Endesa lamenta la “incertidumbre” sobre el impuesto a las energéticas y ve “imposible” que se prorrogue

Antonio M. Vélez

19 de noviembre de 2024 11:26 h

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Los principales ejecutivos de Endesa han lamentado este martes la “incertidumbre” y los “rumores” sobre el impuesto a las energéticas, tras la caótica sesión en el Congreso de este lunes para tratar de sacar adelante la reforma fiscal con el tipo mínimo del 15% a las multinacionales. Endesa confía en que es “imposible” que se apruebe la prórroga para alargarlo a 2025 que apoyaron a última hora ERC, EH Bildu y BNG.

En una conferencia con analistas para presentar su nuevo plan estratégico, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha señalado que “si nada cambia”, es “imposible” que salga adelante esa prórroga, por la falta de apoyos del Real Decreto-Ley que la recogería.

“Todo es muy confuso ahora en relación con la regulación y esta tasa”, ha dicho Bogas, que ha subrayado que ese decreto “tendría que ser aprobado por el parlamento” y “eso significa que si nada cambia sería imposible que se extienda”. El ejecutivo ha señalado que anoche el Gobierno lanzó un comunicado en el que anunció que había pactado con Junts que la prórroga no afectaría a las compañías energéticas que inviertan en descarbonización“. ”Todo es muy confuso“, ha reiterado.

Por su parte, el director Financiero de Endesa, Marco Palermo, también ha lamentado los “muchos rumores” y la “incertidumbre” sobre ese impuesto, que el Gobierno puso en marcha para drenar los beneficios extraordinarios del sector con la crisis energética derivada de la invasión de Ucrania. Bogas ha señalado que ahora “no es el momento de más impuestos, sino de invertir, si queremos alcanzar los objetivos de transición energética”.

El primer ejecutivo de Endesa ha calificado de “paso en la buena dirección” las orientaciones que dio en octubre el Ministerio para la Transición Ecológica a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para mejorar la retribución de las redes, en una materia que es competencia exclusiva del denominado 'súperregulador'.

Bogas ha destacado que estamos en un “momento clave para alcanzar los objetivos de transición energética a 2030” y para ello la regulación debe ser “favorable”. Ha recordado que en otros países europeos la tasa de rentabilidad de esta actividad se está situando entre el 7,3% y el 8,7%. En Endesa estarían “cómodos” con una tasa del 7,5% y podrían “incrementar” las inversiones proyectadas para los próximos años si hay “visibilidad” sobre la regulación.

Pero también están listos para hacer lo contrario y destinar ese dinero a sus accionistas si no hay un marco apropiado, ha advertido Bogas. Como dijeron el pasado lunes los principales ejecutivos de la italiana Enel, propietaria de Endesa, al presentar su nuevo plan estratégico, “en España hay mucho espacio para aumentar las inversiones” si la regulación es adecuada.

Coincidiendo con su 80 aniversario, Endesa ha anunciado este martes unas inversiones de 9.600 millones para el periodo 2025-2027, un 8% más respecto al plan anterior, y que es una cifra récord desde que en 2014 su actividad quedó reducida a la Península Ibérica, tras traspasar su negocio latinoamericano a Enel.

Para cumplir los “ambiciosos de electrificación” que ha plasmado el Gobierno en la nueva revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) a 2030, Endesa prevé elevar un 45% la inversión en la red eléctrica respecto al plan anterior 2024-2026, hasta 4.000 millones, aunque eso sí, “pendiente de las mejoras y actualizaciones de la regulación”.

En renovables, el grupo ha anunciado una reorientación de su inversión para este periodo, que se situará en los 3.700 millones, y reducirá la exposición a solar. Se centrará en activos de mayor valor, como los hidroeléctricos, con la adquisición de la cartera de 626 megavatios (MW) a Acciona Energía por 1.000 millones, anunciada el pasado viernes, y en los desarrollos eólicos.

La compra de esa cartera a la empresa de la familia Entrecanales, antiguos socios de Enel para quedarse Endesa en la guerra de opas de hace tres lustros, contribuirá a que el margen unitario del negocio eléctrico liberalizado de Endesa suba en 2027 hasta 56 euros por megavatio hora (€/MWh), frente a los 55 €/MWh esperados para este año.

El grupo prevé pulverizar este año la previsión de beneficio ordinario neto, que alcanzará 1.800 millones, con un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 5.200 millones, en el rango alto de la estimación anunciada hace un año.

La filial de la italiana Enel garantiza un dividendo mínimo de un euro por acción hasta 2027, extiende a todo el plan el 70% de 'pay out' (porcentaje del beneficio ordinario destinado a dividendos) y eleva casi un 10% la remuneración prevista para 2024, hasta 1,2 euros por título.

Para el final del plan en 2027, Endesa aspira a un Ebitda de hasta 5.900 millones, un resultado ordinario neto de hasta 2.200 millones y una deuda neta de entre 10.000 y 11.000 millones de euros.