El Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que el 30% de los bancos europeos, cuyos activos suman 8,5 billones de dólares (7,6 billones de euros), seguirá siendo “débil e incapaz de generar beneficios sostenibles” en caso de una recuperación económica “cíclica”, por lo que recomienda avanzar en la consolidación del sector y mejorar la eficiencia de las entidades bancarias.
En la rueda de prensa de presentación del 'Informe de Estabilidad Financiera Global', el subdirector del Departamento de Asuntos Monetarios, Peter Dattels, advirtió de que una recuperación cíclica, en la que suban los tipos de interés y bajen las provisiones, “puede ayudar, pero no ser suficiente”.
En Europa, según las estimaciones de la institución internacional, “alrededor de un tercio del sistema sisgue siendo débil e incapaz de generar beneficios de forma sostenible”, mientras que en EEUU el FMI calcula que una cuarta parte de la banca, con activos valorados en unos 3,2 billones de dólares (2,8 billones de euros) se encuentra en la misma situación.
La rentabilidad sobre recursos propios de los bancos se ha recuperado sólo parcialmente desde la crisis, apunta la institución, que considera “improbable” que la rentabilidad de la mayor parte de las entidades vuelva a niveles precrisis como consecuencia del nuevo marco regulatorio.
“La escasa rentabilidad podría ir carcomiendo los colchones de estabilización de los bancos a lo largo del tiempo, lo cual significa que el sector podría contribuir en menor medida a apuntalar el crecimiento”, advierte el FMI, que subraya la particular incidencia de este problema en Europa y Japón.
“La actual valoración del mercado de la capacidad de los bancos para afrontar estos retos no es optimista”, apunta el FMI ante la caída de las valoraciones por debajo del valor en libros, especialmente en Europa y Japón, donde han bajado hasta niveles “en línea con los peores puntos de la crisis”.
En este sentido, el FMI advierte de que si los bancos consistentemente ganan menos que su coste de capital se enfrentarán a desafíos considerables para lograr captar capital y podrían verse de nuevo infracapitalizados después de pérdidas extraordinarias o durante un periodo de menor negocio.
Además de los bancos, la institución considera que la solvencia de muchas compañías de seguros de vida y fondos de pensiones se ve amenazada por el prolongado período de bajas tasas de interés, combinado con el envejecimiento de la población y un escaso o volátil rendimiento de los activos, que se suman a las dificultades heredadas de la crisis.
No solo falta de ingresos
Entre los factores que limitan la rentabilidad de los bancos de las economías avanzadas, el FMI atribuye sólo en parte esta responsabilidad al impacto en la capacidad de generación de ingresos de los bajos tipos de interés y el débil crecimiento de la economía.
Asimismo, el informe señala el lastre para la rentabilidad de la banca derivado del nuevo marco regulatorio implementado tras la crisis financiera con el objetivo de aumentar la solvencia y seeguridad de las entidades, además del impacto causado por la provisión de cargas provocadas por grandes volúmenes de activos 'tóxicos'.
Otro de los factores responsables de la erosión de la rentabilidad de los bancos de las economías avanzadas, según el FMI, serían las presiones competitivas ligadas a actores no bancarios y fenómenos tecnológicos que amenazan con dejar a la banca tradicional con sustanciales costes fijos frente a nuevos competidores con menos costes operativos.
Dattel no ha dudado en afirmar que los bancos débiles tendrán que salir del negocio y algunos sistemas bancarios reducir su tamaño, lo que permitirá a la banca recuperar su papel como soporte del crecimiento económico.
“Implementar reformas estructurales mejoraría la rentabilidad de los bancos europeos en unos 40.000 millones de dólares al año (35.715 millones de euros)”, apunta el representante del FMI, subrayando que, combinadas con una recuperación cíclica, mejorarían a más del 70% el porcentaje de bancos europeos en una posición saludable.