La economía creció un 0,5% en el primer trimestre por la fortaleza de las exportaciones y de la inversión
La economía de España sigue destacando en Europa y la actividad creció un 0,5% en el primer trimestre por la fortaleza de las exportaciones y de la inversión de las empresas, según los datos de Contabilidad Nacional que ha avanzado el INE (Instituto Nacional de Estadística) este viernes.
El PIB (Productor Interior Bruto) se incrementó entre enero y marzo, respecto al último trimestre de 2022, al mayor ritmo desde el rebote de la primavera de 2022 con el apoyo de la resistencia del mercado laboral y del gasto público, y pese a la caída del consumo de las familias por el daño de la inflación.
En términos interanuales (en comparación con el primer trimestre del año pasado, todavía marcado por la última ola de la COVID), la actividad económica creció un 3,8%. En el conjunto de 2022, avanzó un 5,5%. “España ha alcanzado prácticamente el nivel de PIB previo a la pandemia, que es el último indicador pendiente de recuperar, ya que el resto están muy por encima, como es el caso de los datos de empleo, el paro juvenil, la inversión y la productividad por hora trabajada”, celebran desde el Ministerio de Asuntos Económicos de la vicepresidenta Nadia Calviño.
Y el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que España seguirá liderando el crecimiento en la eurozona en 2023, con una previsión del 1,5%, que el Gobierno eleva incluso al 2,1%.
La inédita respuesta de las instituciones nacionales y europeas, primero a la pandemia y después a la crisis de inflación y a la guerra en Ucrania, está favoreciendo la resiliencia de las familias al daño de la inflación y en mayor medida de las empresas.
Las claves principales van desde el intenso crecimiento de los beneficios empresariales, al despliegue del Plan de Recuperación, y pasan por una desconocida estabilidad laboral en nuestro país, por las medidas de protección de las rentas (subidas de las pensiones, del SMI, del IMV, tope al gas, descuentos en el transporte...), por la moderación de la inflación de la energía y, finalmente, por el buen comportamiento del sector exterior y del turismo.
Caída del consumo de la familias
Entre las lecturas más negativas de los datos de este viernes, el INE destaca que el consumo de las familias se redujo un 1,3% entre el primer trimestre de 2023 y el último de 2022, y “encadena dos periodos con tasas intertrimestrales negativas, lo que no sucedía desde el segundo trimestre de 2022, en plena pandemia”.
Entre las lecturas más positivas, resalta las cifras de inversión de las empresas por sus ganancias crecientes al trasladar la inflación de sus costes a los precios de venta, sobre todo en “maquinaria, bienes de equipo, sistemas de armamento y recursos biológicos cultivados (3,8%)” y en “productos de la propiedad intelectual (1,4%)”.
Este jueves, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, tras conocer los también positivos datos de empleo de la EPA (Encuesta de Población Activa), destacó “el fuerte contexto de crecimiento económico”, y anunció que el Gobierno lo está aprovechando, junto a la creación de empleo, para reducir lo más rápidamente posible las ratio de déficit (el desequilibrio presupuestario) y de deuda sobre el PIB.
“Vamos a adelantar un año, a 2024, la reducción del déficit al 3% del PIB. Se trata de una noticia imporante que confirma el compromiso de nuestro gobierno con la responsabilidad fiscal, con la absorción del golpe que supuso la pandemia y con el crecimiento sostenible”, explicó Calviño.
También en reacción a los datos del mercado de trabajo, el investigador Miguel Artola observó que “si las horas trabajadas son el mejor indicador de la actividad, la EPA indica que en el primer trimestre de 2023 se marcaron máximos (con respecto al mismo trimestre) desde hace más de 10 años. Y se superaron con creces los niveles de 2019”.
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