Berlín —

Para Air Berlin todavía trabajan en Mallorca 43 personas. Su destino no parece ser una prioridad para la que seguirá operando como segunda compañía aérea alemana hasta el viernes 27 de octubre. Después, Air Berlin desaparecerá del cielo.

“Ahora se trata de abordar la situación de 8.000 trabajadores que se sienten dejados de lado”, dicen a eldiario.es desde la aerolínea declarada insolvente el pasado mes de agosto. Solo aluden a los empleados en Alemania. No responden, pese a la insistencia de este diario, sobre el destino de los trabajadores en Mallorca, dedicados fundamentalmente a tareas de atención al cliente, reserva y venta de billetes.

“No tienen un contrato de trabajo alemán, sino español”, precisa a eldiario.es Martina Sönnischen, responsable de transporte del sindicato germano Ver.di, la segunda organización de trabajadores más grande del país centroeuropeo. Ésa es la razón por la que los empleados en Mallorca no están incluidos en las negociaciones sobre el futuro de los trabajadores que ahora desarrolla contrarreloj ese sindicato teutón con Lufthansa –aerolínea compradora de Air Berlin– , la propia Air Berlin y las autoridades de los Länder de Berlín, Baviera y Renania del Norte-Westfalia.

De ahí que una trabajadora de Air Berlin en Mallorca que accede a hablar con eldiario.es señale apenada que ella y sus compañeros se sienten “olvidados”. “Nos sentimos olvidados por la gente de Alemania”, dice esta mujer, que desea mantenerse en el anonimato. Estos días, “los trabajadores que hablan o han hablado salen de espaldas a las cámaras, sin dar nombres ni nada por miedo a represalias”, añade.

“Yo hablo con usted para que se acuerden de nosotros en Alemania”, precisa. Ella ha mantenido su puesto de trabajo después de dos expedientes de regulación de empleo muy recientes. A finales de 2016 se firmó uno. A principios de este año, el otro. El pasado mes de septiembre abandonaban la empresa los últimos afectados por el segundo de esos ERE. Ahora se está ultimando un tercero y definitivo.

Como asesor de los trabajadores de Air Berlin en Mallorca se presenta José Cambrón, responsable de transporte de UGT en Islas Baleares. “En UGT nos sentimos engañados. Cuando se afronta un Expediente de Regulación de Empleo, se afronta con el objetivo de mantener los puestos de trabajo de un número de trabajadores”, dice Cambrón.

Con pesar, la trabajadora de Air Berlin asume que hay pocas esperanzas puestas en Lufthansa, la mayor aerolínea alemana. El acuerdo de compra alcanzado entre Air Berlin y Lufthansa “no es una subrogación, no es una compra de la empresa y de todo el lote, porque se está invitando a los trabajadores a proponer sus servicios a otras compañías en ferias de trabajo y a empezar de cero después de haber hecho carrera aquí”, dice la empleada.

La mayoría de trabajadores, en la cuerda floja

Este extremo lo confirma Sönnischen, la sindicalista alemana. Ella se queja de que se presente el acuerdo entre Air Berlin y Lufthansa como una solución que dará trabajo a 3.000 empleados de la compañía berlinesa, entre los que no se encuentran los 43 de Mallorca.

Entre los trabajadores de la empresa en Alemania también hay mucha preocupación por el modo en que Air Berlin va a desaparecer. “No es cierto que haya 3.000 trabajos asegurados, los empleados de Air Berlin tienen que presentar su candidatura y no saben qué va a pasar con ellos porque cualquiera puede presentarse a las ofertas de empleo de Lufthansa”, según Sönnischen. Entre esas 3.000 personas, corren mejor suerte los 1.500 trabajadores de las compañías LGW y NIKI, integrantes del Grupo Air Berlin. Estas empresas no eran insolventes. También han sido adquiridas por Lufthansa.

Gerald Wissel, asesor en la consultora aeronáutica con sede en Hamburgo Airborne, observa muy de cerca el final de Air Berlin. Para él no hay dudas. “La absorción de los trabajadores de Air Berlin dejará a gran parte de estos trabajadores en la calle”, dice Wissel a eldiario.es. “Los empleados tienen muchas razones para estar enfadados con Air Berlin. La razón número uno es la errática gestión de la empresa”, añade este experto.

Air Berlin emplea a unas 8.200 personas. A falta de soluciones, el inminente cierre de la empresa dejará a la mayoría en la calle.

Falta de transparencia

“Es muy triste que una empresa de este calibre, la segunda compañía de aerolíneas, acabe así”, dice la empleada de Air Berlin en Mallorca, que se queja de la falta de transparencia que ha caracterizado a la compañía germana. “No nos dan información de verdad, hemos recibido dos o tres notas, pero no información de verdad”, asevera.

Para Cambrón, el sindicalista de UGT, el comportamiento de Air Berlin difícilmente podría ser peor. “El comportamiento de Air Berlin es nefasto. Hace dos meses o tres que se empezó a hablar de la insolvencia y otros términos legales para lo que es, en definitiva, una quiebra”, afirma este representante sindical. “Hemos tenido que pedir que intervenga la Inspección de Trabajo, aquí en Palma de Mallorca, apoyándonos en el artículo 64 del Estatuto de los Trabajadores”.

Esa parte del texto que regula las relaciones entre empleadores y empleados establece que los trabajadores tienen derecho a ser informados sobre aquellas cuestiones que les puedan afectar, incluyendo procesos como el que ocupa estos días a Air Berlin. “El lunes de esta semana nos llegó el dossier con la información de Air Berlin, pero todo esto empezó hace ya tres meses”, comenta con enfado Cambrón. Para él, en un mes “todo estará liquidado, es el límite que marca la ley”.

Desde UGT señalan que, en las negociaciones, van a pedir a partir del jueves de esta semana para los trabajadores una indemnización 45 días por año trabajado, el máximo. “Si en febrero firmamos un ERE en el que los trabajadores se fueron con 33 días por año de indemnización, no vamos a aceptar nada que esté por debajo de eso”, concluye Cambrón.