El FMI propone una 'tasa Covid' temporal para que los más ricos ayuden a pagar la factura de la crisis del coronavirus

Economía

7 de abril de 2021 16:17 h

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha señalado la necesidad de movilizar los ingresos fiscales necesarios para abordar el mayor gasto público a consecuencia de la pandemia de Covid-19 para lo que plantea que en los países avanzados pueda aplicarse de manera temporal a las empresas y personas con mayores ingresos un recargo que contribuya a reducir la erosión fiscal y reducir la desigualdad, así como también actuar sobre impuestos como patrimonio o sucesiones.

“Para ayudar a satisfacer las necesidades de financiación relacionadas con la pandemia, los responsables de formular las políticas podrían considerar una contribución temporal de recuperación de la Covid-19, que grave los ingresos más altos y la riqueza”, señala el Fondo en la última edición de su informe 'Monitor Fiscal'.

En este sentido, la institución considera necesario acometer reformas fiscales tanto a nivel doméstico como internacional con el fin de obtener los recursos necesarios para mejorar el acceso a los servicios básicos y las redes sociales de seguridad, así como para revitalizar los esfuerzos para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El FMI recuerda que este tipo de suplementos temporales del impuesto sobre la renta de las personas físicas, a menudo restringidos a los tramos de ingresos más altos, se introdujeron anteriormente durante circunstancias excepcionales como en Alemania a causa de la reunificación del país, así como en Australia (2011) o Japón (2013).

Asimismo, el Fondo considera que un impuesto sobre el exceso de beneficios de las empresas, aquellos que superan el mínimo requerido por los inversores, puede ayudar a garantizar una contribución de las empresas que hayan prosperado durante la crisis, como algunas farmacéuticas o empresas altamente digitalizadas, sin afectar a otras con ganancias mínimas o en pérdidas.

En la rueda de prensa posterior a la presentación del informe, el subdirector del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, Paulo Mauro, ha subrayado la necesidad de obtener ingresos fiscales adicionales para cubrir el gasto sanitario, en educación y en redes sociales de protección, añadiendo que los países deberán abordar este problema de diferentes formas.

“En las economías emergentes y de bajos ingresos, la prioridad será mejorar la administración fiscal y recaudar más impuestos al consumo, mientras que en las economías avanzadas observamos una erosión de los ingresos del impuesto de sociedades y también vemos una erosión en la recaudación de la renta de las personas en la parte más alta de la escala de riqueza”, ha explicado.

De este modo, Mauro ha apuntado que en las economías avanzadas existe la oportunidad de revertir algo de esa erosión fiscal mediante la introducción de medidas en el impuesto de sociedades o sobre otros impuestos como el de la renta, los impuestos sobre el patrimonio o sucesiones, así como cerrando lagunas fiscales. “Hay muchas opciones disponibles”, ha añadido.

En este sentido, el funcionario del FMI ha señalado que una opción específica sería “una contribución para la recuperación de la Covid-19 que podría tomar la forma de un suplemento en el impuesto de la renta o en el impuesto de sociedades dado que algunas empresas lo han hecho muy bien en cuanto a su valoración de mercado y ahí habría una oportunidad”.

Riesgos y descontento social

El Fondo ha alertado también de que la incertidumbre que rodea las previsiones fiscales es “inusualmente alta” y que está sujeta tanto a riesgos al alza (mejorías) como a la baja (empeoramientos). En el caso de las posibles sorpresas positivas, el FMI identifica una campaña de vacunación más rápida de lo esperado, lo que elevaría los ingresos de los países y reduciría la necesidad de nuevos estímulos.

Por el contrario, los riesgos negativos para las previsiones son más numerosos. El primero de ellos identificado por el FMI es una ralentización económica más larga, debido en parte que el crecimiento se vea afectado por los nuevos confinamientos, por el retraso en la vacunación o por una menor efectividad de las vacunas contra las nuevas variantes del virus. “Una reducción prematura del apoyo político posiblemente cause pérdidas en el empleo y los ingresos”, ha alertado el FMI.

El organismo internacional también ha situado como riesgos un endurecimiento “abrupto” de las condiciones financieras, un nuevo incremento en la volatilidad de los precios de las materias primas y un incremento en el “descontento social”.

“Las tensiones sociales podrían entrar en erupción a medida que la pandemia o una respuesta política inadecuada (incluyendo el acceso desigual a vacunas) lleve a más muertes o a dificultades económicas”, ha avisado el FMI. Entre esas “dificultades” se encuentran el paro, la pobreza, la malnutrición, la desigualdad, la falta de comida o el incremento de los precios.

“Estos factores podrían debilitar la confianza en los gobiernos y en la efectividad política y poner las finanzas públicas en riesgo”, ha apostillado el Fondo.