Annelie Buntenbach forma parte del comité de dirección de la poderosa Confederación Alemana de Sindicatos (DGB). Estos días ha estado en España para participar en un encuentro europeo de sindicalistas en el que debatir alternativas a las políticas de austeridad y recortes, y coordinar acciones futuras. Buntenbach rechaza que se tomen como modelo las reformas hechas en Alemania hace diez años y reivindica, en cambio, otras fórmulas muy utilizadas en su país para evitar la destrucción de empleo, como las reducciones de jornada.
Mariano Rajoy y Luis de Guindos dijeron hace algunas semanas que España está haciendo ahora las reformas que Alemania hizo hace diez años, ¿es así? ¿son las mismas reformas?
No sólo en España, también en otros países de Europa se están haciendo las reformas que se hicieron en Alemania y que se denominaron Agenda 2010, que está siendo tomada como modelo. Si vemos cuáles fueron los resultados en Alemania, es una decisión errónea.
¿Por qué?, ¿Cuáles fueron sus efectos?
Lo que ha producido es una quiebra en la sociedad, una brecha. Se empeoraron las prestaciones por desempleo y aumentó el trabajo precario. Debido a ello tenemos una franja muy grande de salarios muy bajos, una de las más grandes de Europa. Esa es la otra cara de la moneda de la capacidad exportadora alemana y desde luego no es un modelo para una sociedad que quiera apostar por un desarrollo con posibilidades de que toda la ciudadanía participe y esté integrada.
Que haya una franja de salarios tan bajos hace que la sociedad tenga pocas perspectivas de futuro y que se endurezcan mucho las condiciones de vida de la gente. Para encontrar una salida a la crisis que no divida a la sociedad necesitamos inversiones en seguridad social, en infraestructuras y en innovación.
¿Cuál es la postura sindical alemana respecto a los ‘minijobs’?
Uno de nuestras exigencias es una nueva restructuración del mercado de trabajo. Necesitamos un salario mínimo interprofesional que permita la subsistencia y que marque un mínimo, de forma que la presión hacia abajo en el mercado laboral desaparezca; en este sentido Alemania está rezagada respecto a la mayoría de países de Europa. También exigimos una reforma de los ‘minijobs’, que, sobre todo en el caso de las mujeres, crea una trampa de pobreza. Queremos transformarlos en empleos que tengan cobertura de la seguridad social y que puedan garantizar una subsistencia digna de las personas trabajadoras.
Para restringir esta franja de salarios bajos en Alemania es fundamental la regulación del trabajo cedido, es decir, de trabajadores de empresas de trabajo temporal, para que tengan el mismo salario por el mismo trabajo. Esta es también una de nuestras demandas centrales para las elecciones que tendrán lugar en Alemania en otoño de 2013 y evaluaremos a todos los partidos políticos en sus propuestas en este sentido.
¿Piensa que España debe alcanzar algún tipo de estabilidad presupuestaria como la que marca el pacto fiscal?
Creo que el pacto fiscal y sus indicaciones empeorarán la crisis y no permitirán la salida de la misma. Es una forma de afianzar, de esculpir en piedra la política de austeridad europea para tratar de hacerla inquebrantable. Para darle una perspectiva de futuro a la juventud de Europa necesitamos hacer una inversión, un fondo de futuro que se pague con impuestos, también sobre las grandes fortunas, para que los países puedan ir creciendo y saliendo de la crisis.
Algunos análisis dicen que Alemania podría estar en recesión en 2013, ¿cree que aumentará la conflictividad social allí como lo está haciendo en otros países de Europa?
Si efectivamente eso sucede, los primeros métodos que utilizaremos serán aquellos que en 2008 y en 2009 ya utilizamos exitosamente, como la reducción del tiempo de trabajo para evitar que la gente sea despedida y de esa manera se pueda salir de la recesión de otras formas. Haremos los posible para defender los derechos de las trabajadores y los trabajadores.
Aquí en España, el diálogo social entre los sindicatos y el Gobierno está roto. ¿Cómo son las relaciones de los sindicatos alemanes con Angela Merkel?
Aunque no compartimos muchos puntos de vista sobre su política, sigue habiendo diálogo y me parece que esto tendría que ser así en el caso de cualquier gobierno: hay que seguir con el diálogo, hay que seguir hablando con los sindicatos aunque las posiciones no siempre coincidan.
¿Cree que los sindicatos europeos han estado a la altura de las circunstancias durante la crisis?
La actitud de los gobiernos, sobre todo, y de la política durante esta crisis ha sido la de un ataque permanente a los derechos de los trabajadores, que han sido los que han tenido que cargar con todo el peso de la crisis. En ese sentido hemos desarrollado unas posiciones comunes y una estrategia común en Europa para hacer frente a esta situación. Es muy importante que nos mantengamos unidos.