El Ayuntamiento de Madrid sigue apostando por un plan de energía 100% renovable para la mejora de la eficiencia económica a partir del año que viene. El nuevo contrato de energía, con un coste aproximado de 115 millones de euros, entrará en vigor en 2018 y tendrá una duración de 24 meses. Se espera que suponga un ahorro de 5,7 millones de euros anuales.
Siguiendo la iniciativa de otros ayuntamientos españoles, como el de Barcelona, el plan energético del consistorio que dirige Manuela Carmena facilitará el acceso a pequeñas empresas frente a los gigantes del sector. Para ello, por primera vez se dividirán los contratos en lotes, accesibles a cualquier empresa. Se primará a aquellas empresas que demuestren su apuesta por acabar con la pobreza energética y que solo comercialicen renovables.
Asimismo, se favorecerá una contratación a un “precio justo”, y se limitará la adquisición a un máximo de tres lotes de suministro por compañía para evitar monopolios. Los lotes se dividirán en suministros eléctricos titularidad de organismos autónomos; de alta y baja tensión titularidad del Ayuntamiento de Madrid; edificios municipales donde se trata a personas en situación de vulnerabilidad y suministros de gas natural.
El contrato afectará a los aproximadamente 1.100 edificios municipales del Ayuntamiento, incluyendo oficinas, centros culturales, deportivos, de día, de servicios sociales y de mayores, museos, escuelas infantiles, bibliotecas, sedes de Policía, SAMUR y Bomberos. Quedan excluidos los contratos integrales de limpieza y conservación de zonas públicas, dada su vigencia hasta 2024.
El Ayuntamiento pretende licitar conjuntamente el suministro eléctrico y el de gas natural para simplificar la tramitación de expedientes y la presentación de ofertas.
También se eliminarán intermediarios en la compra de energía, con un ahorro estimado del 7% en la facturación anual.
Con la intención de reducir la dependencia de fuentes de energía contaminantes, que generan gases de efecto invernadero y residuos, ya se han llevado a cabo una serie de actuaciones para la mejora de la eficiencia energética en el ayuntamiento de Madrid, como una modificación de la climatización de los edificios municipales o un mayor control de la potencia contratada y de los puntos de suministro.