El expresidente de la CAM culpa al Banco de España de la emisión de cuotas participativas
Modesto Crespo Martínez, expresidente de Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), pendiente todavía de un juicio por el cobro de dietas en la entidad, ha declarado que fue el Banco de España es que utilizó a la caja como “conejillo de indias” en el lanzamiento de las cuotas participativas durante su comparecencia en el Congreso en la comisión de investigación obre la crisis financiera de España.
Crespo ha llegado a decir que “no tenía conocimientos contables. Soy graduado social” pero que su cargo en la caja era institucional, aunque luego ha admitido que su sueldo provenía de una filial de la entidad, Tinser Cartera, por la que cobraba más de 300.000 euros al año. Por este sueldo está imputado por un delito de de apropiación indebida en el Juzgado de Instrucción número 5 de Alicante.
“Las cuotas participativas fueron antes de que yo fuera presidente. El banco de España ideó las cuotas participativas para que tuviéramos recursos. Determinó que fuéramos nosotros los que las sacáramos pero ignoro por qué. Fuimos el conejillo de indias del Banco de España”, ha explicado Crespo.
Las cuotas participativas de la CAM, absorbida por el Banco Sabadell, fueron colocadas a 55.000 pequeños inversores desde 2008, una operación por la que la caja recogió 292 millones de euros; en diciembre de 2011, meses después de la intervención del Banco de España, dejaron de tener valor y se suspendió su cotización en bolsa.
La CAM fue intervenida por el Banco de España en julio de 2011, que se apropio de la entidad tras inyectar 2.800 millones de euros de capital a través del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) y 3.000 millones de liquidez, para posteriormente vendérsela al Banco de Sabadell por un solo euro.
El expresidente de la CAM se ha descargado de cualquier responsabilidad en la gestión de la caja por tener un cargo no ejecutivo. “El control de gestión de la caja era de los directivos. Las distintas comisiones hacían las propuestas, la de retribuciones aprobaron las dietas que han percibido los directivos sin problemas, estaban aprobadas por los órganos correspondientes. Las cuentas de la caja son auditadas sin salvedad alguna. Nuestra misión no era el control exhaustivo o policiaco. Nos traían las cuentas auditadas y solo nos quedaba aprobarlas, si había un dato falso eso ya está en una sentencia de la Audiencia Nacional”, ha explicado.