A falta de conocer el texto oficial, la propuesta del factor de sostenibilidad que están ultimando el comité de expertos designado por el Gobierno abrirá la puerta a que algunos años las pensiones puedan descender. Así lo adelantaba ayer El País, que asegura que los expertos barajan dos tipos de coeficientes correctores para contener el gasto en pensiones: uno que actualice las pensiones, incluso las actuales, a una revalorización que no esté anclada al IPC y otro que marque la prestación de los nuevos jubilados, ligada a la esperanza de vida o a la salud del sistema.
Como siempre, el diablo está en los detalles, y varios expertos en pensiones consultados por eldiario.es advierten de que la aplicación temprana de estos mecanismos puede penalizar doblemente a los que se jubilen en los próximos quince años. Bruselas ha exigido que se diseñe ya este factor que tiene como principal meta reducir la factura en pensiones.
En su propuesta original, el factor de sostenibilidad debía ponerse en marcha en 2027, una vez que se hubiera completado la actual reforma de las pensiones. La reforma vigente contempla aumentar gradualmente la edad legal de jubilación hasta situarla en 2017 en 67 años con 35 años cotizados, o en 65 años si se han acumulado 38,5 años de vida laboral.
Los expertos advierten de que poner en marcha el factor de sostenibilidad cuando aún se está en mitad de los procesos transitorios puede causar situaciones “aberrantes” como que un jubilado perciba menos pensión pese haber retrasado su edad de retiro.
Así, por ejemplo, si un trabajador espera hasta los 65 años y 6 meses para jubilarse para cobrar el 100% de la prestación, se podría encontrar que al haber cambiado de año natural, el cálculo de la prestación le salga a recibir menos por el coeficiente que se haya decidido ese año. Cada año se desplaza en dos meses la edad de jubilación, por ejemplo, en 2021 para retirarse con 35 años cotizados sería necesario tener 66 años para recibir la pensión completa.
Según el exministro de Trabajo, Valeriano Gómez, que rubricó la reforma de las pensiones en marcha, poner a operar el factor de sostenibilidad durante el periodo transitorio, añade incertidumbre. “Han aumentado el número de jubilaciones en el último año y es en gran medida porque los trabajadores quieren asegurar la pensión que van a cobrar”, advierte.
Gómez cree que el borrador de la re-reforma de las pensiones que se ha dado a conocer va mucho más de la intención inicial del Ejecutivo socialista, que contempló su creación como punto y final del proceso de reforma. En este sentido, el actual portavoz de Economía del PSOE en el Congreso recuerda también que la evolución de la esperanza de vida ya se tomó en cuenta a la hora de elevar la edad legal de jubilación, por lo que aplicarla como un nuevo corrector sería utilizar esta variable dos veces.
Según el borrador filtrado a el diario El País, los sabios trabajan en correctores de largo alcance, como diez u once años, para evitar precisamente que el año en el que un jubilado entre en el sistema sea significativamente peor que el precedente o el posterior. Es decir, en hacer más estable el coeficiente corrector.
En los próximos días se hará público el informe definitivo que deberá buscar mecanismos de salvaguarda para evitar quebrantos en la equidad del sistema e introducir seguridad. Es decir, que un trabajador que decida retirarse con 66 años en 2021, tenga la certeza de que su decisión no va a suponer una merma en su prestación respecto a si se hubiera jubilado con 65.