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España y Holanda se alían para relajar las reglas presupuestarias europeas

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
4 de abril de 2022 08:32 h

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Uno es liberal y campeón de los autodenominados frugales. El otro es un Gobierno de coalición progresista y del sur. La Haya y Madrid; Mark Rutte y Pedro Sánchez. En efecto, Países Bajos y España, países históricamente enfrentados en la Unión Europea por sus diferentes formas de ver las respuestas económicas a todas y cada una de las crisis –la financiera de 2008; la de la pandemia; la de la crisis energética– se han puesto ahora de acuerdo en torno a un non paper, un documento en el que fijan su posición en torno a un debate abierto en la UE: la reforma de las reglas fiscales, las normas presupuestarias, que llevan suspendidas dos años por la crisis sanitaria, económica y social del coronavirus.

Este lunes se reúnen en Luxemburgo los ministros de Finanzas del euro, el Eurogrupo, y España y Holanda aprovechan para presentar un documento, cuyo contenido ha sido adelantado por El País y Politico y al que ha tenido acceso elDiario.es, en el que intentan conjugar flexibilidades defendidas por el sur junto con la austeridad defendida por el norte.

La vicepresidenta española, Nadia Calviño, señaló en una rueda de prensa en Luxemburgo para presentar el documento, que es el momento de “dejar atrás los viejos debates y prejuicios”. Y añadió: “Clasificar a países y seguir en las posiciones tradicionales que han llevado a debates divisivos y no nos han dejado progresar en los últimos años no es productivo ahora”.

Por su parte, la ministra de Finanzas de Países Bajos, Sigrid Kaag, destacó el “momento de crisis y sufrimiento humano” en el que llega la posición común entre los dos países: “El punto político aquí es no perder energía y tiempo en diferencias superficiales, centrémonos en terreno común, construyamos desde el terreno común y demostremos a nuestros ciudadanos y contribuyentes que la UE es realmente más que un mercado interior, es una comunidad de valores”.

“Este paper ha sido suscrito en un contexto de repuesta a la pandemia y a la guerra de Ucrania y el hecho de que dos países, España y Holanda, que tradicionalmente han tenido visiones divergentes en estos temas, muestra la necesidad de encontrar unidad y determinación para responder a un reto común”, ha insistido Calviño.

El comisario de Economía europeo, Paolo Gentiloni, se ha confesado tras el Eurogrupo “feliz de ver esta contribución de países que suelen estar en diferentes posiciones en estos temas, con puntos muy interesantes”. Unas buenas palabras que también han expresado el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, y el del MEDE, Klaus Regling. “Estamos agradecidos a Madrid y La Haya, pero no podemos esperar que este papel resuelva todos los problemas”, ha dicho Gentiloni, en referencia a asuntos pendientes de debatir entre los 27 y con la Comisión Europea, como una hipotética regla de oro de inversiones fuera de las reglas presupuestarias, como defienden algunos países en torno a las inversiones verdes.

Así, según el documento, Madrid y La Haya defienden que “en un contexto de mayores niveles de deuda” se necesitan estrategias de consolidación más “específicas para cada país” y “realistas”. La española Nadia Calviño y la neerlandesa Sigrid Kaag presentarán este lunes un documento con las propuestas para cambiar el conjunto de reglas que rigen cómo los países de la UE deben reducir su deuda y en el que apuestan por que la UE fije objetivos específicos para cada país.

“Alcanzar esos objetivos requiere reformas económicas continuas, inversiones públicas de alta calidad y una mejor composición de las finanzas públicas para garantizar que la reducción de la deuda no dependa únicamente de la consolidación presupuestaria”, afirma el documento.

Actualmente, las reglas fiscales dictan una velocidad de reducción de la deuda de 1/20 por año, lo que ha servido para imponer recortes y sacrificios fiscales en el pasado. Como muchos países de la UE ahora tienen deudas por encima del 100% del PIB, volver al objetivo del 60% a esa velocidad significaría recortes presupuestarios brutales lo que abocaría a países como España a nuevas recesiones.

En este contexto, España y Países Bajos pactan modificar ese punto de referencia. Eso sí, en un gesto del norte, el documento defiende construir amortiguadores fiscales “para estar preparados para el próximo shock” y mayor margen de maniobra para los programas de estabilidad diseñados a nivel nacional.

Madrid y La Haya argumentan que se necesitan “inversiones públicas de alta calidad” y “esfuerzos de inversión considerables” para cumplir con las ambiciones verdes y digitales: “El nuevo marco debe tener en cuenta el importante esfuerzo inversor necesario para cumplir con nuestros compromisos ambiciosos, particularmente para las transiciones verde y digital”.

“La experiencia reciente con la gobernanza del Fondo de Recuperación y Resiliencia muestra el potencial para crear un círculo virtuoso entre la responsabilidad nacional y la aplicación”, afirma el texto: “Los Gobiernos nacionales podrían rendir cuentas mejor si también estuvieran facultados para proponer planes fiscales a mediano plazo específicos de cada país para reforzar la sostenibilidad fiscal de una manera favorable al crecimiento, incluso a través de inversiones y compromisos de reforma ambiciosos, que sean creíbles y verificables”. Y añade: “Cuando la responsabilidad y el cumplimiento no se materialicen, el sistema debe tener mecanismos claros para garantizar que la Comisión y el Consejo tomen las medidas necesarias para hacer cumplir las normas”.