Endesa ha sufrido un roto de 733 millones de euros en sus cuentas hasta septiembre como consecuencia de operaciones con derivados del gas natural. La partida de “ingresos y gastos por derivados de materias energéticas” ha supuesto un mayor gasto de 733 millones en los nueve primeros meses, hasta 2.375 millones, un 44,6% más.
En las cuentas remitidas este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía lo atribuye “a la evolución de la valoración y liquidación de derivados de electricidad y, fundamentalmente, de gas como consecuencia de la coyuntura de volatilidad de precios de los mercados energéticos de los últimos meses durante los que se contrataron derivados cuya liquidación ha sucedido en el periodo enero-septiembre de 2023”.
Preguntado por los analistas por si va a cambiar su estrategia de coberturas, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha explicado que la empresa no ha tenido en cuenta las diferencias entre la cotización del gas de referencia en Europa, el TTF, y la referencia del mercado ibérico PVB, que en el último año ha sido más barato que ese índice holandés.
“Hemos aprendido la lección”, ha señalado Bogas, que ha reconocido “ineficiencias” en el diseño de esos derivados, que ha afirmado se han compensado con la buena marcha del negocio ordinario. Ha añadido que tras la mala experiencia de los dos últimos trimestres, esperan una recuperación para el tramo final del ejercicio.
Bogas ha insistido en que el impuesto a las energéticas pone al sector en “desventaja competitiva” con otros países europeos. Respecto al acuerdo de PSOE y Sumar para mantenerlo, “tenemos que entender lo que significa” que esa tasa se va a “readaptar”.
El ejecutivo ha insistido (hasta en tres ocasiones) en que Endesa no tiene beneficios caídos del cielo y ha recordado que han recurrido el gravamen “porque es discriminatorio e injustificado y no sigue la regulación europea”. “Seguiremos apelando y veremos qué ocurre”.
Tras la “gradual normalización” del mercado después de las extraordinarias condiciones de 2022, como consecuencia de la guerra en Ucrania, la eléctrica ganó 1.059 millones hasta septiembre, un 35,9% menos, con una reducción del 27,9% si no se tienen en cuenta los extraordinarios por la venta parcial de su negocio de movilidad a su matriz, Enel. La compañía atribuye el descenso al mayor esfuerzo inversor, el aumento de costes financieros por la subida de tipos y el efecto del impuesto extraordinario al sector energético.
Endesa recortó sus ingresos en los nueve primeros meses del ejercicio un 22%, hasta 19.211 millones. El beneficio bruto operativo o Ebitda (el que mide la marcha ordinaria del negocio) fue de 3.353 millones, un 9,6% menos. La deuda aumentó un 6,3%, hasta 11.551 millones, tras crecer la inversión el 2%, hasta 1.509 millones. El 76% se destinó a redes y renovables.
El grupo tiene operativos 9.300 megavatios (MW) de potencia renovable (hidroeléctrica, solar y eólica) en la Península, 800 MW más respecto a hace un año. La compañía ha aumentado el número de puntos de recarga eléctrica públicos y privados un 26,6%, hasta 17.599 unidades.
La energética indicó que tiene encaminados los objetivos financieros para el ejercicio, que pasan por un Ebitda de entre 4.400-4.700 millones y un beneficio neto de entre 1.400-1.500 millones, abonando un dividendo por acción en el entorno de 1 euros. Según Bogas, las previsiones están en “la parte alta” de esas expectativas.