La fiscalía de Bruselas ha acusado hoy a HSBC Private Bank, filial suiza del banco británico HSBC, de fraude fiscal, blanqueo de dinero, organización criminal y ejercicio ilegal de intermediación financiera.
“Las sospechas sobre ese establecimiento se basan en su presencia y su intervención ilegal en Bélgica durante varios años, con el objetivo de tramitar y gestionar los bienes de una clientela muy acomodada, en particular del sector del diamante en Amberes”, explica la fiscalía en un comunicado
Además, se cree que la banca “favoreció y animó al fraude fiscal”, al poner a disposición de algunos de sus clientes privilegiados (“miles”, según el rotativo local Le Soir) sociedades en paraísos fiscales, situadas en particular en Panamá y en las islas Vírgenes, que no tenían ninguna actividad económica y con el único objetivo de disimular los bienes de esas personas.
De esa manera, la entidad bancaria habría permitido a esas empresas eludir la aplicación de la Directiva sobre fiscalidad de los ahorros, que permite a los países tasar los ingresos de los ahorros de los contribuyentes, incluso cuando estos se obtienen en otro Estado miembro.
Estas prácticas habrían permitido evadir miles de millones de dólares y habrían privado al Estado belga de la recaudación de varios centenares de millones de euros, según la fiscalía. El juez de instrucción que lleva el caso es Michel Claise, que el año pasado citó a declarar como testigo al exempleado de HSBC Hervé Falciani para recabar información sobre una presunta trama de blanqueo de capitales con diamantes. El magistrado interrogará en próximas fechas a distintos dirigentes y empleados del banco.