La portada de mañana
Acceder
El jefe de la Casa Real incentiva un nuevo perfil político de Felipe VI
Así queda el paquete fiscal: impuesto a la banca y prórroga a las energéticas
OPINIÓN | 'Siria ha dado a Netanyahu su imagen de victoria', por Aluf Benn

Noticia servida automáticamente por la Agencia Europa Press

La Fiscalía asegura que en Bankia hubo una estrategia para obstaculizar al auditor externo y no aflorasen deterioros en las cuentas de 2011

Economía

0

La Fiscalía Anticorrupción asegura que en el grupo BFA-Bankia hubo una estrategia interna para obstaculizar la labor del auditor externo y que no aflorasen determinados deterioros en las cuentas del ejercicio 2011, según informa Europa Press.

La fiscal Carmen Launa ha continuado exponiendo los motivos por los que ha añadido a su acusación en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia el delito de falsedad contable, centrándose este miércoles en las cuentas del ejercicio 2011 formuladas en marzo de 2012 y que fueron objeto de reformulación dos meses después.

Con anterioridad, la fiscal ya había argumentado la ampliación de su acusación en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia en la luz que han arrojado los testimonios de acusados, testigos y peritos a lo largo del procedimiento, que habrían probado que tanto el expresidente de la entidad Rodrigo Rato como el ex consejero delegado Francisco Verdú conocían la existencia de irregularidades en las cuentas de 2011

Estas cuentas fueron presentadas por el exinterventor general Sergio Durá ante los consejos de administración de BFA y Bankia y los miembros de sus comités de auditoría y cumplimiento.

Según Launa, Durá coordinó, junto con el director de auditoría interna Miguel Ángel Soria, la obstaculización de la labor de auditoría para retrasar la aportación de información requerida por el auditor externo Francisco Celma y dilatar así el afloramiento de unos deterioros “que conocían perfectamente para que no fueran objeto de registro en las cuentas formuladas en marzo de 2012”.

Según Launa, esta “estrategia” fue diseñada para ocultar el afloramiento de unos deterioros latentes desde la constitución del Sistema Institucional de Protección (SIP) que dio lugar al grupo BFA-Bankia que posteriormente, tras la reformulación, provocaron que las pérdidas consolidadas de BFA en 2011 pasasen de 30 millones a 4.952 millones de euros, y que el beneficio de 309 millones de Bankia se convirtiese en pérdidas de 2.979 millones de euros.

La fiscal ha relatado que había una necesidad de provisiones a 31 de diciembre de 2011 de 1.484 millones de euros en Bankia y 700 millones en BFA.

Durante su testimonio, el inspector José Antonio Delgado comentó que el interventor general reconoció durante una reunión que “habían detectado esta situación” y que además los inspectores del Banco de España les trasladaban en reuniones semanales que había un déficit de 2.000 millones de euros, por lo que “eran conocedores” y pedían que se reconociese parcialmente y a lo largo del tiempo, de manera fraccionada.

Finalmente, estos deterioros no fueron incluidos en las cuentas de 2011 formuladas en marzo de 2012, sino que se recogieron en la reformulación de mayo. “53.123 activos adjudicados de 294 participadas no se deterioran súbitamente en unos días de diciembre de 2011, los deterioros eran previos”, ha sostenido la fiscal.

Ampliación de la acusación

La Fiscalía Anticorrupción elevó el pasado mes de julio las penas que pedía inicialmente por delito de estafa a inversores y, además, añadió el de falsedad contable por las cuentas de Bankia y BFA del ejercicio 2011, con lo que el número de personas a las que acusa se incrementó desde cuatro hasta quince.

Según explicó Launa, la práctica totalidad de los hechos en su escrito de conclusiones iniciales ha quedado acreditada y, tras escuchar a los acusados, testigos y peritos, el Ministerio Público se ha visto “obligado” a introducir nuevos matices.

Por ello, finalmente ha pedido una condena de ocho años y medio de prisión (cinco y medio por estafa y tres por falsedad contable) para el expresidente de Bankia Rodrigo Rato, de cinco años por estafa para el exvicepresidente José Luis Olivas, de seis años (cuatro por estafa y dos por falsedad contable) para el exconsejero de Bankia José Manuel Fernandez Norniella y de un año y medio por falsedad contable para el exconsejero delegado Francisco Verdú Pons.

Además, por considerarlos “cooperadores necesarios” del delito de estafa a inversores, la Fiscalía ha solicitado dos años de cárcel para el socio auditor de Deloitte, Francisco Celma, y dos años y medio para el exdirector general financiero y de riesgos de Caja Madrid y de Bankia Ildefonso Sánchez Barcoj.

La Fiscalía también ha pedido condenas de dos años cada uno por falsedad contable para el exinterventor de Bankia Sergio Durá y el exdirector de auditoría interna de Bankia Miguel Ángel Soria Navarro.

En cuanto a los miembros del comité de auditoría de Bankia y BFA, a los que acusó también por falsedad contable, el Ministerio Público ha solciitado condenas de un año de cárcel, sustituible por multa, para los exconsejeros Mercedes Rojo Izquierdo (BFA), Araceli Mora (Bankia), Pedro Bedía (BFA), Remigio Pellicer (BFA) y José Rafael García Fuster (BFA).

Respecto a los presidentes de dichos comités, al exministro del PP Ángel Acebes (BFA) y Alberto Ibáñez (Bankia), por su mayor grado de responsabilidad, las penas que ha reclamado son de un año y medio de prisión cada uno, que alternativamente si se considera que el delito de falsedad contable fue en grado de tentativa podrían reducirse a nueve meses de cárcel.