La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) ha comunicado a su plantilla un recorte de sueldo con efecto inmediato tras detectar un desvío al alza en la masa salarial autorizada por el Ministerio de Hacienda para esta sociedad estatal.
El encargado de comunicar la “desagradable” noticia ha sido José Manuel Blanco, jefe del departamento de Recursos Humanos de la empresa que gestiona los residuos nucleares. En una nota a la que ha tenido acceso eldiario.es señala: “Con los datos a 31 de octubre de 2016, parece claro que, de no adoptar alguna medida, podemos rebasar las cuantías autorizadas” por Hacienda.
El recorte va a afectar con efecto inmediato a varias partidas. El denominado pago para productividad sufrirá en la nómina de diciembre “el correspondiente descuento con objeto de no rebasar la cuantía autorizada para 2016”, señala Blanco en la comunicación.
Además, “de forma preventiva y con objeto de no sobrepasar la cuantía autorizada para acción social 2016, no se abonará la ayuda de comida [una compensación en metálico] del mes de noviembre. En diciembre se abonará la cantidad regularizada necesaria para no rebasar la cuantía autorizada para la acción social en 2016. Asimismo, no se abonará cantidad alguna de las peticiones pendientes de atender por ayuda de estudios desde el mes de junio”.
El responsable de Recursos Humanos de Enresa añade en la nota que “el sistema de autorización de masa salarial nos va a obligar a cambiar algunas prácticas de pago, como puede ser el abono de la cuantía total de productividad (DPO) en el mes de febrero de cada año, la entrega en enero de cada año de vales restaurante que percibe toda la plantilla independientemente del ejercicio de opción, o el pago en enero de cada año del fondo de becas y ayuda social”.
Esto “no significa que no se vayan a abonar estos conceptos, sino que su pago se deberá realizar una vez recibida la autorización de masa del año correspondiente, con objeto de no tener que regularizar cuantías ya abonadas”, señala Blanco en el escrito. La dirección de Enresa también quiere “abaratar el coste de sociedad médica privada en una nueva licitación pública y reevaluar la cobertura del seguro de vida”.
“Continuas contrataciones”
“Quieren quitar un 5% de la paga de objetivos de 2015, dos meses de ayuda de comida y una parte de las ayudas de estudios”, resume una fuente interna, que cifra el recorte en un mínimo de 1.800 euros anuales por persona y relaciona esta decisión con “las continuas contrataciones” de los últimos meses, pese a que el principal proyecto de Enresa, el almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares, está congelado por las dudas sobre los terrenos elegidos por el Gobierno de Mariano Rajoy en diciembre de 2011, por un empeño de la entonces presidenta castellano-manchega y hoy ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal.
A principios de este año, con el Gobierno en funciones y el ATC empantanado, Enresa puso en marcha un proceso para contratar a 40 personas que finalmente paralizó.
Algunas fuentes cifran el desfase entre lo autorizado por Hacienda y las previsiones de Enresa para la masa salarial en unos 1,2 millones de euros. Entre las personas que se han incorporado recientemente a la empresa y que han visto convertido su contrato en indefinido está una hija del director de Recursos Humanos, Carlos Rodríguez, que en mitad del conflicto laboral ha pedido la baja médica. En Enresa también han recalado en los últimos años personas afines al PP como Manuel Acacio, ex senador popular por Albacete.
El presidente de Enresa, Juan José Zaballa, no está en España para gestionar esta situación, ya que se encuentra de viaje en Japón. Zaballa ha sido compañero de promoción de Luis de Guindos y el dimitido José Manuel Soria en la quinta de técnicos comerciales de 1984.
El comité de empresa de Enresa ha pedido que “en tanto no se clarifiquen las cuestiones planteadas”, la dirección de Enresa proceda a la “paralización de cualquier contratación de personal en curso o de cualquier previsión inmediata de contratación”. Los trabajadores de Enresa se han reunido este martes en asamblea en la sede de Madrid para analizar las consecuencias del anuncio de la dirección.
Actualmente la plantilla de la empresa que gestiona los residuos nucleares es de unos 326 empleados, frente a los 305 que tenía al cierre de 2011, según sus cuentas de ese ejercicio. La cifra no tiene en cuenta las incorporaciones a través de contratas. El aumento de plantilla ha llegado pese a las jubilaciones que se han producido en la empresa, que el año pasado celebró su 30 aniversario.
Enresa no ha respondido a las preguntas de eldiario.es sobre este asunto.