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La empresa de apartamentos de Kike Sarasola pide liquidez a su matriz holandesa tras aplazar sus deudas con el Estado

Antonio M. Vélez

8 de diciembre de 2020 22:10 h

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La crisis del coronavirus ha obligado a Be Mate Community, la deficitaria empresa que centraliza el negocio de alquiler de apartamentos del empresario hotelero Kike Sarasola, a pedir a su matriz holandesa una nueva inyección de 3 millones de euros para “sanear” la precaria situación financiera que ya arrastraba antes de la pandemia. La aportación ha llegado tras renegociar los 3,4 millones en préstamos que le concedió el Gobierno de Mariano Rajoy en 2015, poco después de crearse. Buena parte estaban vencidos o a punto de hacerlo.

Domiciliada en Madrid pero con socio único en Holanda, Be Mate Community es dueña de la marca Be Mate, que desarrolla el negocio de alquiler turístico y para empresas de la cadena Room Mate. Su cabeza visible saltó a los focos en mayo, en pleno confinamiento, al trascender que había cedido dos pisos de lujo en el centro de Madrid a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, entonces en cuarentena, a cambio de un alquiler de 80 euros al día.

En sus cuentas anuales de 2019, accesibles a través de Insight View y que acaba de depositar en el Registro Mercantil, Be Mate explica que este año y “con fecha 22 de septiembre el accionista único de la Sociedad ha realizado una aportación dineraria por importe de 3.000.000 euros con el fin de sanear el patrimonio de la misma”.

Se trata de B Mate Community BV, una sociedad sin empleados domiciliada en Ámsterdam cuyo administrador es Víctor Manuel Cintrano, consejero delegado de la que Be Mate califica en sus cuentas como su “accionista último”, Room Mate, la cadena hotelera de Sarasola en la que también participa (30%) Sandra Ortega, hija de Amancio Ortega.

Sumando esos tres millones, los préstamos de esa firma holandesa a Be Mate Community se elevarían ya a cerca de 11 millones desde su creación en 2014. El uso de sociedades instrumentales en Holanda está en el epicentro de la denuncia que presentó la Fiscalía de Madrid hace ahora justo un año contra Sarasola y varios miembros de su familia. Les imputa un supuesto fraude de 4,2 millones a la Hacienda española. 

Las cuentas de Be Mate Community reflejan que su situación de desequilibrio patrimonial se agravó en 2019, antes de la catástrofe del coronavirus. Cerró el año con un patrimonio neto negativo de 9,7 millones (-7,6 millones un año antes) tras anotarse otros 2 millones de números rojos.

Su auditor, Deloitte, destaca que “ha incurrido en pérdidas desde su constitución y el plan de negocio de los administradores considera aún necesaria la consolidación del negocio para la consecución de beneficios. Por este motivo, la Sociedad precisa apoyo financiero para la financiación del fondo de maniobra negativo que presenta”. Este era de 3,7 millones a cierre de 2019.

El auditor llama la atención en su informe sobre el efecto de la crisis del coronavirus, que ha puesto a todo el sector turístico contra las cuerdas, con un descenso estimado en las visitas de turistas extranjeros del 75% para el conjunto de 2020.

“Dadas las numerosas incertidumbres derivadas de esta situación extraordinaria de emergencia sanitaria, no resulta posible evaluar de forma fiable todos los potenciales efectos futuros que la misma pudiera tener en la capacidad de la Sociedad para recuperar el valor de sus activos fijos e inversiones en empresas del grupo así como afrontar eventuales tensiones de tesorería derivadas de esta situación”, dice Deloitte, cuya auditoría es favorable sin salvedades.

Renegociación

Para preservar su liquidez, además de aplicar un ERTE por causas productivas y renegociar algunas rentas de inmuebles que tiene alquilados, Be Mate ha logrado renegociar este año la batería de préstamos que le concedió a finales de 2015 el Ministerio de Industria que entonces dirigía José Manuel Soria.

La mayor parte, 3 millones, son tres préstamos de la línea Emprendetur que recibió de la sociedad estatal Segittur en septiembre y octubre de 2015, a un tipo de interés en torno al 0,96%, para tres proyectos de “captación de financiación”, “acciones de marketing y publicidad que ayuden a la expansión de Be Mate a nivel internacional” y “captación a nivel internacional de apartamentos para su plataforma”.

Be Mate, que no ha constituido sus primeras filiales en el exterior (México e Italia) hasta el pasado ejercicio, tenía pendiente de devolver a cierre de 2019 un total de 2.022.168 euros de esos tres préstamos, concebidos para financiar la realización de proyectos innovadores en el sector turístico y que debían ejecutarse en un máximo de dos años.

Los préstamos inicialmente tenían un plazo de amortización de cinco años, con un periodo máximo de carencia de dos años. Varias de las cuotas ya estaban impagadas antes de la llegada del coronavirus, con el sector turístico todavía en pleno boom.

Según explica Be Mate en sus cuentas, el 27 de febrero de 2020, justo antes del estallido de la pandemia en España, la empresa recibió autorización para retrasar la amortización de 667.000 euros correspondientes a dos de esos préstamos “que vencían en 2019”. “Posteriormente, con fecha 24 de junio, la Sociedad ha recibido autorización para retrasar la amortización del periodo comprendido entre junio y diciembre de 2021”. También en junio de este año logró aplazar otros 241.000 euros “que vencían en el primer semestre de 2020 al último cuatrimestre de 2020”.

Be Mate Community explica que se ha beneficiado también de la suspensión automática y durante un año del pago de intereses y amortizaciones de préstamos del ministerio que recogía el artículo 41 del Real Decreto-ley 11/2020, de 31 de marzo, de medidas urgentes en el ámbito social y económico para hacer frente al COVID-19, “entre los que se incluyen los préstamos concedidos a la Sociedad que vencían en 2020 por importe de 999 miles de euros”.

Por último, el pasado 24 de junio Be Mate acordó con la Empresa Nacional de Innovación (Enisa) retrasar la amortización de los 225.000 euros que tenía pendientes de devolver de otro préstamo participativo de 450.000 euros que le concedió en noviembre de 2015 Industria, con un interés muy superior (5,5%), y vencimiento en diciembre del año que viene, “limitándose a amortizar en 2020 únicamente 43 miles de euros en vez de los 113 miles de euros que estaban comprometidos” y “quedando el resto pendiente de amortizar en el ejercicio 2021”.

En sus cuentas, Be Mate señala que “la situación cambiante e impredecible de los acontecimientos” derivados de la emergencia sanitaria “ha dado lugar a la parada de actividad en los meses de abril y mayo en todas las ventas relacionadas con el sector turístico a diferencia del área corporativa de empresas cuya actividad no ha parado, pero ha resultado muy inferior a lo esperado”. Sus administradores “consideran que la aplicación del principio de empresa en funcionamiento, sigue siendo válida”.

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