El producto interior bruto (PIB) de Alemania sufrirá en 2020 una caída del 4,2 % como consecuencia del impacto de la pandemia del coronavirus, según las previsiones anunciadas este miércoles por los principales institutos económicos del país.
La caída será el doble de la que sufrió el país en la crisis financiera de 2009 y especialmente pronunciada en el segundo trimestre de este año, cuando alcanzará el 9,8 %, tras sufrir un retroceso en los primeros tres meses del 1,9 %.
Al fuerte impacto de este año le seguirá en 2021 una recuperación, con una subida del PIB que los institutos sitúan en el 5,8 %.
La caída que los institutos especializados prevén en sus previsiones de primavera es la mayor registrada para un trimestre desde que comenzaron a efectuarse estos análisis en 1970.
En 2019 Alemania evitó la recesión al crecer su PIB un 0,6 %, después del 1,5 % que creció en 2018 y el 2,5 % de 2017.
Según el director de coyuntura del Ifo, Timo Wollmershäuser, “la recesión deja marcas claras en el mercado de trabajo y en el presupuesto estatal” y agrega en un comunicado, que el desempleo subirá en 2020 hasta el 5,9 %.
Los trabajadores acogidos al sistema del “kurzarbeit”, una modalidad de jornada reducida, alcanzarán los 2,4 millones de personas y las previsiones indican que el total de parados en Alemania subirá en unos 250.000 hasta afectar a 2,5 millones.
A pesar de las negativas previsiones anunciadas este miércoles, los autores del informe reconocen que Alemania disfruta de condiciones que le permiten afrontar la situación y “alcanzar a medio plazo el nivel económico que habría sin la crisis”, agregó Wollmershäuser.
En particular citó la “favorable situación financiera”, que hace posible que el Estado aplique medidas para compensar los efectos negativos a corto plazo tanto sobre las empresas como sobre los hogares.
Eso significa que habrá un déficit conjunto de las administraciones públicas de 159.000 millones de euros y que el endeudamiento bruto de Alemania en 2020 alcanzará el 70 % del PIB.
No obstante las previsiones económicas, con la recuperación prevista en 2021, dependen de la pandemia, cuya evolución parece difícil de predecir y podría debilitarse más lentamente de lo asumido actualmente, afirman los institutos.
Advierten en concreto que una recuperación de la actividad económica podría tener como consecuencia indirecta una nueva ola de infecciones; además las medidas para combatir la propagación del coronavirus podrían afectar más y durante más tiempo a la producción.
Y avisan además que el impacto de las quiebras de empresas en el sistema financiero quizás no sería compensado mediante la aplicación de medidas estatales de ayuda.
El estudio fue elaborado por expertos del Deutsches Institut für Wirtschaftsforschung (DIW Berlin), el ifo Institut, el Institut für Weltwirtschaft Kiel (IfW Kiel), el Leibniz-Institut für Wirtschaftsforschung Halle (IWH) y el RWI Leibniz-Institut für Wirtschaftsforschung.