Desde que en septiembre de 2015 saliera a la luz el 'dieselgate', la tecnología diésel parece haber perdido buena parte de su reputación. Los motores diésel de Volkswagen que ocultaban sus excesivas emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) han causado unos daños a la imagen de la industria que van más allá de la docena de marcas que controla el consorcio con sede en Wolfsburgo. Así, por ejemplo, el gigante japonés de la fabricación de coches Toyota comunicaba en marzo que no venderá más de sus diésel en Europa a partir de este año.
De acuerdo con datos recientes de la consultora británica Evercore, es obvio el descenso de ventas de vehículos diésel en países como Reino Unido, Francia o España. En 2014, la mitad de los coches que se vendían en suelo británico eran diésel. En Francia el porcentaje llegaba al 63,9%, mientras que en España alcanzaba el 64,9%. El año pasado, las ventas de esos vehículos habían caído en Reino Unido hasta el 41,8%. Más pronunciadas han sido las caídas en Francia y España, bajando hasta el 47,3% y el 48,4%, respectivamente.
En vista de estos descensos, parecería que el diésel tiene los días contados. Pero no es así. Al menos así lo creen en la multinacional de ingeniería alemana Bosch. Hace un par de semanas, Volkmar Denner, el CEO de Bosch, presentaba un nuevo desarrollo tecnológico como solución a las emisiones de NOx.
“Diésel más limpio”
Mejoras en el sistema de inyección, en el sistema de aireación, en la gestión de las temperaturas en el motor añadido al uso de inteligencia artificial permitían a Denner hablar de “resultados de récord” en la reducción de emisiones de NOx. La industria dice ahora tener un “diésel más limpio”.
A los NOx se les responsabiliza de causar y agravar enfermedades como el enfisema pulmonar o la bronquitis y también son señalados como posibles causas de empeoramientos en dolencias cardíacas. Asociados a esos gases también hay elevados costes, en vidas humanas y dinero público.
La tecnología desarrollada por Bosch, según aseguran a eldiario.es desde la compañía de ingeniería con sede en Stuttgart, “no tiene costes añadidos”. En Bosch mantienen que el diésel sigue siendo una tecnología con vida útil. “Es una tecnología que reduce las emisiones de dióxido de carbono (CO2), no conviene dejarla de lado muy rápido. Por eso hemos desarrollado esta nueva tecnología”, apuntan en Bosch.
En el mercado ya hay coches beneficiándose de las mejoras presentadas a finales de abril por Denner. En Daimler, por ejemplo, sacan pecho de las series A y S de los Mercedes-Benz. “Esas mejoras de reducción de NOx en los motores diésel, nosotros las tenemos de serie en los motores de esos coches. Para nosotros no es nuevo”, aseguran a eldiario.es fuentes de Daimler, fabricante responsable de marcas como Mercedes-Benz o Smart.
En este bastión de la industria alemana del automóvil siguen creyendo en el diésel. “La tecnología diésel no es algo del pasado, al menos no lo es en la categoría Premium, donde va a seguir jugando un papel importante”, afirman. “Desde un punto de vista técnico, el problema se ha resuelto”, añaden en Daimler, aludiendo a la situación creada por el 'dieselgate'.
En Volkswagen tienen la misma opinión que en Daimler. “Muchas de las tecnologías mencionadas por Bosch son conocidas en Volkswagen y algunas están presentes en las última generación de motores diésel”, señalan a eldiario.es desde el fabricante de Wolfsburgo. Allí prometen incluso “nuevos avances tecnológicos” de cara a los próximos años.
Bosch pudo presentar las mejoras mucho antes
Los avances, presentes y futuros, no tienen por qué significar que las ventas de los diésel vayan a despegar de nuevo. No hay que subestimar el daño causado por el 'dieselgate' a la confianza del público. En este sentido, en Bosch afirman que avances como el presentado en abril no influyen realmente en el mercado.
“No podemos influir en la venta como productores de tecnología. Porque creemos que hemos puesto sobre la mesa un argumento para llevar el debate por otro lado”, aseguran desde la multinacional de ingeniería.
Está por ver si las mejoras del diésel devuelven a esta tecnología a sus días más brillantes. Ferndinand Dudenhöffer, profesor de la Universidad de Duisburgo-Essen e investigador de la industria del automóvil, reconoce como un fenómeno positivo los avances presentados por Bosch. Sin embargo, puede que estos hayan llegado demasiado tarde.
“No es algo nuevo el que se trabaje en hacer más limpia la tecnología diésel. Bosch lo ha optimizado un poco más, pero lo que cabrea es que el diésel de hoy podría haberse mejorado hace diez años, o mucho antes”, dice Dudenhöffer a eldiario.es. “Bosch pudo hacerlo antes, pero han ahorrado en costes a costa del medioambiente y aprovechando que la política no se interesaba por este tema”, concluye.