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Un informe encargado por el Gobierno de Rajoy recomienda privatizar Correos

Correos pidió en 2016 un informe a una consultora privada sobre cuál debería ser su plan estratégico para los próximos años. El resultado, entregado en 2017, es un documento en el que ATKearney recomienda la privatización, al menos parcial, del operador postal, y al que ha tenido acceso eldiario.es a través del buzón seguro y anónimo Fíltrala.

La privatización de Correos lleva años sobrevolando a la mayor empresa pública de España en número de empleados. Y aunque ningún gobierno se ha atrevido a ejecutar esta posibilidad, los sindicatos denuncian que se está produciendo por la vía de los hechos, tanto por la caída del empleo estable (un 35% de sus 51.205 trabajadores ya es temporal), como por una asignación económica menguante en Presupuestos. A ello se añade la externalización de determinados servicios de Correos Express, la filial de la sociedad dedicada a la paquetería y transporte urgente.

Fuentes de Correos admiten la existencia del informe y explican que lo encargaron en junio de 2016, sin querer especificar el precio que pagaron por él. Cuando la consultora lo entregó se decidió no aplicarlo y guardarlo en un cajón, afirman. Es la misma respuesta que se ofreció sobre otro proyecto, conocido la semana pasada, en el que se diseñaba un plan de salidas incentivadas para sustituir unos 350 fijos por eventuales. 

En el informe se menciona en varias ocasiones la opción de privatización como la más conveniente para Correos. “El Grupo Correos es una empresa 100% participada por el Estado y, por ello, se ve sujeta a las exigencias de una empresa pública. Dicha situación coloca al Grupo Correos en una posición de desventaja respecto a sus competidores y, por ello, es fundamental alinearse con las dinámicas de los operadores europeos, donde el capital privado participa en su estructura accionarial”, aseguran. Sin embargo, en ningún momento del informe cuantifican qué ganancias económicas podría obtener el Estado español con dicha venta.

El coste en inversiones que prevé el plan, para el periodo 2017–2021, es de entre 1.200 y 1.400 millones de euros, incluidos 600–700 millones en adquisiciones de empresas para fomentar el negocio de la paquetería.

Riesgo de pérdidas en caso de escenario continuista

El documento, que dice tener como objetivo “resumir las principales líneas de la formulación estratégica, los proyectos estratégicos, y el plan de implantación propuestos en el Plan Estratégico 2017-2021 del Grupo Correos”, plantea distintos escenarios para el periodo.  

Y advierten de que en caso de mantener una política continuista “el riesgo de pérdida de ingresos postales para Correos” puede ser de entre 370 y 550 millones de euros hasta 2021. “El margen de maniobra a futuro es tan reducido que es imprescindible actuar con rapidez y en paralelo” sobre distintos “ejes estratégicos de actuación” además de la privatización.

Recalcan por ejemplo la “urgencia” de reducir la dependencia del negocio postal “aún mayor ya que existe un considerable riesgo de que la pérdida de ingresos postales de los grandes clientes (bancos, operadores de telecomunicaciones, empresas de electricidad, gas y agua, administraciones públicas…) continúe en los próximos años”.

Recuerdan que dichos clientes están digitalizando sus comunicaciones físicas para reducir significativamente sus costes “en un contexto de gran presión competitiva y reducción sensible de sus márgenes”.

Recomiendan también “seguir aumentando precios postales para amortiguar la pérdida de ingresos” y “conseguir una compensación justa por el coste neto del Servicio Postal Universal (SPU) que sea indubitable y que se reciba rápida y regularmente”. El SPU es un pago a cuenta del Estado por los costes que supone garantizar un servicio postal de calidad, con accesibilidad, regularidad y a precio asequible. Este año se subvenciona con 120 millones de euros, pero según cálculos de los sindicatos, el coste de este servicio es de 230 millones. 

Otro de los ejes estratégicos propuestos es la autorización de la  adquisición de compañías “para acelerar el liderazgo en paquetería”, la creación de “la estructura financiera necesaria (caja, monetización de activos, y deuda)” para financiar el plan, cuyo coste estima entre 1.200 y 1.400 millones de euros “incluyendo entre 600 y 700 millones de euros de adquisiciones”. Entre otras cosas, recalca que Correos dispone de “sesenta edificios emblemáticos en grandes ciudades” y de unos 2.100 inmuebles en ciudades medianas y pequeñas sin utilizar o utilizados parcialmente.

“Correos ha logrado unos resultados razonables”

Según recuerda la consultora, en los últimos cinco años Correos, al igual que sus homólogos europeos, se ha visto presionado cada vez más por la caída del negocio postal.

“A pesar de ello, y en un entorno macro–económico desfavorable con restricciones de gestión en el ámbito público, Correos ha logrado unos resultados positivos razonables”, afirman, “al conseguir amortiguar el impacto negativo de la caída postal en su rentabilidad, cumplir las obligaciones del servicio postal universal, mantener la paz social pese la reducción del 15% de costes fijos, y crecer en paquetería casi al doble de velocidad que la media de mercado”.

El año en que se encargó el informe, 2016, el Grupo Correos sufrió unas pérdidas consolidadas de 34,098 millones de euros, los mayores números rojos tanto para el grupo como para la matriz (33,7 millones) desde la constitución de Correos y Telégrafos como sociedad anónima estatal en junio de 2001. Un récord que se podría romper en 2017 (aún no se conocen las cuentas), año para el que el Gobierno ha presupuestado pérdidas de 227 millones de euros.

Portugal se vio obligado a vender el equivalente de Correos, CTT, por exigencias de la troika, con lo que ingresó 900 millones de euros. El servicio se deterioró notablemente y el Partido Socialista portugués se ha planteado su renacionalización.