Cómo no morir de éxito en el camino. Algo así es lo que se plantea el mundo del turismo actualmente en España, en un año en el que todo apunta que volverá a ser de récords –de visitantes, de ingresos– y cuando el sector continúa adaptándose a una serie de cambios, que van desde los producidos por la pandemia hasta los que provoca la crisis climática.
De esto y de cómo lograr que el turismo sea sostenible, respetuoso, diverso y descentralizado –entre otros atributos– ha tratado la tercera edición del evento ‘Todo un país de turismo. Un presente y un futuro sostenibles’ organizado por elDiario.es y celebrado este miércoles en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM). Esta jornada dedicada al turismo se ha vertebrado en varias mesas de debate y reflexión, y ha contado con la participación del ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, quien ha sido entrevistado por Ignacio Escolar, director de elDiario.es.
En esa conversación, el ministro ha sacado pecho de la situación que vive el turismo en España, un “éxito colectivo” que achaca a “la suma del esfuerzo” y a la realidad y la diversidad territoriales del país. “El turismo somos todos, lo construimos entre todos”, ha dicho Hereu, que confía en que este sector acabe también redundando “en beneficio de todos”. ¿Cómo? Descentralizando y desestacionalizando; esto es, que los visitantes no se ciñan a la temporada veraniega ni a las zonas de costa o grandes capitales. También, por supuesto, haciendo que el turismo sea “sostenible” y “respetuoso”, con el medio ambiente y con la sociedad con la que convive.
Así, Hereu ha defendido la necesidad de “acotar la oferta de vivienda turística para que tenga éxito su sostenibilidad social”. El ministro ha insistido además en que hay que “reinvertir los beneficios que se consiguen con el turismo en políticas que ayuden a esos vecinos” y ha puesto como ejemplo “una localidad donde con la tasa turística se financió el aire acondicionado de unas escuelas”.
La cuestión del cambio climático y cómo afecta al turismo ha estado continuamente presente en la jornada. “Nos va la vida en ello”, se ha llegado a decir al respecto. El ministro Jordi Hereu ha asegurado que “la lucha contra el cambio climático” le interesa “como ciudadano”, pero sobre todo “como ministro de Turismo”. Considera Hereu que España debe llevar a cabo una “batalla estratégica de país contra los efectos del cambio climático” y que el turismo no es sino un “aliado” en esta cuestión. Dicho de otra manera: si bien las ‘buenas’ condiciones meteorológicas hacen que la temporada se amplíe en primavera y otoño y que las zonas del norte de la Península concentren más visitas en verano, no habrá un turismo sostenible con los termómetros a 45ºC.
Sobre el debate de los horarios en la hostelería también se ha pronunciado el ministro de Turismo. “¿Quizás el problema no es cerrar tarde, sino que las jornadas laborales duren 14 horas?”, ha planteado Ignacio Escolar en su entrevista, algo que ha sido refrendado por Hereu, quien ha reconocido la existencia de un “debate social”, aunque ha apuntado que los cambios sociales suelen darse de forma lenta y “gradual”.
Tras el momento “dulce” del turismo, “¿ahora qué?”
En la primera mesa, titulada ‘Explorando el futuro del turismo y la innovación en España’, se ha hecho hincapié en la “resiliencia” del sector del turismo en España. Ya no es que se haya “recuperado” de la pandemia, sino que ha crecido de forma “espectacular”, han defendido las y los ponentes del debate a tenor de las cifras ofrecidas. Han hecho referencia a un crecimiento del 15% en las visitas del mes pasado respecto a febrero de 2023 –con datos de AENA–, pero, sobre todo, a los “récords” de ingresos que genera el sector. Miguel Sanz, director general de Turespaña, ha señalado que en 2023 el turismo internacional generó en España 109.000 millones de euros, cuando en 2019 –que ya fue año de récord– se obtuvo 91.000 millones. Esto redunda en “la cantidad de empleo que genera y los ingresos en las empresas”, ha recordado. Sanz ha citado que, según las cifras de febrero, 2,6 millones de personas trabajan en turismo en España, mientras que el ministro Hereu ha animado a desterrar los “tópicos” que a menudo se ciernen sobre este tipo de empleo, que él considera cualificado.
En esta mesa se ha recuperado también la idea que planteaba el ministro de “descentralizar los flujos” de viajeros, algo que ha reivindicado María Pilar Górriz Ramón, que como gerente de Innovación de Renfe sostiene que la principal empresa española de transporte ferroviario “vertebra territorio”. Por su parte, Marta Abardía, directora de Servicios Comerciales de Aena, ha hablado del “momento muy dulce” que vive el turismo –“a través de nuestros aeropuertos han entrado 283 millones de pasajeros, un 2,9% más que en 2019”– y ha confesado una cierta “sensación de vértigo” ante unas previsiones que van en aumento y “auguran un buen verano”. Todo apunta a que ese “muy buen ritmo” se está consolidando, ha afirmado.
Y tras este momento tan “dulce” del turismo en España, “¿ahora qué?”, se ha preguntado Inmaculada Benito, directora del Departamento de Turismo, Cultura y Deporte de la CEOE. Para ella, la clave está en “cuidar lo que tenemos” –aludiendo a las “cifras maravillosas” del sector– y en “cohacer”, es decir, “cooperar y colaborar” entre las empresas y las Administraciones. “Depende de nosotros gestionar este éxito; no podemos fracasar”, ha señalado al respecto.
Para Miguel Sanz, hablar de “innovación” en el sector no equivale en absoluto a “huir del turismo de sol y playa”, sino en diversificar la oferta de productos –por ejemplo, ciclismo en Mallorca, ha mencionado–, en adaptarse a las nuevas coyunturas –por ejemplo, ampliando la temporada de hoteles– y en perseguir la excelencia que, de acuerdo con Sanz, hasta ahora ha ido logrando España. “Nos jugamos la competitividad”, ha asegurado. Considera que el turismo en España está dando un “triple salto mortal”: ha superado el covid; está superando la transformación digital y socioeconómica; y además está pasando de ser un destino competitivo por el precio a ser un país que se elige por sus servicios y su calidad. Los turistas que viajan a España “tienen un nivel de satisfacción altísimo”, ha defendido.
Objetivo: aunar éxito, convivencia y legado
En la segunda mesa de la jornada, titulada ‘Cultura y patrimonio, un tesoro por descubrir’, las y los ponentes han seguido desarrollando esa idea de “cómo no morir de éxito”. Concretamente, se ha tratado el caso del turismo en Galicia, que lleva varios años encadenando récords, y la previsión es que siga creciendo. Una buena parte del debate ha estado dominada por las rutas de peregrinación, entre ellas el Camino de Santiago, claro, pero también el Camino Lebaniego, que acaba en el monasterio de Santo Toribio de Liébana, cerca de Potes (Cantabria). María Pilar Gómez Bahamonde, gerente de la Fundación Camino Lebaniego, ha reconocido que “buscar el equilibrio entre el habitante local y el peregrino del Camino Lebaniego nos concierne muchísimo” y que ahora tratan de “diferenciar [la ruta] de las efemérides de los años jubilares para separar el concepto”.
Sobre el Camino de Santiago –“de moda en el exterior”– se ha resaltado la existencia de un plan estratégico hasta 2027 que “apuesta por la sostenibilidad y la puesta en valor del entorno y de las personas que viven en el entorno”, con los objetivos de que la “convivencia se mantenga” entre los peregrinos y la población local y de que “el legado se transmita como lo hemos recibido nosotros”, ha apuntado Xosé Manuel Merelles, representante de la Axencia de Turismo en Galicia. Se trata, así, de continuar con el crecimiento, pero evitando que alcance niveles “que no se puedan controlar”, ha dicho Merelles. Siendo Santiago de Compostela “uno de los escaparates más importantes de España hacia el exterior”, según el portavoz de Turismo de Galicia, se genera también una necesidad de cuidado del patrimonio y de sus usos, que en este caso suele pasar por los acuerdos entre administración e instituciones religiosas.
Por su parte, el periodista especializado José María Sadia ha aprovechado para “dar voz a ese patrimonio más desconocido”, no el que corre el riesgo de “morir de éxito”, sino el que necesita de turistas para sobrevivir. “El uso es el que garantiza el futuro del patrimonio y tenemos cientos, miles de bienes patrimoniales que necesitan un uso”, ha advertido Sadia, que ha apelado a la necesidad de la “conservación” de estos lugares –“en muchos casos en un estado muy preocupante”– para poder garantizarles un “futuro” a medio y largo plazo.
“Llenar las ciudades de alquiler vacacional degrada la vida”
Buscar la calidad y no la cantidad, preservar la identidad y las tradiciones y priorizar a la población local. Son estas algunas de las propuestas que ha planteado el concejal de Turismo de Las Palmas de Gran Canaria, Pedro Quevedo Iturbe, que ha participado en la tercera mesa de debate, titulada 'El reto de la sostenibilidad turística'. El concejal ha advertido de que la presión turística que sufren las islas está generando un gran impacto sobre los recursos, los servicios públicos, las infraestructuras y las condiciones de vida de la población local, y que la política turística no puede fundamentarse en “contar visitantes”, sino en buscar un turismo de calidad. “En Canarias estamos ya a 16 millones de turistas al año y la renta per cápita ha caído. Algo no está funcionando”, ha aseverado.
“Lo que es bueno para los turistas, primero tiene que ser positivo para las personas que habitan el territorio y no al revés”, ha proseguido Quevedo, que ha pedido un gran acuerdo por el turismo sostenible que incluya no solo políticas medioambientales sino también de vivienda y sociales. “Llenar las ciudades de una oferta turística brutal como el alquiler vacacional lo que hace es degradar seriamente las condiciones de vida de la población”, ha criticado.
Sobre el equilibrio entre el turismo y los espacios naturales ha hablado Sofía Gutiérrez, directora adjunta del departamento de Desarrollo Sostenible y Turismo de Naciones Unidas, que propone medir y obtener datos fiables del impacto económico, sociocultural y medioambiental del turismo con el objetivo de que este sector sea capaz “de dar más a la naturaleza que lo que toma de ella”. Gutiérrez ha defendido la necesidad de frenar la desaparición de la biodiversidad como consecuencia de la presión humana. En esta línea, Susana Herranz, alcaldesa de Castro Urdiales (Cantabria), ha insistido también en la importancia del patrimonio, de recibir un perfil de turista “ciudadano y respetuoso” y de incluir la perspectiva de género en las políticas económicas.
Con ellas ha coincidido la asesora del gabinete de la Secretaría de Estado de Turismo, María Velasco González, que ha asegurado que el Gobierno central “pretende con los fondos europeos y el trabajo diario alcanzar un modelo turístico sostenible de éxito y que esto impregne todas las actividades”.
¿Es posible combinar lujo y sostenibilidad?
Con el título 'Un país para viajar de manera sostenible', la cuarta mesa de debate ha comenzado con una pregunta: ¿es posible combinar lujo y sostenibilidad? A lo que los ponentes han respondido afirmativamente. De hecho, para Águeda Areilza, directora de sostenibilidad de Paradores, este es un “binomio que combina muy bien”, pues la definición de lujo ha cambiado, y ya no tiene por qué ser un concepto asociado a lo “excesivo” u “ostentoso”. Areilza ha citado la sostenibilidad como “uno de los factores que mueve al 80% de los viajeros a la hora de elegir destino”, y la “descarbonización” como una de las prioridades de su sector.
Roser Obrer, directora general de Transporte por Carretera del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, ha hecho hincapié en que al hablar de sostenibilidad “no se trata de reducir la movilidad”, sino de que su impacto “sea el mínimo posible”. Obrer ha mencionado la digitalización como una pata “fundamental para el cambio de la movilidad en nuestro país” y ha asegurado que la “intermodalidad” en los transportes es una “apuesta decidida” del Gobierno. Por su parte, Guillermo Castrillo, director de Estrategia y Sostenibilidad de Iryo, ha resaltado también la necesidad de potenciar “infraestructuras multimodales”, que combinen “tren más autobús o coche eléctrico” y amplíen así la “capilaridad” del territorio, algo en lo que se ha avanzado, pero en lo que queda “mucho trabajo por hacer”, sostiene Castrillo.
Juan Cierco Jiménez de Parga, director corporativo de Iberia, ha recalcado asimismo la importancia de esa intermodalidad, pero ha criticado que, en su opinión, los Gobiernos no se hayan tomado esto en serio. Cierco considera un error, por ejemplo, que las líneas de alta velocidad (AVE) no estén conectadas con el aeropuerto de Barajas, y anima a la Administración a aprovechar al máximo los fondos europeos para lograr un turismo “sostenible y convivible”. Al fin y al cabo, “seguimos viviendo del turismo, nos guste o no”, ha dicho.
“España quiere ser pionero y piloto”
El evento de elDiario.es ha sido clausurado por Rosana Morillo, secretaria de Estado de Turismo, que de nuevo ha valorado las “buenas cifras” del sector y las ha puesto en contexto, pero además ha resaltado lo que considera la clave de su éxito. Se debe, ha dicho Morillo, a la “confluencia” que se da entre la “gran calidad de nuestro sector privado” y la “apuesta constante en infraestructuras por parte del sector público”, algo en lo que España es “referente en el mundo”, ha asegurado.
Morillo ha hecho alusión a los 2,6 millones de afiliados a la Seguridad Social en el sector en febrero para avanzar que “2024 va a ser un gran año” a juzgar por las cifras que se empiezan a conocer. Y ante ese éxito, la necesidad de gestionarlo “de manera sostenible”, ha recalcado. “España quiere ser pionero y piloto”, ha afirmado la secretaria de Estado, que ha citado el reglamento que obliga a las plataformas de viviendas vacacionales a compartir datos de su actividad económica, que sacó adelante el Gobierno durante la presidencia del Consejo de la Unión Europea.
Morillo ha instado también a “ser valientes” a la hora de plantear “estrategias sostenibles” asociadas al turismo, sobre todo en aquellos “destinos más frágiles”, con el objetivo de que la actividad “no sea algo negativo para el medio ambiente ni para la sociedad”, ha dicho poniendo el ejemplo de la sequía que sufre buena parte del país. La secretaria de Estado todavía ve en esto “posibilidades de mejora” por parte de las Administraciones, “responsables” de que la vida de los vecinos no se vea afectada por el hecho de residir en un “destino de éxito”.