El presidente de honor de BBVA, Francisco González, ha renunciado temporalmente a este cargo y a la presidencia de honor de la Fundación, un día antes de la Junta de Accionistas de la entidad, mientras concluyen “las investigaciones en curso” del caso “Villarejo”.
En una carta remitida al presidente del banco, Carlos Torres, a la que tuvo acceso Efe, Francisco González explica que para evitar que se le utilice para “dañar a la entidad”, ha decidido abandonar temporalmente ambos cargos.
“Durante el último año hemos sufrido una larga y continua agresión mediática derivada de las investigaciones policial y judicial” en torno al excomisario Villarejo, afirma Francisco González, que señala estas circunstancias como las que le han llevado a tomar esta decisión.
González se muestra orgulloso de todo lo conseguido en los 22 años en los que ha estado al frente del banco y de la “fortaleza” y el “prestigio” de BBVA, por lo que su decisión “ayudará a entender con qué rigor, falta de interés personal y compromiso” ha trabajado.
González hace un relato de las “hostilidades de grupos de interés” y “crisis muy dolorosas” en los años en que fue presidente de BBVA, entre las que cita las cuentas secretas del año 2000, el intento de Sacyr de “apropiarse del banco con la colaboración inexplicable del Gobierno (...) o la salida a bolsa de Bankia”.
Igualmente se refiere a su negativa a participar en la creación de Sareb, el “chantaje” de Ausbanc o las dificultades en América Latina.
“Sabes muy bien -le dice a Torres- que no han sido años fáciles, pero en todo este tiempo gobernamos el banco con firmeza y visión”.
Expone que en junio de 2018, tras varias investigaciones periodísticas, impulsó una investigación interna sobre las contrataciones del banco con la empresa CENYT para averiguar el alcance de los contratos, el importe y su duración.
Esa investigación se amplió con más medios en enero de 2019, ya bajo la presidencia de Torres, y la investigación judicial abierta es un elemento que “nos ayudará a conocer la verdad”.
El nuevo presidente del banco, Carlos Torres Vila, aseguró a mediados de enero en una carta remitida a la plantilla que actuaría “con la contundencia necesaria” para investigar las relaciones del banco con el excomisario Villarejo, que se ha convertido en su prioridad y la de su equipo.
Torres Vila se mostró “escandalizado” con las informaciones que empezaron a aparecer en los medios el pasado 9 de enero, pocos días después de que él accediera al cargo, y añadió que “de ser ciertas” serían “conductas muy graves, deplorables” y “diametralmente opuestas” a los valores de la entidad.
Las revelaciones sobre los pinchazos telefónicos de Villarejo surgieron en el marco de la investigación de uno de los sumarios en los que está implicado el excomisario, el llamado caso Tándem.