Los Rodalies de Barcelona, el Corredor del Mediterráneo, la Y vasca o las subvenciones al transporte aéreo de las islas. Las promesas del Ejecutivo a las comunidades son diversas y en un momento de gobierno en minoría cada guiño a los intereses regionales cuenta para aprobar los presupuestos generales. En este contexto, el Ejecutivo trata de cuadrar lo prometido a las CCAA mientras recorta la inversión pública.
La inversión real cae en las cuentas de 2017 un 3,3% respecto a la cifra presupuestada en el ejercicio anterior hasta los 12.867 millones de euros. Si se observa la distribución por comunidades, la cantidad destinada a esto baja en todas excepto en Canarias donde repunta un ligero 2,5% hasta los 270 millones de euros.
Si se exceptúa la ciudad autónoma de Melilla, donde también aumenta la inversión (un 15,2%, hasta 32,2 millones), Canarias va a contracorriente del resto. Se trata de la región de influencia de Pedro Quevedo, el diputado de Nueva Canarias que se presentó a las elecciones con el PSOE y cuyo voto se vislumbra clave para dar luz verde a las cuentas. También es importante la influencia de Coalición Canaria, que dio su apoyo para la investidura de Rajoy.
En el caso de Cataluña, el primer vistazo muestra que la partida baja un 2,7% hasta los 1.149 millones de euros. Sin embargo, como el retroceso es generalizado en el conjunto de España, el peso relativo de las inversiones de la comunidad crece hasta representar un 13% del total (frente al peso del 10% de las últimas cuentas).
De hecho, el recorte está muy por debajo del que experimenta la inversión real regionalizable (la que puede imputarse a un zona concreta) del conjunto de autonomías, que es del 22,7%, hasta casi los 8.600 millones de euros. Esta cifra se completa con otros 4.200 millones de euros hasta llegar a los 12.867 millones de inversiones reales.
Las comunidades que sufren un mayor recorte son Andalucía (36,6%), Galicia (32,4%), Castilla y León (31,9%) y Asturias (31,6%). Cabe recordar que en Galicia se acaban de celebrar elecciones (con triunfo para el Partido Popular) pero faltan cuatro años para las próximas y que en Andalucía y Asturias nunca han gobernado dirigentes del PP.
La caída de la inversión del ferrocarril
El mayor volumen dentro de las inversiones corresponde a las previstas para infraestructuras con una dotación de 7.540 millones de euros. Esta cifra supone una reducción del 20% frente al dato de las cuentas de 2016 donde la inversión en infraestructuras rozaba los 9.500 millones. El titular de Fomento, Íñigo de la Serna, ha tratado de enjuagar el recorte apoyándose en que la parálisis del Gobierno en funciones hizo que el presupuesto ejecutado fuera menor que el presupuestado.
El tijeretazo del 29% a la inversión en ferrocarril (la partida con más peso dentro de las infraestructuras) arrastra la cifra total, aunque el ministro de Fomento ha asegurado en la presentación de las cuentas que hay “compromisos suficientes para la construcción de ferrocarril”.
De la Serna, tras su nombramiento, se fue reuniendo con los presidentes de las diferentes comunidades autónomas para hablar de las infraestructuras prometidas a cada región. En la presentación de los presupuestos, el Gobierno vuelve a citar los mismos corredores a los que hacía referencia en las cuentas del año pasado como el Corredor Norte-Noroeste, el Mediterráneo o el de Andalucía dentro de las prioridades del ministerio.
De la Serna ha desglosado cuánto costarán algunos de ellos asegurando que se van a cumplir con “los compromisos adquiridos” y que terminarán los proyectos en la fecha prevista. Así, se destinan 715 millones de euros para el Corredor del Mediterráneo, 728 millones para el Noroeste (donde está previsto que se acabe el AVE a Ourense, una obra a la que se destinan 462,8 millones), 428 millones para el Corredor Norte, donde destaca la variante de Pajares, y 45 millones para el Corredor Nordeste. Además, hay 189 millones que se destinan a la conexión de Madrid con Extremadura y la frontera portuguesa o 15 millones para la conexión de Sagunto-Teruel-Zaragoza.
En los planes de Cercanías también hay gestos a las comunidades autónomas. De los 374 millones que se destinan a esta partida, el grueso va para Cataluña después de que el presidente del Gobierno Mariano Rajoy prometiera nuevas inversiones para los Rodalies catalanes. Este año, las cuentas destinan 271 millones de euros al núcleo de Cataluña (Barcelona, Girona y Tarragona) mientras que los cercanías de Madrid se llevan 52 millones.
Carreteras y puertos
Las carreteras se llevan un recorte del 13% frente a las cuentas de 2016 hasta los 1.913 millones. Dentro de este total, las actuaciones de construcción suponen 954 millones de euros y las de conservación y seguridad vial ascienden a 958 millones de euros. A esto hay que sumar las subvenciones para las autopistas de peaje que suponen 32,7 millones para aplicar a los convenios vigentes para “potenciar su uso” en especial de vehículos pesados.
Es la partida de aeropuertos la única que registra una subida frente a los datos del año pasado con un repunte del 13% hasta 615 millones de euros, casi todos invertidos por Aena y Enaire.
La inversión en puertos se reduce en diez millones hasta los 868 millones. En este apartado, las mayores inversiones son también para Cataluña con 157,2 millones para la Autoridad Portuaria de Barcelona, seguido por los 80 millones para la de Santa Cruz de Tenerife, los 77,8 millones de Bilbao o los 58 millones de Las Palmas.
Otro apartado con el que Fomento también hace un gesto a Canarias es con la dotación de presupuesto para la partida necesaria para garantizar la bonificación de billetes de transporte aéreo y marítimo de los residentes en territorios no peninsulares y familias numerosas. Este apartado cuenta con una cifra de 441 millones de euros.