El anuncio del nombramiento de Román Escolano como ministro de Economía llegó de manera escueta, a través de una nota de prensa del presidente Mariano Rajoy. Y con la salida de éste tras el éxito de la moción de censura, llegará también su salida del Ministerio. Su mandato no ha llegado a 90 días y concluye en la misma jornada en que su predecesor, Luis de Guindos, asume la vicepresidencia del Banco Central Europeo.
No ha llegado al plazo de 100 días de confianza que oficiosamente se da a los cargos públicos. Accedió al cargo bajo la etiqueta de tecnócrata, dejando su anterior puesto como vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones, al que accedió en sustitución de la socialista Magdalena Álvarez. Antes de aquello, fue presidente del ICO.
En su pasado más lejano se haber sido número uno de su promoción de técnicos comerciales y económicos del Estado a finales de los años ochenta. Aunque fue durante el periodo de gobierno de José María Aznar donde su nombre empezó a tomar más presencia. Ocupó cargos en empresas públicas como Correos o organismos como el Icex. Con la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero, Escolano pasó a la empresa privada, ocupando la dirección de relaciones institucionales de BBVA.
De su época más reciente, la de ministro de Economía, el corto periodo de tiempo con el que ha contado no le ha permitido grandes reformas. Uno de los hitos más importantes en estos dos meses largos ha sido el nombramiento del nuevo gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.
Una decisión que no ha estado exenta de polémica, por los tiempos. El nombramiento apareció publicado el jueves en el Boletín Oficial del Estado (BOE), horas antes de que arrancara el debate de la moción de censura presentada por el socialista Pedro Sánchez.
De este modo, el Gobierno saliente se aseguraba el nombramiento de su elección para gobernador, un puesto que no puede ser removido por el Gobierno y que tiene una vigencia de seis años. Para ello, aceleró los plazos, ya que Luis María Linde, el actual responsable de la institución tenía todavía mandato hasta el próximo viernes, 8 de junio. Esta decisión fue tildada de “poco democrática” por la oposición cuando Escolano acudió al Congreso a anunciar la decisión.
Más allá de este asunto, Escolano ha participado en la defensa de los presupuestos generales de 2018, aprobados hace apenas 10 días, justo antes de la sentencia del caso Gürtel. Fuentes del ministerio destacan además la propuesta sobre la construcción económica de la UE, impulso a la política de ciencia e industria y un plan de comercio minorista para la digitalización.
Escolano se despide aludiendo en sus últimas declaraciones a la “grave irresponsabilidad” para la estabilidad económica de la presentación de una moción de censura. En el tintero de temas por desarrollar dejados por Guindos antes de su despedida y que Escolano tampoco ha avanzado se encuentra principalmente el proyecto de división de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la creación de un supervisor de seguros.
Tampoco en el sector financiero ha habido avances, con una situación de Bankia en Bolsa que no le ha permitido realizar nuevas desinversiones, e incluso ha hecho llamamientos a agotar los plazos para intentar maximizar la recuperación de lo invertido en el rescate de la entidad financiera. También deja pendiente la aprobación en el Congreso de la nueva ley hipotecaria.