El actual presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, ha logrado este lunes un apoyo mayoritario de los socios del euro para renovar en el cargo otros dos años y medio, desbancando al ministro de Economía, Luis de Guindos, único candidato rival, según ha informado un portavoz del Consejo.
La votación ha sido secreta y no a mano alzada y según ha reconocido el propio ministro español en segunda ronda el holandés ganó por unanimidad. Según diversos medios, la votación en primera ronda se resolvió por 10 votos a favor del holandés y nueve por De Guindos y el voto del representante griego a favor del holandés habría sido crucial.
La candidatura de De Guindos era una apuesta personal de Mariano Rajoy y del propio ministro que lleva más de un año y medio preparándose para dar el salto desde su despacho de Cuzco y tomar las riendas del foro informal que componen los 19 ministros de Finanzas de los países del euro.
De hecho, Mariano Rajoy había incluso congelado la posible crisis de Gobierno a la espera de saber qué sucedería con la cartera de Economía. Por el momento, la presidente del Eurogrupo es rotatoria y está vinculada a la silla de ministro de finanzas de uno de los países. Se especuló con la posibilidad de hacerla permanente, pero Alemania no era partidaria.
Lo cierto es que aunque inicialmente Alemania había ofrecido su apoyo a De Guindos, las intensas negociaciones en la crisis griega habrían favorecido al holandés. Según cuentan fuentes conocedoras de las reuniones, tras “expulsar” al ministro Yanis Varufakis de la tensa reunión del Eurogrupo del último fin de semana de junio, Dijsselbloem compareció solo ante la prensa para dar explicaciones. A su regreso a la sala con el resto de colegas le recibieron con una cerrada ovación.
El laborista empezó con muy mal pie en el Eurogrupo, metiendo varias patas con el corralito de Chipre pero se ha ido viniendo a más, algo que han reconocido el resto de sus compañeros. Con todo, no se puede dejar de valorar como apoyar a De Guindos hubiera sido un respaldo para el Gobierno de Rajoy y sus “esfuerzos” reformistas y un muro de contención ante la avalancha de Podemos.
Además, España está infrarrepresentada en los órganos de poder económicos. Al inicio de la legislatura, se perdió la silla en el BCE en parte por dejadez de funciones del Gobierno al no apoyar la candidatura de José Manuel Campa (exsecretario de Estado con Elena Salgado). El papelón de Magdalena Álvarez en el BEI también hizo perder poder a los españoles en Europa, por no hablar de los discretos resultados en las elecciones europeas, que relegaron a Miguel Arias Cañete a un puesto de vicecomisario.