La potencial fusión entre Deutsche Bank y Commerzbank, los dos mayores bancos de Alemania, amenaza con destruir hasta 30.000 puestos de trabajo, prácticamente uno de cada cinco trabajadores de los 140.700 empleados que ambas entidades sumaban al cierre de 2018, según las estimaciones iniciales del sindicato Ver.di y organizaciones como el Centro Financiero de Baviera.
“Desgraciadamente tendríamos que asumir que en tal escenario habría un amenaza inmediata para 10.000 empleos y en el largo plazo hasta 30.000, especialmente en Alemania”, indicó el responsable del área de banca del sindicato germano Ver.di, Jan Duscheck, en declaraciones a la cadena alemana 'n-tv', recogidas por Europa Press.
“Desde nuestro punto de vista, una fusión así no serviría para crear un modelo de negocio que fuera sostenible en el largo plazo”, añadió el representante sindical, quien ocupa un asiento en el Consejo de Supervisión del Deutsche Bank.
En este sentido, el director del Centro Financiero de Baviera, Wolfgang Gerke, considera que la fusión entre Deutsche Bank y Commerzbank “no tiene ningún sentido”, señalando que ambas entidades aún están abordando problemas heredados, como la integración de Postbank.
“Si de pronto tienes que despedir a 30.000 empleados eso genera escándalo”, ha apuntado Gerke a la 'n-tv', advirtiendo de que esto no sería muy bien recibido por los clientes y sugiriendo que las entidades apuesten por otras estrategias, incluyendo la racionalización de sus servicios informáticos y colaborar con las cajas de ahorros.
Por su parte, el vicepresidente de la asociación DSW, enfocada a la protección de los inversores particulares, Klaus Nieding, teme un impacto negativo incluso mayor en el empleo. “Me temo que estaríamos hablando de recortes de empleo de potencialmente cinco cifras, entre 30.000 y puede que 50.000 puestos de trabajo”, apunta en declaraciones al diario Süddeutsche Zeitung.
Deutsche Bank, el mayor banco de Alemania, confirmó este domingo que la entidad ha iniciado las conversaciones y negociaciones para fusionarse con su mayor competidor en el país, el banco Commerzbank, en el que el Gobierno alemán mantiene una participación ligeramente superior al 15%.
En concreto, la entidad ha informado de que está “revisando sus opciones estratégicas” de consolidación en el sector bancario alemán y europeo, para lo cual se centrarán en mejorar el “perfil de crecimiento” y en la “rentabilidad”.
No obstante, Deutsche Bank alertó de que solo ha iniciado las negociaciones por el momento, por lo que “no existe la certeza de que vaya a ocurrir alguna transacción”.
“Tenemos que valorar las oportunidades a medida que emergen”, indicó el consejero delegado de Deutsche Bank, Christian Sewing, a los empleados del banco. “La consolidación en el sector bancario alemán y europeo es importante para nosotros, por lo que tenemos que valorar cómo queremos tomar parte en darle forma”, añadió.
La posible fusión entre ambas entidades financieras ha estado sobrevolando el sector durante los últimos meses, aunque hasta la fecha ambos bancos habían negado cualquier acercamiento, aludiendo a que se trataba tan solo de rumores.
La semana pasada, cuando volvieron a coger fuerza las especulaciones de la fusión de ambos bancos, los sindicatos con representación en las dos compañías criticaron la posible transacción que, en su opinión, se saldaría con despedidos de forma irremediable.
El pasado mes de febrero, el fondo Cerberus, propietario de un 3% de Deutsche Bank y de un 5% de Commerzbank, respaldó la fusión entre ambas entidades, pese a que hace unos meses se oponía a ella.
Entre las razones que respaldaron este cambio de opinión de Cerberus estaban la evolución de la cotización de las acciones de ambos bancos, así como la perspectiva de que la fusión permitiría abordar en mejores condiciones los rápidos cambios tecnológicos en el sector bancario.